Esta semana nos conduce Dorotea y nos propone el tema de los juguetes, si os apetece jugar, pinchad aquí
De niño había pasado las calamidades de las familias que vivían en los barrios marginales de las grandes ciudades. Se había acostumbrado a jugar en los campos aledaños o en las calles del barrio apedreando gatos y subiendo a los árboles a coger nidos. Cuando fue creciendo, él mismo construía sus propios juguetes utilizando materiales que encontraba en sus andanzas por vertederos y corralones.
Un día hizo una patineta que prestaba a otros niños, a cambio de favores poco recomendables, igual hacía con lo que pillaba manejando diestramente su tirachinas.
Para él los juguetes tenían una utilidad: sólo servían como moneda de cambio.Esto lo marcó tan profundamente que concebía la escuela como lugar para pergeñar sus cambalaches. No tenía amigos, los chicos lo respetaban y las chicas lo seguían, pero él las observaba sin descubrir qué interés podrían tener para él, hasta que descubrió el sexo.
Fue entonces cuando se originó el problema: las chicas eran su único juguete para usar y tirar.
Los años fueron pasando y tuvo que llegar a los cuarenta para comprender en la soledad del trullo, que detrás de sus juegos se había estado escribiendo su historia personal.
Él nunca había sido un niño como los demás, porque nunca supo poner su alma en los juegos.
Ya era tarde.
Una historia dura y triste que acaba mal...
ResponderEliminarUna pena.
Besos.
Pienso que también muy real y de ahí le viene el acabar mal.
EliminarCuando naces en barrios marginales corres el peligro de educarte jugando todo el día con fuego.
ResponderEliminarEs una apreciación muy buena , además de muy adecuada.
EliminarUn poco triste el relato.
ResponderEliminarCreo que los niños siempre juegan, con lo que sea y se lo pasan pipa. Lo malo es cuando los adultos no los dejan jugar.
Salu2.
En este caso quien no lo dejó jugar fue la vida ¿no te parece?
EliminarQuizás nunca supo poner su alma en nada
ResponderEliminarEso es seguro.
EliminarEs curioso. La palabra juguetes no tiene su correspondiente en femenino. No hay juguetas. Si, eso si, hay jugarretas, pero no es lo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo
salut
Y además fíjate en la connotación negativa que tiene esa palabra femenina "jugarreta" ¿te has fijado?
EliminarEs lastima que tras leerte, no se puedan oir los aplausos que tu escrito merecen.
ResponderEliminarUn duro mensaje, para aquellos que no supieron, o no pudieron, o no los dejaron aprender a jugar.
Cada vez me sorprendes más con tus escritos.
...y no se lo digo a todas.
Besos.
Buenoooooooooooooooooo, te creo.
EliminarDesgraciadamente el relato de hoy tiene visos de realidad y como no podía ser de otra forma, me ha salido con tono de denuncia.
Un beso, Juan.
¡Muy bueno! y de obligada lectura y comentario en las escuelas.
ResponderEliminarGran aporte.
Besotes
En eso de las escuelas llevas mucha razón, hay que empezar desde abajo y aunque las familias sean la base, en las escuelas hay mucha tela que cortar.
EliminarUn besazo
Superior, Tracy.
ResponderEliminarBesos.
Celebro que te haya gustado.
EliminarBesos
No claro, cuando descubrió el sexo, puso otra cosa... :)
ResponderEliminarBesos y salud
¡Ea!
EliminarLástima que la história acabe mal, como suele pasar en esos casos, peró me habria gustado que el final fuera feliz. Que le vamos a hacer!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Tracy
Desgraciadamente los mundos de Yupi están tendiendo a desaparecer. A mí también me hubiera gustado un final feliz pero esta vez el relato se ha ido por otros derrotaros.
EliminarUn beso
Infancias que dejan lastres…
ResponderEliminarCuando uno se aleja de esos valores, y, sobre todo, de la esencia y el espíritu para que éstos sean fructíferos, el futuro, sin duda… acaba pasando factura…
Muy bueno, querida amiga. Duro y, desgraciadamente, reflejo de muchas situaciones reales…
Bsoss enormes, y feliz tarde 😘
... que dejan lastre y no dejan huella. ^Parece lo mismo pero no es igual.
EliminarHoy puedes ver la peli que te decía Toro, en el 13, "Un dia de furia" a las 22:25 :)
ResponderEliminarBesos y salud
Muy buena, aunque muy gore ¿no?
EliminarMuchas gracias por avisar, Genín.
Un beso
Te has superado, es magnifica la enseñanza de tu relato, y lo razonable es que acabe mal. Abrazos
ResponderEliminarCreo que me ha salido un relato que da mucho en qué pensar...
Eliminar¡Qué pena!
Esta sección de relatos del jueves, resulta ciertamente apasionante pero hoy, más que otros días. Me encantó, es como si hubiera estado allí, viéndolo, eso conseguiste.
ResponderEliminarUn abrazo amiga y feliz viernes de dolores.
Pues e alegro mucho que lo vivieras a tope.
EliminarPor cierto ¿por qué no te apuntas a los Jueves? Piénsatelo
Gracias Tracy, de momento seguiré leyendo vuestras magníficas páginas y vuestros artículos diarios, yo solo soy un ex de ciencias arrepentido y por tanto un aprendiz del mundo de lo de juevear
EliminarComo quieras, pero piensa que aquí serías bien recibido y harías un buen papel.
EliminarVaya historia... tiene para pensar un rato en ella
ResponderEliminarBesos
Eso pienso yo, Raquel.
EliminarQue no nos quiten el juego de niños para aprender y de mayores para ganar y perder sin hacer daño a nadie. Muy buena historia densa y triste. Gracias por participar, Tracy, un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti por conducirnos tan bien como lo has hecho y escogiendo un tema que es transcendente en la vida o al menos así pienso yo
EliminarTexto muy duro pero con su parte de realidad. ¿Cuántos hombres habrán pensado en su vida como el protagonista?
ResponderEliminarLo malo es que se dio cuenta tarde.
Bien escrito
Saludos
Pienso que por desgracia no es un caso aislado en la sociedad y es triste.
EliminarUn abrazo
Grandioso relato y con un final totalmente inesperado 👏🏻👏🏻👏🏻
ResponderEliminar¿Tú crees?, me refiero al final, con esa infancia, hubiera necesitado un milagro para no acabar como acabó.
EliminarUn beso
Una historia triste no hay nada peor que no tener infancia y él no la tuvo y para colmo terminó entre rejas ...
ResponderEliminarUn abrazo amiga .
No hay nada peor porque las consecuencias de no tener infancia se acusan toda la vida o al menos pienso yo.
EliminarUna lástima.
ResponderEliminarMuy bueno, Tracy.
Un beso fuerte.
P.D.: Hemos comenzado la Semana Santa con lluvia, se ha tenido que retirar la procesión de "La Dolorosa", llamada cariñosamente en León "La Morenica".
Una pena.
Por aquí llueve amares y aunque las procesiones no empiezan hasta el domingo, parece que el agua no dará tregua.
EliminarSí, una pena.
Jolines me has dejado con el corazón en un puño y es que es duro sobrevivir a ciertos barrios y a ciertos ambientes. Buenisimo, besos.
ResponderEliminarEs muy difícil la sociedad que estamos creando necesita de esas personas para engullirlas y seguir tirando para adelante.
EliminarUn besazo.
¡Tan tarde!
ResponderEliminarBuen relato, Tracy. Para pensar...
Besos
Sí, esta vez me ha salido así.
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