Nos dirige MOLÍ que nos ha ofrecido una serie de fotografías de niños y hemos de elegir una para mirarla con los ojos de la niñez ya sea desde dentro como desde fuera,
Los resultados los podéis ver en el blog de Molí.
Mi foto elegida es esta.
Viendo esta preciosa fotografía, me han venido a la memoria, las palabras que mi nieto Hugo le dijo a su madre, cuando se enteró que me había roto un dedo
- Dile a la abuela que no pierda el dedo, que mañana en el cole le pido pegamento a la Seño y se lo pegamos.
La solución que buscó mi nieto y la que ha encontrado la niña de la imagen, son encontradas desde el raciocinio más absoluto: tanto la grieta del asfalto había que unirla y mi dedo había que pegarlo. Los dos recurrieron a los métodos que ambos conocían: las tiritas y el pegamento.
Me niego a perder la inocencia de aquella niña que fui y que todavía, a pesar de la edad, vive en mí y la saco a pasear continuamente, no quiero que pierda esa naturalidad, ese fluir, por tenerla encerrada: le trenzo su pelo, le pongo esa falda plisada y me la llevo conmigo.
A veces le pido perdón por las veces que los mayores le / me regañaron por usar ese "uso de razón" que dicen que no tienen los niños, cuando es el raciocinio más puro y con menos contaminación que existe.
¿Recuerdas aquella vez que mamá te/ me riñó porque habías /había cogido algo que se rompía, creo que un azucarero, y al verte / verme al fondo del pasillo, gritó:
- ¡Suelta eso ahora mismo!
Y de momento lo soltaste / lo solté y se estrelló en el suelo.
Hiciste / hice, lo que se pidió y además sin rechistar.
¡Vaya reprimenda! era lo más razonable, pero los mayores no lo entienden desde sus prejuicios y desde su contaminada experiencia.
Al fin y al cabo los niños interpretan la vida como un juego.
¿Y acaso no lo es?
La vida vista desde la inocencia de un niño no es más que tener capacidad de sorprenderse, de ilusionarse de caminar con imaginación, es el juego de la vida.
Los niños son felices porque viven el presente con toda intensidad , no tienen pasado ni futuro en el que pensar, hay que aprender de ellos olvidándonos que tuvimos pasado y de que no sabemos si tendremos futuro. Luego si nos centramos en el presente, como están centrados los niños, la vida sería más amable.
Sí un niño se cae y se hace daño llora, pero si tú atraes su atención con algo que le guste, de inmediato para de llorar ¡Presente! Sí a un inocente niño le demuestras que lo amas, su mente no se contamina pensando si es verdad o no ¿Por qué los mayores nos hacemos una y mil preguntas contaminadas? entreguémonos a amar de verdad, como un niño.
La mayor felicidad es amar y no que te amén.
La mirada desde nuestra atalaya adulta sobre las reacciones de un niño está mediatizada por la nostalgia que sentimos por esa pérdida de la inocencia que nunca se recupera.
ResponderEliminarAbrazos.
Sin lugar a dudas, como también por lo felices o noquesomos en esa edad
EliminarEs importante cuidar siempre a la niña que llevamos dentro.
ResponderEliminarBesos.
Siempre, contraviento y marea.
EliminarPrecioso, y es que donde suenan voces infantiles no hay penas. (Mi nieto buscaba la tirita en un queso que oyó que decíamos curado)
ResponderEliminarMejor iría el mundo si fuéramos capaces de sacar a relucir con más frecuencia el niño que debemos llevar dentro.
ResponderEliminarFíjate lo que decía de ellos un señor que no era precisamente tonto: «La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices» (Albert Einstein).
Un abrazo.
... Y anda que no hay niños infelices
EliminarAnoche nos acostamos con el hecho de que una joven robó a un bebé de un día de un hospital del País Vasco, hoy nos levantamos con el hecho de que ha sido localizado, pregunta ¿por qué lo robó?, ¿para qué?, ese tipo de delitos contra los niños/as deberían estar penados con toda severidad.
ResponderEliminarSaludos
Tremendo!!!!!!!
EliminarEse tiempo en que son chiquitos y viven con toda inocencia pasa pronto, pero disfrutar de esos momentos a su lado es incomparable y nos reconforta para siempre, un abrazote Tracy!
ResponderEliminarNos traslada a nuestra niñez.
EliminarLa infancia marca y mucho. Lo que tengo observado es que antes la infancia estaba más protegida, en colegios, televisiones, se respetaban los horarios infantiles, los niños jugaban...la calle es peligrosa, bien, hay parques, etc. Mirar esa imagen que has puesto me invade de ternura, hay caritas que expresan mucha inocencia...
ResponderEliminarUn beso.
Ahora hay una legislación protectora del menos que antes no había, otra cosa es que los tiempos hayan cambiado y ocurran más atrocidades y que también tienen más publicidad.
EliminarTodo lo expuesto esta genial , ahora "La mayor felicidad es amar y no que te amen" ese debería ser el lema del amor.
ResponderEliminarMagnifico natural y sencillo, como debe ser la inocneia de todos en general . Un besote.
Así lo creo. Y lo hacen los niños, se entregan sin más. Es lo más gratificante.
EliminarSoluções inocentes em que o espírito prático das suas resoluções vai contribuindo para o seu desenvolvimento e maturidade.
ResponderEliminarAbraço amigo.
Juvenal Nunes
Soluciones inocentes que deberían ser siempre as´, pero que con la edad se van contaminando por los avatares de la vida.
EliminarBonita foto y precioso texto, con lo fácil que es la vida desde los ojos de un niños!
ResponderEliminarFacilísima porque carecen de maldad y de prejuicios.
EliminarDos niñas (3 y 5 años) se perdieron en la selva
ResponderEliminarseis dias estuvieron vagando en ella
cuando las encontraron, ellas contaron
que sorbian el rocio de las hojas
comian frutos silvestres
y dormian en la hojarasca
...
Un adulto se hubiera muerto de miedo
al jaguar, a las viboras y arañas
No ven el peligro, todo es más natural, nunca mejor dicho.
EliminarMuy bueno tu ejemplo.
No tendríamos que haber crecido...
ResponderEliminarA veces también lo pienso, pero si un niño es feliz en su infancia, su actitud ante la vida es otra, da lo que ha recibido.
EliminarLa inocencia de los niños en la resolución de problemas siempre se basa en la lógica, nosotros nos enredamos en las retóricas. Besos
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, y a la vista está.
EliminarLinda la inocencia. Lindo lo que has escrito.
ResponderEliminarAbrazos.
Linda de verdad.
Eliminar¿Cómo estás? ¿con más ánimos?
Cuídate y aquí estoy.
¡¡Divino texto al que suscribo de ls A a la Z.!! Querida Tracy, mil gracias de ❤️ por tu afectuosa bienvenida. Así es, me encuetro bien despues de todas las tormentas ya saliendo el sol. Espero y deseo que tú y los tuyos se encuentren muy bien. Te dejo un beso y un abrazo inmenso. Te extrañé.
ResponderEliminarMe alegra tenerte cerquita. Cuídate mucho a ti y a la niña que tienes dentro.
EliminarUn abrazo fuerte, fuerte.
Funcionan con una lógica apabullante.
ResponderEliminarSalud
Así es y se dice que no tienen "sentido común"....
EliminarCuánta verdad, además de belleza, en tus palabras…
ResponderEliminarY bendito ese fluir inocente y sin prejuicios de los niños; ese que no deberíamos perder nunca… Sin duda, hay mucho que aprender de ellos; o mejor aún, hay mucho que no deberíamos olvidar de cuando nosotros fuimos esos niños…
Precioso y pleno de sabiduría, mi querida Tracy.
Como siempre, un placer leerte.
Abrazo grande, y feliz tarde 💙
Sí, tenemos que aprender de ellos y reeducarnos para hacer desaparecer todo lo que nos aparta de aquella edad infantil.
EliminarUn beso guapa y no olvides que el placer es mío cada vez que vienes por aquí. Gracias.
Ternura que no has perdido para narrar así...
ResponderEliminarAbrazo hasta allá.
Intento cuidar mucho a la niña que fui, unas veces me saldrá la ternura y otras la cabezonería, jajajajaja
EliminarUna foto encantadora que habla por si sola.
ResponderEliminarMolts petons
Todas las fotos que Molí nos ha dado a elegir, son maravillosas.
EliminarMolts petons.
Que buena lección para regresar la candidez, a la naturalidad infantil. Esa pérdida de ingenuidad, como bien dices por contaminación, es la que nos impide ser más humanos. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarPor eso hay que sacar a pasear a ese niño que llevamos dentro, para que nos haga ver la suciedad que se nos ha ido pegando en el transcurso de nuestra vida.
EliminarTodas muy válidas reflexiones, y esa anécdota ( la de soltar inmediatamente) lo pinta maravillosamente. Un abrazo
ResponderEliminarYo siempre comenté con mi madre esa anécdota y siempre me decía: es que yo no te lo dije bien, pero por miedo a que se te cayera...
Eliminary luego encima te regañé para que no lo hicieras mal.
Y nos echábamos a reír jajajaja Pero la cosa no es de risa.
Lo más terrible que nos puede suceder es perder nuestra inocencia infantil. Crecemos para supuestamente ser adultos responsables y felices, lo único que logramos es avanzar en arrugas, pero si somos capaces de reír y de nunca perder nuestra imaginación y creatividad infantil, tenemos una oportunidad de ser felices de verdad.
ResponderEliminarBesos
Eso es lo que creo y me da muy buen resultado por eso estoy tan convencida de ello.
EliminarLa foto es preciosa, la idea de Hugo es tan tierna... y tu relato una hermosa reflexión sobre la inocencia infantil. Besos
ResponderEliminarLo que opino está basado sólo en mi experiencia, puedo estar equivocada.
EliminarBesitos.
Que hermoso seria tener la capacidad de sorprenderse cada día y en lo cotidiano como un niño como también esa capacidad tan inocente y sincera de amar
ResponderEliminarNo es difícil y sí muy gratificante.
EliminarAúnan que las soluciones lógicas, lo que más me asombra es, cuando se caen y se quedan indecisos por si toca llorar o no. Que viene relacionado con eso que dices de llamarles la atención con slgo que les gusta.
ResponderEliminarBesoss Trazy (Trazy es más traviesa que Tracy?)
Jajaja, ese gesto al que te refieres de los 'pucherillos", sin saber por lo que se van a decantar, son maravillosos.
EliminarEn cuanto a la pregunta que me haces, siempre he sido muy traviesa, según decían en mi casa, ahora también me sigo metiendo en los charcos, jajaja
Los niños crecen, y no podemos volver a pensar como ellos, porque sino, te arrastra al abismo... y ya no hay falda de la cual agarrarse
ResponderEliminarEso es verdad "que ya no hay falda a la que agarrarse", muy buena frase.
EliminarLos niños al crecer se enrolan poco a poco y sin darse cuenta en la sociedad adulta y así sucesivamente.
luego de amar y amar y amar ... rompe en tu vida una manzana que es ligeramente apoyada en tus dedos, y sin saber, se va la niñez, como si solo hubiera sido un soplo....
ResponderEliminares tan dificil ser de nuevo puro como cuando lo fuimos. Solo queda el recuerdo de aquello, ahora como tú dices: estamos contaminados. Un abrazo
ResponderEliminarBordea el filo de lo imposible, pero hay que depurarse en la medida que se pueda.
EliminarUn abrazo
Y no, me encantaría, pero esta vez no... Y eso que me encantaría ver y que todos los niños, fueran felices... pero he visto tanto dolor e injusticias incluso en esa edad en la que ninguno de ellos hubiesen debido serlo... felices.
ResponderEliminarEso también me gustaría a mí, los niños son los que tienen la mayor prioridad para ser felices.
EliminarBesos
¡Qué tierna inocencia!
ResponderEliminarLos niños son perfectamente razonables, me llegan consultas en los que la madre intenta mentirles para un determinado fin, no, no, le explico, con toda honestidad y lo entiende y se hace fuerte.
ResponderEliminarEntre mi hermana y yo, a la mami y dentro de nuestro razonamiento, ella decía algo y nosotras obviamente le hacíamos caso, pero siempre encontrábamos la forma de hacerlo, ''mami, dijiste esto, pero hicimos esto'', solo que ella aprendió de nosotras a cubrir todos los ángulos, no así padre que, a la fecha le seguimos sacando vueltas.
Abrazo