JUEVEANDO CON RECORTES PREDETERMINADOS

Neo ha apuntado en un cartel una serie de recortes de los que debemos elegir uno para escribir sobre él.

Los resultados los podréis leer en el el blog de Neo

CRÓNICA  DE  LA  ÚLTIMA  VEZ

¡¡¡Ya en casa!!!
Un viaje que da,  no para hacer un relato sino una novela por entregas para explicar la historia de toda una saga.
Os explico porqué digo ésto: Cuando me monté esta mañana en el AVE de Bcn a Córdoba, y vi que no me habían tocado los asientos esos que van enfrentados, donde no puedes estirar ni casi mover las piernas, me puse muy contenta , iba en ventanilla , en dirección marcha  y a mi lado un señor de los que va con su ordenador y  no da ruido... un lujo de viaje.
Saqué mi libro, mis auriculares y me dispuse a disfrutar del viaje. Aún no había salido el tren de la Estación de Sants cuando me di cuenta que en los asientos de delante había un hombre mayor, aunque no demasiado, hablando con el matrimonio que tenía enfrente que asentía sin mediar palabra, al principio lo vi normal pero la cosa iba in crescendo, su voz se metía directa  por entre la abertura de los cabezales de los asientos delanteros , potenciando el tono de su voz. Dí volumen a la música pero seguía oyéndolo. 
Empezó a hablar de su vida familiar y continuó hablando de los trenes que " ya no son como eran", haciendo su particular loa a la figura del revisor, a la del mozo de equipajes, a los expendedores de billetes, pasando por la tortilla de patatas, y los filetes empanados, en fin...
Sonó un móvil, momento que aprovechó para cambiar de tema para decir "coñazo de teléfono" "Yo al teléfono no le hago ni caso, yo hablo en persona"
Ya te digo, si hablas en persona... los de enfrente y los que íbamos detrás nos miramos sonriendonos.
Me levanto y me voy a pasear por el tren, la cabeza me ardía.
Al volver me encuentro al "hablador" sentado en otro lugar disertando sobre el tema  de "lo necesaria que es la lluvia", deduzco por las palabras que siguen, que se bajará del tren en Antequera, ¡¡¡Dios mío!!!, lo voy a seguir oyendo hasta Córdoba... 
En Ciudad Real, se monta una chica desplazándolo de su asiento y ni corto, ni perezoso se pone de pie  para seguir hablando con la pareja que iba sentada delante de mí: ¡¡¡No me lo puedo creer!!!
LA ÚLTIMA VEZ QUE VIAJO SIN LLEVAR BILLETE  PARA  EL  VAGÓN DEL SILENCIO.