Este jueves nos dirige Neo y nos propone un tema muy romántico: el suspiro:
Si intentamos una definición que nos oriente podemos quedarnos con ésta: "Aspiración fuerte y prolongada seguida de una espiración profunda y a veces acompañada de un suave gemido, que generalmente está motivada por un sentimiento de pena, dolor, alivio, melancolía o deseo."
En este caso
"Suspiros en blanco y negro", una serie de fotografías entre las cuales tenemos que escoger una, como apoyo para escribir el relato.
Si intentamos una definición que nos oriente podemos quedarnos con ésta: "Aspiración fuerte y prolongada seguida de una espiración profunda y a veces acompañada de un suave gemido, que generalmente está motivada por un sentimiento de pena, dolor, alivio, melancolía o deseo."
En este caso
"Suspiros en blanco y negro", una serie de fotografías entre las cuales tenemos que escoger una, como apoyo para escribir el relato.
Si queréis suspirar con lo que escribamos clicar aquí
La foto elegida por mí es ésta.
Mí Tía María
Era mi tía favorita y mi madrina.
También yo era su sobrina predilecta, tanto que mi padre le decía "abogada de causas perdidas" porque siempre me defendía aún en aquellas diabluras que no tenían defensa posible e intentaba negociar con los castigos que me ponían.
Conforme iba haciéndome mayor, iba entendiendo el calificativo que le daba mi padre, pero lo que no podía llegar a comprender era que ese bellezón de señora, la más guapa de ocho hermanos según decía mi madre, no se hubiese casado.
Ya era mayor pero el paso del tiempo la había tratado con respeto.
A veces le preguntaba que si no había tenido novio y ella suspiraba profundamente y cambiaba de tema, yo le decía dándole un sonoro beso:
- "¡Ay, María Guerrero!"
Entonces se tocaba el pelo en un gesto coqueto, era muy presumida, a la vez que exhalaba un suspiro lleno de melancolía.
Nunca he visto suspirar a nadie como ella, ni si quiera en el cine.
También yo era su sobrina predilecta, tanto que mi padre le decía "abogada de causas perdidas" porque siempre me defendía aún en aquellas diabluras que no tenían defensa posible e intentaba negociar con los castigos que me ponían.
Conforme iba haciéndome mayor, iba entendiendo el calificativo que le daba mi padre, pero lo que no podía llegar a comprender era que ese bellezón de señora, la más guapa de ocho hermanos según decía mi madre, no se hubiese casado.
Ya era mayor pero el paso del tiempo la había tratado con respeto.
A veces le preguntaba que si no había tenido novio y ella suspiraba profundamente y cambiaba de tema, yo le decía dándole un sonoro beso:
- "¡Ay, María Guerrero!"
Entonces se tocaba el pelo en un gesto coqueto, era muy presumida, a la vez que exhalaba un suspiro lleno de melancolía.
Nunca he visto suspirar a nadie como ella, ni si quiera en el cine.
Cuando pensó que había llegado el momento de hablar de "su Pedro", lo hizo en esas largas tardes estivales que invitaban a la confidencia. Se la veía enamorada desplegando suspiros de toda índole, "tita eres la reina del suspiro", le decía en plan simpático, "me gustaría suspirar como lo haces tú" y ella me respondía:
- Hay niña, eso no se aprende, sale de dentro sin que tú lo puedas evitar. Ojalá que no suspires nunca.
- Hay niña, eso no se aprende, sale de dentro sin que tú lo puedas evitar. Ojalá que no suspires nunca.
Según me contó "su Pedro" se fue a la guerra desde donde le escribía unas cartas preciosas que ella contestaba muy enamorada, hasta que un día le llegó una, que abrió tan ilusionada como hizo con todas las demás, pero cuando empezó a leer el encabezamiento...
"Mi querida Carmen.... ", se le cayó el alma a los pies.
Y suspirando tan profundamente, como si fuese la última vez que lo iba a hacer, dijo:
"Mi querida Carmen.... ", se le cayó el alma a los pies.
Y suspirando tan profundamente, como si fuese la última vez que lo iba a hacer, dijo:
- ¡El muy canalla! Se equivocó de sobre al meter la carta, gracias a eso me enteré de su engaño.
Y suspiró de nuevo... Me dio una penita... que sólo acerté a decirle mientras la abrazaba:
- No te merecía, Tita.
Y suspiró de nuevo... Me dio una penita... que sólo acerté a decirle mientras la abrazaba:
- No te merecía, Tita.
PD Para mí tía:
- Ahora la que suspiro soy yo y no sabes cuánto...
Y he comprobado que a suspirar no se aprende, sale de lo más profundo delas entrañas, aún sin tú querer.
- Ahora la que suspiro soy yo y no sabes cuánto...
Y he comprobado que a suspirar no se aprende, sale de lo más profundo delas entrañas, aún sin tú querer.
El suspiro es un aliento profundo por falta de aire en los pulmones, producido por un quebranto que altera la respiración. Así la pobre María con la carta equívoca y hoy un incierto número de personas cuando se atreves a bichear en el móvil ajeno y descubren un sentir engañoso. Te quedó precioso y la foto elegida es muy delicada e inspiradora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es verdad esto sigue pasando actualmente aunque con más técnica.
EliminarLas personas somos siempre iguales avanzando con los tiempos, pero "la vida sigue igual"
Es cierto, elegimos la misma foto con distintos suspiros, pero cada una desde los suspiros más profundos.
ResponderEliminarBesos.
Unos suspiros sentidos desde lo más profundo.
EliminarCuando el manantial de los sentimientos viene crecido, los suspiros son como borbotones que se escapan. Muy buena entrada, con el recuerdo de esa bella mujer que te dejó su impronta.
ResponderEliminarCon el deseo de que los suspiros sean acallados por las risas, un beso.
"Cuando el manantial de los sentimientos viene crecido, los suspiros son como borbotones que se escapan"
EliminarQué frase más bonita y más real, cómo se nota que eres un gran poeta, con tu permiso me la llevo puesta a mi bitácora particular.
Gracias por tus deseos, ojalá se cumplan, es cuestión de tiempo.
Un beso muy agradecido.
los suspiros son aire y van al aire
ResponderEliminarlas lágrimas son agua y van al mar
que pasa cuando el amor se olvida
¿sábes tu adónde va?
Pues si se olvida... se olvida y punto, jajajaja
EliminarMi mala leche es tal, que pese a que ni veo la TV y apenas leo los diarios, el malestar de la calle sube por los balcones y ventanas y eso me hace suspirar permanentemente.
ResponderEliminarY a veces no se ve ni desde donde sale el malestar porque a los balcones no salen, se conoce que el malestar lo expresan desde dentro de ellos sin asomarse: ¡¡¡AY!!!
EliminarQue verdad son esos suspiros que de adentro salen, es algo que no se puede evitar, a veces de dolor otras de pasión pero siempre encierran sentimientos de lo más profundo ..
ResponderEliminarEsa carta abrió sus entrañas y su dolor .
Un abrazo Tracy.
Sí, un dolor que le quitó las ganas de seguir viviendo y de volver a enamorarse.
EliminarUn suspiro de amor desilusionado, uno de los que sube por todo el cuerpo hata que se hace presente. Me gusta tu historia y aunque hace tiempo que no hablamos de coincidencias hace tiempo escribí la historia de mi tia y su novio Perico y tiene similitudes, resumiendo no se casaron. Un abrazuco
ResponderEliminarPues ... ya te digo, si ninguna se casó, da igual el motivo, el caso es que no se materializó el noviazgo en boda.
EliminarLo nuestro es para estudiarlo ¿eh?
Al llegar la primavera el corazón se pone en marcha y uno viaja de aquí para allá con suspiros. El recuerdo quizá empaña la mirada, mirada que se pierde a un lugar donde vivimos al lado de alguien a quién se quiere; a ese lugar donde el amor jamás se borrará.
ResponderEliminarSi sólo fuera en primavera... pero eso ocurre en todas las épocas del año y si estamos confinados , más.
EliminarVaya con el canalla... si es que no hay profesionalidad, jajajaja
ResponderEliminarJajajaja y sobretodo no se sabe meter una carta en el sobre adecuado, por favor una miajita de atención al acto, jajajajaj
EliminarExtraordinária y enternecedora história la que nos cuentas. Como siempre buscando en los recuerdos almacenados en nuestro disco duro.
ResponderEliminarMuchos besos Tracy
Aquí no hizo falta buscar, al leer "suspiro", saltó la imagen de mi Tía María, porque era verdad que suspiraba muy bien, mejor que nadie.
EliminarLo tuve claro desde el primer momento que esta entrada era para ella.
Besos
Hay suspiros y suspiros...y los de tu tita son los que más de una y uno hemos tenido alguna vez...
ResponderEliminarY sin ninguna duda...ella llevaba razon...no son conscientes...simplemente salen de dentro...
Un saludo
A mí me dio una lección y en esos momentos que como tú bien dices, todos tenemos, me acuerdo mucho de ella y veo que sí, que llevaba razón, que los suspiros salen solos.
EliminarBesos
Los suspiros de la tía, cómo imitarlos. Lo malo es que las décadas pasan y un día una se sorprende suspirando como ella. Precioso post.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Eso es!!!!
EliminarLa vida te va poniendo cositas que te hacen suspirar cuando menos lo esperabas.
Beso enorrrrme.
Me pensaba algo más desgarrador.
ResponderEliminar;)
Eso también tiene tela, ¿eh?
EliminarPero imagino que al estar en guerra, pensaste en la muerte, pues...¡sorpresa!
yo me alivié un poco porque pensé que la carta era un necrológica jaja... y solo por eso no tuvo mas pareja? es que ella debería conocer bien la frase famosa que dice "de los cuernos y la muerte no se salva nadie" je... saludos
ResponderEliminarSólo por eso y además enamorado de él, aunque ella no quisiera reconocerlo.
EliminarDesde luego de la muerte no se salva nadie, de los cuernos, lo mismo hay algún afortunado que se salve ¿no?
Los suspiros claro que salen de las entrañas y sin saber como... Es una acción tan natural como tierna cuando salen con ese aire de ensueño... Y sino tampoco pasa nada. A quién no le ha pasado algo similar?
ResponderEliminarUna entrada conmovedora y bien estructurada, Tracy. A mi me ha fascinado.
Abrazos y feliz día, amiga !!!
Gracias Joaquin por tus palabras.
EliminarUn abrazo
Preciosa entrada Tracy, llena de suspiros en blanco y negro.
ResponderEliminarMe encantó.
Besos al alma
Me alegro mucho que te haya parecido preciosa mi entrada-
EliminarBesos desde el alma
Por lo menos se enteró y así pudo pasar página. Me gustó mucho el realismo de tu relato.
ResponderEliminarBesotes
No creo que pasara página.
EliminarMyriam en fuerte abrazo
Todos suspiramos, es un desahogo. Muy logrado tu escrito.
ResponderEliminarAquí hasta la Cibeles suspira, se oye perfectamente por el poco tráfico que hay.
🌺🌻
Es que la cosa está para que suspire no sólo Las Cibeles, sino también Neptuno.
EliminarLos suspiros y las entrañas, de lo más profundo del alma.
ResponderEliminarUn abrazo!
... desde los centros.
EliminarBesos del alma
Es cierto, a suspirar no se aprende. Pobre de tu tía.
ResponderEliminarMil besitos, Tracy y feliz tarde ❤️
Se suspira sobre la marcha, ¡qué verdad!
EliminarUn abrazo grande y fuerte
Tracy, puedo decirte que has conseguido un "cortometraje en blanco y negro"ameno y cercano, a pesar del tiempo. Te hemos visto correr, traviesa y divertida, presentándonos a tu guapa y misteriosa tía disculpándote siempre.Has creado un ambiente perfecto para hablarnos de ese "misterioso suspiro",que conteniendo la respiración hemos leído todos, para suspirar después contigo. Te ha quedado redondo, amiga. Si tu tia existió, te sonríe feliz desde arriba.
ResponderEliminarMi felicitación por tu buen argumento y buen guión.
Mi abrazo y feliz tarde.
Existió y si está viendo lo que has escrito, estará pensando ¿pero que ha hecho mi sobrina contar lo que me pasó con Pedro y hablan de una película? ¡Esta niña.... no para!
Eliminarmi abrazo para ti y para ella esté donde esté.
Inesperado giro que me ha sacado una sonrisa... muy sabia esa reflexión sobre los suspiros...gesto inconsciente que no se aprende, simplemente, se siente. Un fuerte abrazo y muchas gracias por participar. P.d también yo tuve una tía al que le decía Tita
ResponderEliminar=)
Estas coincidencias sin importancia, me llenan de alegría, las interpreto como signo de estrecha relación.
EliminarMuchas gracias por conducirnos y por el tema que me ha permitido hacer un homenaje a mi Tita María.
Fuerte decepción de Pedro, se llevó tu Tita... Que fue aliviando con suspiros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya te digo... y la s secuelas que le duraron toda una vida.
EliminarY el beso, que volaba tras la mano,
ResponderEliminarrompiendo el aire, se volvió suspiro.
(Luis Gonzaga)
https://jenofont.wordpress.com/2020/05/21/suspiro/
Gracias por el enlace a tu entrada sobre los suspiros, tan documentada como siempre.
EliminarUn abrazo
Me ha encantado tu relato. La verdad es que tu pobre tía tenía toda la razón al suspirar, pero debió olvidar a ese canalla.
ResponderEliminarUn beso, Tracy
debió olvidar pero no lo hizo, "fihatetú"
EliminarBesos Rita
Muy bonita la historia que nos cuenta. Hizo muy bien aunque lo quería, de cortar con él.
ResponderEliminarHas jugado muy bien con la trama, por un momento pené que murió en la guerra. Como todos los buenos escritores, has tenido el suspense hasta el final.
Besos
Besos
Se presta a pensar en la muerte por aquello de la guerra, pero no, salió de ella vvito y cleando, nunca mejor dicho, jajajajaj
EliminarMuy bonita la historia de tu tía Carmen. Yo pienso igual, no merecía, tu tía valía mucho más que él :-)
ResponderEliminar¡Ayyyyyyyyyyy! Cuantas historias habrá con tanta carga de suspiro qeu hasta mueven el aire y formen remolinos :-)
Abrazos
Carmen era la otra, mi tía era la engañada, bueno a lo mejor también la otra era engañada y también le metió la carta equivocada. Eso para la continuación, jajajajaj
EliminarUn fuerte abrazo
Un tío mío, hermano de mi abuelo, también fue mi padrino y también me quería especialmente. También era soltero. Suspirar, que yo recuerde, no suspiraba. La gente decía que tenía muchas cosas de él.
ResponderEliminar¿No se llamaría Pedro, por casualidad?, jajajajaa
EliminarUn poco más arriba he dicho que me gustan esas coincidencias con las personas que aprecio, son señales de amistad.
Se llamaba José María. Me pusieron su nombre.
Eliminar¡Ah! creía que iba a ser el Pedro de mi tía, y entonces ya... ¡apaga y vámonos!
EliminarTanto las lágrimas como los suspiros sirven para desahogar el alma, ese sentrir profundo que se aloja muy dentro de los tuétanos; las primeras sirven para drenarla... los segundos para descomprimirla, respiramos profundo y elevado y el nudo del estómago desaparece o por lo menos se atenúa esa tirantez que sentimos en el plexo solar...
ResponderEliminarAy los suspirillos del alma ¡quién no los ha expresado alguna vez!
De todas formas, mejor enterarse a tiempo que lamentarlo toda la vida...
Abrazo
Qué bien lo has explicado!, al final somos máquinas con alma, pero unas máquinas preciosas y con vida-
EliminarUn beso grande.
Creo que tía tenía razón, los suspiros salen de dentro.
ResponderEliminarMe gusta el relato en blanco y negro.
Abrazos
Gracias siempre por tus palabras. Maitechu
EliminarQue lindo todo lo que te escriben y lo mucho que te quieren
ResponderEliminarYa ves muchachita
la gente te necesita
y te ama
un brindis por vos
Chin- chin!!!
EliminarYo también los quiero mucho a ellxs, y a ti, son..., sois "mi gente virtual" Y en la tribu todxs nos necesitamos.
Besazo enorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrme
Siempre he pensado que los suspiros son un alivio para el alma. Mi segundo nombre debería ser Inés o Doña Suspiros. y a pesar del engaño a tu tía, te aseguro que la historia es preciosa, y está llena de un sentimiento tan profundo... Te dejó un buen consejo, solo que la vida es tema aparte y nos ofrece lo que quiere.
ResponderEliminarQue tus suspiros sean siempre bellos aunque huelan a tristeza o a nostalgia porque eso significa que había también mucho amor.
un beso enorme.
Jjajajaj como yo le llamaba a mi tía "la reina del suspiro"., otro detalle que sella nuestra reciente amistad.
EliminarTe agradezco tu deseo de que mis suspiros sean siempre bellos: GRACIAS.
Un abrazo muy fuerte.
Como dice Mucha, eres una chica muy querida, Tracy ... no cambies nunca.
ResponderEliminar¿A estas alturas voy a cambiar? no merece la pena, con lo que me ha costado y me cuesta poner orden entre "las mujeres que habitan en mí".
EliminarUn beso Don Enrique, usted es el que no debe cambiar.
Me has hecho recordar a mi madrina y tita, quien tampoco se caso pero nunca me dijo el motivo. Que tendrán esas madrinas que nos marcan de por vida para bien? Precioso relato y más si es real, besos.
ResponderEliminarSí es real, ¿por qué no le preguntaste? nosotros tuvimos confianza cuando me hice mayor y hablábamos de muchas cosas.
EliminarCreo que siempre influyen para bien, al menos en mi caso.
Me alegro que te haya hecho recordar episodios bonitos de tu infancia.
Abrazos
Después de una jugarreta así, no entiendo que siguiese suspirando.
ResponderEliminarSalu2.
"Fihatetú"
EliminarDesde luego Pedro no se merecía a la Tita y mucho menos sus suspiros, pero entiendo que ella no pudiera evitarlos.
ResponderEliminarBss.
Me ha encantado esta historia familiar entre suspiros y me ha recordado a muchas personas que se pasan la vida suspirando sin que sepamos el porqué. Preciosos. Un beso, amiga
ResponderEliminarSiempre hay que pensar que los suspiros son por algo y para alguien, según mi tía y con el paso del tiempo he comprendido que es verdad.
EliminarGracias por venir y comentar
¡Qué verdad que los suspiros no se enseñan! ...y eso que le pasó a tu tía demuestra que ciertas cosas pasaban aún antes de la tecnología.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu historia, de verdad.
Un beso.
Me alegro que te gustará, la vida siempre diósorpresitas.
EliminarMuchos besos