Nos dirige MAG y en su blog podréis recordar esos olvidos imperdonables que conocemos o hemos tenido...
Un olvido verídico que le pasó a un primo mío y que le costó el divorcio.
Parece un cuento pero no lo es, aunque reconozco que es increíble.
Para poneros en situación: El Córdoba CF había subido a Primera División y mi primo sacó las entradas para verlo jugar en Madrid. Coincidía esta fecha con que la hija mayor que estudiaba en EEUU, tenía el vuelo desde Madrid, su mujer le propuso irse todos en el coche a Madrid y una vez allí él se iba al Partido y la mujer con la niña pequeña, llevaría a la mayor a coger el avión.
Hasta ahí bien "familia que hace planes unida, permanece unida"
Pero al entrar en Madrid tuvieron un accidente con el coche, sin gran importancia, pero suficiente para trastocar los planes. Mi primo se puso nervioso, muy nervioso, yo diría, conociendo lo futbolero que era, que se puso nerviosísimo y el problema se zanjó cogiendo cada uno un taxi, él al estadio y ella al aeropuerto con las dos niñas y como el coche se lo llevó la grúa, él quedó en gestionar la vuelta con gente conocida que había ido desde Córdoba a ver el partido y que se verían en una cafetería conocida por ambos al terminar el fútbol.
"La familia que se enfrenta a los problemas unida, jamás será vencida"
Los hechos siguieron su curso, la niña cogió el avión y la madre con la otra niña, se fue a la cafetería donde habían quedado y "les dieron la una, las dos y las tres" y se fueron a un hotel con un cabreo morrocotudo y sin tener como localizarlo porque los móviles entonces no existían.
El Córdoba había ganado, la euforia entre los asistentes rozaba la locura, comentando hasta el más mínimo detalle del encuentro y celebrando el éxito como se merecía, bebida, comida y durmiendo la mona en el regreso a Córdoba.
Cuando mi primo llegó s su casa sonó el teléfono era su hija para decirles que el vuelo había ido bien y que le pasara el teléfono a su madre:
- ¡¡¡Horror, terror y pavor!!!. se había olvidado recoger a la mujer en la cafetería, pensó no decir nada para que la hija no le armara la bronca
-Mamá y tu hermana están durmiendo.
Se sentó a esperar que su mujer hiciera la fatídica llamada, pensando como le disfrazaría el olvido imperdonable que había tenido.
"Familia que no viaja unida, jamás estará avenida"
De cómo volvió la mujer y la hija pequeña a su casa, es para troncharse, sólo diré que regresaron a la mañana siguiente en el autocar de los jugadores, pero ni por esas el matrimonio se salvó.
PD Y hablando de olvidos,,,:
No quiero que se me olvide felicitar a las Conchas, Inmaculadas
Mayquillas y desearles lo mejor de lo mejor.