MOLÍ esta semana nos ha puesto a jugar, animaros y uniros a nuestro juego
Partiendo de que la vida es un juego, pienso que los juegos de la niñez nos entrenaron, sin saberlo, para el Juego de la Vida:
Las niñas
Jugabas a las casitas, para luego tener tu hogar
Jugabas a las muñecas, que luego serían bebés.
Jugabas a los colegios y ¿quien no ejerció de maestra alguna vez?
Jugabas a saltar la comba y aprendimos a saltar obstáculos
Jugabas a "la goma" y aprendías a moverte en la cuerda floja
Jugabas al escondite y aprendimos a escondernos
Jugabas a echar carreras, y ¡anda que no nos ha servido!
Jugabas con la pelota para aprender a echar balones fuera
Jugabas a columpiarte, por si la vida hacía que te columpiaras
Leíamos Cuentos de hadas y aprendimos que no hay que esperar al Príncipe azul sino ir a buscarlo.
P D Perdón por no citar a los niños, si en alguna próxima vida lo soy, os prometo que completaré esta entrada.
Algunos juegos los comparto, pero jugaba mas a juegos de niños. Traes recuerdos de una infancia magnifica lo recuerdo todo con alegría.
ResponderEliminarTambién yo recuerdo mi infancia con alegría y estoy agradecida por ella.
EliminarNos dejas un repaso de la vida en juegos infantiles , pero que es asi, es un ciclo que se va cumpliendo con el tiempo.
ResponderEliminarMe gusto el enfoque otra manera de vivir y jugar. Un beso.
Gracias Campi, la verdad es que desde que dejé los juegos infantiles, siempre pensé en tomarme la vida como un juego y pasarlo lo mejor posible.
EliminarBesitos.
Aunque cada vez menos, hay algunos juegos que perduran, las canicas, el trompo, la comba..., aunque cada vez son menos los que se ven, ahora todos/as están mirando un movil.
ResponderEliminarSaludos
Me da mucha pena que los niños de ahora sólo sepan jugar con las maquinitas. ¡Lo que se están perdiendo!
EliminarHola, Tracy, los juegos de la niñez tuyos coinciden con los míos. ¡Cuánto nos enseñaron sin saberlo!
ResponderEliminarUn beso!
Por eso ahora sabemos tanto, jajajajaja
EliminarBesazo.
Yo conocí a un niño que tenía un tirachinas de gomas y jamás mató a un pájaro.
ResponderEliminarEs que el tirachinas, no era para enseñar a matar, sino para aprender a apuntar debidamente, seguro que ese niño que conocías ahora de mayor que siempre hace diana allí donde apunta
EliminarExcelente resumen y muy demostrativo de que el juego entrena a vivir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Julio, pero es verdad que creo que el juego sirve para entrenarnos a vivir
EliminarUn abrazo.
Como lo lea uno de esos modernillos, no veas. ;)))))
ResponderEliminar¿Qué pasaría? los modernillos también con las maquinitas se están entrenando para cuando sean mayores que no sabe lo que les espera..
EliminarAhora mismo me haces recordar mis juegos de cocina, las muñecas, la maquinita de calcular, la mancha,la escondida, la soga, el Martín pescador, y tantos juegos infantiles! Un abrazote Tracy!
ResponderEliminar¿Qué es la mancha escondida? aquí por ese nombre no se conoce ningún juego, al menos que yo sepa..
EliminarLa mancha se juega a correr tratando de que no te toquen y si lo hacen tenés que ir a perseguir a otros. Y la escondida es el escondite para ustedes uno cuenta y otros se esconden.
EliminarEso yo lo llamaba " herida o muerta" qué barbaridad de nombre, si te tocaban estabas herida y su te cgían estabas muerta.
EliminarCreo que los que jugábamos en la calle fuimos unos privilegiados comparado con los de hoy en día que van de pantalla en pantalla.
ResponderEliminarBesos.
Totalmente de acuerdo, no saben lo que se perdieron.
EliminarMagnífica infancia la mía y la tuya.
ResponderEliminarMe encantaba jugar a las tiendas, vendía de todo.
Estoy volviendo Tracy de una etapa complicada.
Un abrazo.
Lo de las tiendas se me ha olvidado, también yo jugué a vender y comprar.
Eliminar¿Cómo estás? llevo unos meses muy irregulares porque con las vacaciones no he editado a diario, así es que no te he echado en falta, aunque me he acordado de ti y tus circunstancias.
Espero que estés volviendo estupendamente bien.
Un fuerte abrazo.
Mientras las niñas jugaban a lo que les daba la gana, aunque les dijeran que algunos juegos eran solo de niños, los niños jugábamos a menos cosas, porque nos creíamos de verdad que era un desdoro para nosotros jugar a juegos de niñas. Por eso salimos más limitaditos.
ResponderEliminarBueno, no te creas, a las niñas que jugaban a los juegos de los niños, les llamaban marimachos, pero gracias a ellas se ha abierto camino la inclusión de los géneros.
EliminarVisto así, pues si... lo que pienso es en lo mal que lo tienen las niñas de ahora y los niños... Muy bueno, besos.
ResponderEliminarLo tienen fatal con tanta pantallita, qué daño le están haciendo.
EliminarBesos y gracias por tu dirección.
Una buena memoia poética de los juegos, despertada en la anáfora "jugabas". La niñez no se olvida. Época bella e inocente. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarEs la etapa más importantede la vida y depende de cómo la vivamos , será la persona en laque nos convertimos de mayores.
EliminarHola Tracy, unas estrofas profundas y emotivas... Como la vida misma...
ResponderEliminarTuvimos mucha suerte al nacer en aquella época. Son tantos los recuerdos, los juegos que me emociono. Precioso. Un abrazo
Cada época tiene sus juegos que preparan a los niños para ser los adultos del mañana.
EliminarYo estoy muy contenta con la época que me tocó vivir en la infancia, es eso coincidimos y me alegro.
Un abrazo.
No hace falta nombrarlos, Tracy. Los niños que fuimos, los llevamos dentro, en el rincón más cálido junto a los viejos recuerdos. Un abrazo
ResponderEliminarEs verdad esos niños de ayer conviven con nosotros, recordándonos lo que aprendimos de pequeños. Un abrazo Neo
EliminarEn la próxima vida no sé, Tracy, pero en ésta y en éste texto de hoy ... subliminaste el compromiso.
ResponderEliminarSi tú lo dices...
EliminarEran juegos preparatoriso de la vida. Tal jugábamos al escondite preludiando lo que de adultos tendríamos que hacer más de una vez.
ResponderEliminarUn buen repaso a los juegos del ayer. Un abrazo, Tracy
Vaya un buen recorrido por los juegos de la infancia! Sin duda, jugando aprendimos mucho! Un abrazote!
ResponderEliminarAprendimos más de lo que pretendía que aprendiéramos, jajaja
EliminarHola, Tracy, y los recortables, mi infancia la recuerdo recortando muñequitas de papel y luego poniéndoles vestiditos, también de papel. Tenía cajas llenas de muñecas de esas. Buenos recuerdos. Pero también jugaba a juegos de niños, porque nos juntábamos en la calle niños y niñas y lo que tocara ese día...
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Qué de buenos recuerdos. Aún guardo una caja con todas mis canicas :))
ResponderEliminarEs que eran preciosas esas canicas de cristal de colores.
EliminarSi te reencarnas que no sea en algún niño de los de hoy que no saben de niñez, tristemente.
ResponderEliminarTus recuerdos, que son los de la mayoría, nos han ayudado a madurar.
Un beso enorme.
Descuida, eso lo tengo clarísimo, jajaja
EliminarTracy, hace un ratito le decía a María que es muy bueno recordar nuestra etapa infantil, los juegos y el ambiente entrañable que nos rodeaba...Nos llenamos de inocencia, de magia y de frescura. El corazón necesita renovarse de vez en cuando, porque nuestro mundo nos prueba y nos vuelve fríos e indiferentes...Muy bueno, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi cariño.
Esas vivencias las llevamos dentro y cuando afloran nos hacen ser mejores personas.
EliminarUn abrazo querida María Jesús.
Oye... no te has dejado ni uno. Todso tenian su aprendizaje y para luego hecer las precticas.
ResponderEliminarva a resultar que tambien estabamos estudiando mientras jugabamos. No es que me sintiera culpable, pero es una alivio
Beosss Tracy
Algunos juegos sí se me han olvidado, los he recordado al leer a otras compañeras, pero todos contienen un aprendizaje para saber jugar el juego de la vida.
EliminarInteresante lo de los juegos como aprendizaje.
ResponderEliminarBien contado. Un abrazo.
Tracy, los niños, todos los llevamos puestos aunque disimulemos, si los juegos eran iniciativas para prepararnos a la madurez y la responsabilidad Un abrazo
ResponderEliminarTotalmente cierto. Me he sentido identificada con muchos de los juegos que describes. Y qué felices éramos.
ResponderEliminarUn abrazo.