Cómo sabéis ayer fuimos mi hija y yo a echar una mirada a Fuengi, cogimos el trenillo y a las doce estábamos allí, menos mal que hacía un día espléndido, nos paramos a ver a la bolichera y a tomarnos un vaso de caldo en la barra del Torreblanca, para no entretenernos.
Llegamos a la casa, por fuera todo estaba bien, por una calle y por otra y nos disponemos a subir y...
¡Mi hija había cogido las llaves de Córdoba en lugar de las de Fuengi!
Al principio creí que me estaba gastando una broma, pero cuando me las enseñó...
¡Grrrrrrrrrrrrr!
Todos los pisos estaban vacíos, como era de esperar, no pudimos entrar ni al Portal, ni preguntar a nadie, así que nos fuimos a la playa, hablando de lo mismo, a tomarnos un piscolabis que mi abuela decía que las penas con pan son menos penas.
Y poco a poco nos fuimos animando, visitamos una librería de segunda mano con una imagen de perros que me enamoró
Cogimos el trenillo de vuelta como si nada hubiese pasado y al bajar, fuimos a La Guardia, bodega que ya os he mostrado muchas veces, que como el trenillo , estaba petá
no hay nada que anime más en estas circunstancias que un fifti -fifti y unas banderillas, entre gente alegre.
Y de allí a Calle Larios, a seguir la alegría malagueña que no tiene parangón
"No hay mal que por bien no venga ni mal que cien años dure", que diría mi abuela..




Dónde están las llaves,
ResponderEliminarmatarile, rile, rile.
Dónde están las llaves,
matarile, rile, ron chimpón.
Jajaajajajajja
Jajaja no estaban perdidas, sino cambiadas.
EliminarBah, Tracy!! Esses imprevistos e descuidos acontecem!!!
ResponderEliminarO bom é que conseguiram bem aproveitar e não ficaram a lemantar!
Deu para um dia bem alegre as duas juntas ter!
Assim é que vale!
beijos, tudo de bom,chica
Pues sí, menos mal que le dimos la vuelta a la tortilla.
EliminarOlá. Independentemente da publicação que vi e li com todo o gosto, passo a fim de desejar um NATAL MUITOS FELIZ, para si, família, e a quem mais residir em seu coração.
ResponderEliminarBOAS FESTAS.
.
“ Natal, haja bondade no coração “ .
Te deseo lo mejor para ti y los tuyos en estos días y siempre.
EliminarSon cosas que pasan, pero luego os supisteis resarcir a base de bien. ;)
ResponderEliminarSí, lo supimos enmendar.
EliminarTu hija es una genia. Por las dudas de un mal momento eligio cambio de llavero y te llevo de paseo y diversion. Esa chica vale oro, un abrazote hermanita.
ResponderEliminarSí, pero en un primer momento a ella le dio por reír y yo la hubiera matado, menos mal que el mar nos spaciguó.
EliminarSabes , solo el ver esa sonrisa tuya y tu hija lo demás , que le den ajajja. Otro día de turismo os toca de disfrutar. Y es cierto, las penas con pan son menos. Besotes.
ResponderEliminarLa verdad que al final lo pasamos muy bien.
EliminarClaro... Y el que no se conforma es porque no quiere.
ResponderEliminar...o porque no puede, pero nosotras pudimos. ¡Menos mal!
EliminarDa gusto con vosotras.
ResponderEliminarTe cuento... Una tía de mi marido iba con su hermana por el campo subidas en un borrico y se cayeron porque el animal tuvo una caída y cuando se vieron en el suelo y que no se habían hecho ni un arañazo, le dijo una a la otra:
Eliminar-¡Vamos a reír, hermana!
En mi casa esa frase ha quedado como recurso, cuando pasa una cosa como está de las llaves, así es que dijimos, "vamos a reír hermana"
¡Y a reír!
Esas cosas pasan hasta en las mejores famílias!
ResponderEliminarMolts petons
¡Ya te digo!
EliminarTracy, llego tarde, ya sabes, “nietolandia” tiene sus propios horarios, pero no quería dejar este post sin mi abrazo.
ResponderEliminarMe he reído imaginando la escena de las llaves cambiadas… esas cosas que en el momento te suben la bilirrubina, pero luego se convierten en historias que una cuenta con una sonrisa.
Lo bonito es cómo lo resolvéis siempre: un trenillo, el mar, un piscolabis, una librería de segunda mano, un fifti-fifti en La Guardia y, al final, ese “vamos a reír, hermana” que vale más que cualquier llave correcta.
Así da gusto perderse un poco por la vida.
Un beso grande, y que siga la alegría malagueña acompañándote.
Tú disfruta de tu "nietolandia, que es lo que nos toca ahora, aunque sin olvidar a los "abuelolandia", jajaja.
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