Uno de mis momentos favoritos del fin de semana es el desayuno en la calle, a ser posible al sol, mientras leo la prensa tranquilamente.
Hay veces que este momento se quiebra por noticias, que aunque se esperen, te sobrecogen.
Este fin de semana malagueño toda la prensa hablaba de la muerte de Delibes.
He recordado la ternura que me provocó Azarías en "Los santos inocentes" o las sonsrisas que me provocaba la viuda de "Cinco horas con Mario" o la obra que dedicó a su mujer, de la que estaba profundamente enamorado, y cuya muerte nunca superó: "Señora de rojo sobre fondo gris", en fin...
Por los ratos que he pasado leyendo sus libros o viéndolos representados en cine o teatro, le dedico este pequeño espacio en mi post de hoy.
Bonito post ! Descansa en paz Miguel.
ResponderEliminarSorteo en Only the Best, no te lo pierdas. Besitos wapa.
Un gran genio Miguel...Una gran pérdida de la literatura española...
ResponderEliminarEs un momento especial brillante y único ciertamente el de disfrutar el desayuno en calma bajo los rayos de sol, un buen café, croissant o lo que se tercie mientras las manos se manchan por la tinta de las páginas del periódico, que siempre trae NOTICIAS y habitualmente no buenas. Pero te ubican y te bajan a tierra. Para que no creas que todo es el sol, sus placenteros rayos y la taza de café matutina...
ResponderEliminarGrande Delibes. Como decía Trueba junior en El País, menos mal que nos queda la muerte para sacar el orgullo de nuestras figuras... Tristemente...
ResponderEliminarun homenaje perfecto!
ResponderEliminarun abrazo, Olga