Hora punta en el Super, compro lo imprescindible y elijo la caja que tenía menos gente,
-¡Qué suerte!, con la cantidad de gente que hay aquí...
No había terminado de pensar ésto, cuando vi que la susodicha persona sacó de su monedero, una cantidad ingente de céntimos para pagar.
No daba crédito. ¡Hombre! las monedillas se van soltando poco a poco y no a mogollón, digo yo.
La cajera se armó de paciencia y empezó a contar, de vez en cuando decía:
-No va a tener bastante.
Cada vez que oía ésto, la persona en cuestión, se sacaba del bolsillo más chatarra: monedas de diez, veinte, cincuenta céntimos y alguna desperdigada de un euro. Tenía que completar hasta doce y pico.
El tiempo pasaba ante el desespero de los que allí estábamos, nos asaltaban las ganas de ayudar a contar, mientras que la persona interesada no se inmutaba.
Por fín la cajera terminó su pesada tarea y suspirando se iba a dirigir a mí para atenderme, cuando oye:
- ¿Me da una bolsa para meter la compra?
Se la da y le dice:
-Son dos céntimos.
Me dieron ganas de dárselos yo y acabar de una vez, pero ante mi asombro veo que se busca en el bolsillo y saca un billete de diez euros. Todos nos quedamos atónitos y la cajera airada dijo:
-¿No tiene usted cambio?
-¿Cómo voy a tener cambio si se lo he dado todo a usted?
Y vuelta a contar el cambio del billetito.
¿¿¿ ???
No creáis que es un chiste, es autenticamente verídico, palabra y no era cámara oculta.
¡Que tengáis una feliz semana!
No había terminado de pensar ésto, cuando vi que la susodicha persona sacó de su monedero, una cantidad ingente de céntimos para pagar.
No daba crédito. ¡Hombre! las monedillas se van soltando poco a poco y no a mogollón, digo yo.
La cajera se armó de paciencia y empezó a contar, de vez en cuando decía:
-No va a tener bastante.
Cada vez que oía ésto, la persona en cuestión, se sacaba del bolsillo más chatarra: monedas de diez, veinte, cincuenta céntimos y alguna desperdigada de un euro. Tenía que completar hasta doce y pico.
El tiempo pasaba ante el desespero de los que allí estábamos, nos asaltaban las ganas de ayudar a contar, mientras que la persona interesada no se inmutaba.
Por fín la cajera terminó su pesada tarea y suspirando se iba a dirigir a mí para atenderme, cuando oye:
- ¿Me da una bolsa para meter la compra?
Se la da y le dice:
-Son dos céntimos.
Me dieron ganas de dárselos yo y acabar de una vez, pero ante mi asombro veo que se busca en el bolsillo y saca un billete de diez euros. Todos nos quedamos atónitos y la cajera airada dijo:
-¿No tiene usted cambio?
-¿Cómo voy a tener cambio si se lo he dado todo a usted?
Y vuelta a contar el cambio del billetito.
¿¿¿ ???
No creáis que es un chiste, es autenticamente verídico, palabra y no era cámara oculta.
¡Que tengáis una feliz semana!
No me lo puedo creer!...yo no sabría si reir, llorar o cometer un delito! Si es que hay gente pa tó...
ResponderEliminarJajaja la gente hace unas cosas, que no tienen vergüenza, que fuerte por favor, es para darle con la barra de pan en toda la cabeza.
ResponderEliminarBesotes.
Es dineron, no? Asi y todo... Que plasta!
ResponderEliminarZepequeña.
Muy gracioso, pero vaya faena si te ha tocado :)
ResponderEliminarEn seriooooooo????
ResponderEliminarCada día la gente está más loca, jiji!!
Besitos!
Ne acabas de dar una idea para la gran cantidad de monedas de menos de un euro que tego "ajarronadas".
ResponderEliminar...eso si, ire cuando el supermercado este semi vacio. A saber, le hora en que las mamas estan en el cole recogiendo los niños o casi la hora de cerrar por la noche.
Lo de los diez euros final me parece antologico. La cajera podia haberle devurlto las monedas, jejeje
Y el cambio, ¿se lo dio con las monedicas? Espero que sí!!!
ResponderEliminarnooooooooooooooooooooooooooooooooo, por dios! hay gente para todo en este mundo!
ResponderEliminarjajajajjajaja.
ResponderEliminarXXXXXXXXXXXXXXX
hay gente para todo en esta vida y nunca mejor dicho!! paciencia...
ResponderEliminarSi no lo dejas claro, pensaría que era una broma, de Ripley, como decimos por aquí, no me daría la paciencia, creo que hubiera salido corriendo a buscar otra caja, qué locura.
ResponderEliminarBueno, al margen de eso, a olvidar a los desconsiderados, y que pases una feliz semana.
Qué fuerte!! ¿Seguro que no era una cámara oculta?
ResponderEliminarYo tengo un montón de centimillos que siempre olvido utilizar...
Un abrazo!
Tuviste show gratis, Tracy!!! Me encanta tu super!!!!!
ResponderEliminarPues es de reír, sin duda!!!!! La verdad, es que dinero es no????? jejeje
ResponderEliminarBesos,
elroperoabierto
Si es que lo que no te pase a ti!!! :)
ResponderEliminarPaciencia, buena aliada para empezar la semana!
jajajaja...la verdad es que parece de chiste!!! hola wapa, perdona por haber estado ausente tanto tiempo...ya sabes, demasiadas crisis en mi vida!! pero poco a poco vamos remontando el vuelo! gracias por seguir acordándote de mi!un beso!
ResponderEliminarCómo desespera eso ,sobre todo si se tiene prisa...hay gente para todo y es cierto que muchas veces la realidad supera a la ficción.
ResponderEliminar¡A mí siempre me da la impresión de que me pongo en la cola que más tarda!
Feliz semana que comienza
Un Beso
jajjajjajaj Tracy, pá matarla, la mujer no debía tener prisa y la cajera un dechado de paciencia.
ResponderEliminarSuele suceder que cuando más prísa tienes se termina el rollo de papel de la caja, o la cajera decide contar el dinero y enrrolllarlo para meterlo por el tubo, en fin, yá sabes el refrán "vistemé despacio que tengo prisa"
Besos de paciencia.
Pues sí, merecía un cuento!!!
ResponderEliminar¡Me acabas de dejar flipando! Gente rara rara rara hay en todos lados. Es increíble que no soltara el billete de 10 euros desde el principio y con algunas de esas monedas, y que sea capaz de darlo para pagar dos míseros céntimos... No es por nada, pero he visto comprar una botella de agua en una tienda de chucherías a un amigo, con un billete de 10 euros si no me equivoco y mirarle la dependienta con una cara rara y mala de pensar que es un timo. Pero realmente, el chico no tenía monedas para pagarlo y necesitaba el agua. En una cantidad de 12 euros, pueden haber muchísimas monedas pequeñas... y ser algo realmente interminable y para mirar con mala cara de verdad. ¡Qué gente!
ResponderEliminarUn beso
Ya estoy aquí.
ResponderEliminarPues a mí me pasó algo mejor.
Estoy en la cola del super con Rocio y una amiga mía. Le digo a Rocio que pague y yo sigo hablando con mi amiga. De repente oigo a la cajera decir, un momento, un momento.
¿Pero que pasa? digo yo.
¡¡Me había tocado la compra gratis!!!
Es la primera vez que me pasa y creía que era una broma, pero no, me fuí del super más feliz que una perdiz.
Un beso
que bueno Tracy, es digno de un guión cinematográfico...seguro que no había cámara oculta???jajaja... es que el final es de traca!!!
ResponderEliminarjajajaja!!! es que estamos más pa lla que pa ca!!!
Un besito redondo...sin céntimos!!!!
Por Dios!vaya que has tenido una experiencia, eh? paciencia de santo para contar todas las monedillas y luego lo del billete,por favor.
ResponderEliminarAl menos te ha quedado una buena anécdota y nos has hecho divertir un rato :)
Un besito!
Jazmín.
me escapé al campo; me hacía falta oxígeno. La próxima vez te aviso, que los supermecaos estresan mucho!!! jejejeeeee...
ResponderEliminarcon céntimos, si es que hay gente pá tó
besos miles
Jajajaja, es de no te lo puedo creer pero pasa!!!
ResponderEliminarTe juro que no hubiera tenido la paciencia que tu y me hubiera ido a otra fila, aunque estuviese más larga jajaja.
Besos,
Piedad
Me he estado riendo un rato largo antes de poder escribir el comentario...si es que hay gente que busca que la estrangulen!!!jajaja
ResponderEliminarbesis
clara