Desde pequeña me han gustado porque su color y su brillo me atraían.
Las tengo asociadas a los pendientes que me hacía con ellas,
y que lucía toda orgullosa, hasta que una vez se me cayó una, mi abuela la pisó y se dio un porrazo morrocotudo.
A partir de entonces, prohibido ponerse pendientes cereciles.
Pero yo, que ya apuntaba maneras en acicalarme con complementos, me llenaba los bolsillos de cerezas y me metía en un armario "de andar", de esos de las casas antiguas, y empezaba a engarzarlas para hacerme collares y pulseras formando manojos maravillosos que me duraban puestos hasta que alguien me echaba de menos y venía a buscarme, sacándome del armario con el consiguiente desparrame de cerezas que luego tenía que recoger una a una, lavarlas y colocarlas en un frutero.
(ni que decir tiene que mi tía María, mi hada madrina, me ayudaba y casi hacía ese trabajo por mí).
De mayor recuerdo la impresión que me produjo visitar el Valle del Jerte con sus cerezos en flor.
Fue un gran descubrimiento, ese valle que parecía estar nevado, con la blanca flor del cerezo
Para mí, las cerezas tenían asociado un nuevo color: el blanco.
Má tarde descubrí que las cerezas podían, también, ser protagonistas en juegos lúdico-festivos.
Tuvo que pasar algún tiempo, en el primer año de instituto de mis hijas, en que hicieron intercambio con otras dos hermanas francesas y fuimos a llevarlas para conocer a la familia (aún hoy tenemos una gran amistad).
Vivían a las afueras de París en un chalet con un gigantesco cerezo en el jardín.
Recuerdo a mi marido con una camiseta verde pistacho, con un Mickey enorme en el centro
colocado bajo el árbol sin parar de comer cerezas, aunque parecía que era Mickey quien las comía.
Nos reíamos tanto, que aún hoy lo referimos y seguimos riendo.
En la actualidad siguen ocupando un lugar privilegiado en mi cocina ¿no habéis probado el gazpacho de cerezas? es una variante exquisita y apetecible.
Cuando cumpla cien años, la cereza también estará en mi vida, aunque sea volviendo a ver la película de Abbas Kiarostami.
¿Queréis una?
¡Buen provecho!
¡¡Sí que quiero una!!
ResponderEliminar¿Sabes lo que más me gusta de las cerezas? la sensación en la boca al pronunciar la palabra, despacito: ce-re-zas...
Besos
Las cerezas para mi significaban la llegada del buen tiempo, de la manga corta, del solecito, de la buena fruta del verano... del verano, claro.
ResponderEliminarSerá por su color o porque no puedes parar de comerlas, pero siguen significando una alegría.
Abrazos!
Creo que todo el mundo de pequeños nos poniamos las cerzas en las orejas!!! jajaja bendita inocencia....a mi por que no me dejan seguir haciendolo que si no.... :P
ResponderEliminarEl Valle de Jerte es preciosiisimo!!
Besines!!!
A mi tambien me encantan las cerezas y las picotas (aunque estas no tengan rabo).
ResponderEliminarEl Valle del Jerte es una de mis muchas asignaturas pendientes y que voy aprobando poco a poco............ya le llegara el turno a ser posible la proxima primavera........
Mientras tanto me conformare con un buen gazpacho de cerezas e intentando conseguir esa peli que recomiendas.
Besos y feliz dia
Cualquier cosa cotidiana, la conviertes y adornas en noticia de actualidad... Eres muy buena...
ResponderEliminarBeso con sabor de cereza para ti.
¡Qué gran recuerdo tienes sobre las cerezas!.Mi hermana también se ponía las cerezas como pendientes. No sabía que se puede hacer gazpacho de la cerezas.
ResponderEliminarUn abrazo
Las adoro, ahhhhhhhhhhhhhhh Lo mejor del cominenzo del verano.
ResponderEliminarXXXXXXXXXXXXXXXXXX
deliciosas, son exquisitas! tu historia me encantó. besos
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarQue buenos recuerdos con las cerezas! me llevo un par.
ResponderEliminarTe imagino de pequeña con tus pendientes y collares de cerezas,tan graciosa...
ResponderEliminarAún no conozco el Valle del Jerte pero me han hablado maravillas
¡Qué antojo de cerezas!
Un Beso
Justamente hoy he dado con una receta de gazpacho de cerezas,
ResponderEliminarmañana para comer. :)))
Una entrada muy cerezil y original =) Me ha gustado mucho, Tracy. La cereza en tu vida desde la infancia, eso no lo puede decir cualquiera, ni tener unos recuerdos tan bonitos y emotivos, incluso. Una faena que se cayera tu abuela. Luego, me encantaría ver cerezos en flor, que creo que no he visto ninguno... y el gazpacho de cereza tiene buena pinta :) Sería interesante poder hacer uno.
ResponderEliminarUn saludo, Tracy
Qué ricas!!
ResponderEliminarPara mí cualquier fruta simboliza la alegría, no hay nada más bonito y más lleno de energía que un frutero a rebosar!!
Besitos...
P.D. Ya sabes que a mí tb me está tocando hacer prácticas de poner pendientes, jiji!!
Me encantó Tracy!!!!
ResponderEliminarLas cerezas son unas de mis frutas preferidas, lástima que por aquí no hay muchos árboles, sinó, haría lo mismo que tu cuando niña! jajja
Yo las asocio con mi adolescencia, cuando se usaban frutillas (fresas) y cerezas como colgantes y prendedores. Y con mi cumpleaños! es la época en que veo en los negocios esas ricuras y compro (pocas, aquí son caras!!!) para hacer mi torta.
Y aprovecho para agradecer tu cariñoso comentario en mi nuevo blog! :)
Besos
Adri
SÍÍÍÍ!!!! Me encantan las cerezas, me parece que es mi fruta favorita, junto a las naranjas y mandarinas.
ResponderEliminarQué bonito post, yo también me las ponía como pendientes... jejeje... pero nadie resbaló, menos mal.
Un abrazo!!
Sinceramente las adoro,desde su bella flor hasta el momento que el árbol las da y puedes con ellas imaginar y ser feliz..
ResponderEliminaren todos los sentidos, ja, ja,ja.
besitos
Que bien que mi regreso a la vida bloguera haya coincidido con esta maravillosa entrada sobre esta fruta única.Por su color, su sabor y ser una fantástica fuente de vitaminas para grandes y pequeños.
ResponderEliminarUn besote Tracy, no sabes como os he echado de menos pero este embarazo, vida laboral y familiar me tienen completamente agotada... espero poder ponerme las pilas y al día.
Nos vemos...
Pedazo homenaje le has hecho a las cerezas.
ResponderEliminarPobre de tu abuela, no me extraña que no te dejase ponértelas de pendientes. :)
A mi me encanta su sabor y es verdad lo que dicen del Valle del Jerte, es precioso.
Bss
Ummmmmmmmm
ResponderEliminarAhora me comería una fuente entera.
Besos.
Qué apetecible has hecho esta entrada
ResponderEliminar:)
Yo también me las solía colgar de pendientes...
Me gustaría probar ese gazpacho de cerezas, menuda pinta tiene.
Me llevo unas cuantas mummmm!
Besos, Tracy.
Jajajaa que lindo! Que rica entrada!!! =)
ResponderEliminarSaludos!!!
Ahhhhhhhhhhhhhhh me da un ataque, con lo que me gustannnnnnn.
ResponderEliminarLos bombones con cereza me enloquecennnnnnn
Debil la carne ja ja!!!
Tengo un recuerdo de niñez, tiradas con mi mejor amiga Betty bajo los cerezos, dale que dale comiendo cerezas, ni te digo el empachazo que nos agarramos, aparte de una penitencia fenomenal!!!
Cariños dulcisimos, me voy a comparar cerezas al superrrrrr
Gracias por este post tan refrescante, por los recuerdos relacionados con las cerezas que me han traido a la memoria otros muy similares, (los pendientes infantiles, mi primer encuentro con un cerezo real y con permiso para comer tantas como quisiera). Asocio las cerezas con todas las cosas placenteras que nos trae el verano. Durante la estación, nunca faltan en casa. Y en invierno, mermelada de cerezas para las tostadas. Tengo que probar el gazpacho, se me hace la boca agua.
ResponderEliminarAdemás, son tan bonitas...
Besos
¡Mmmmmm, deliciosa entrada, TRACY! Como tan deliciosas son esas cerezas que describes.
ResponderEliminarGazpacho de cerezas, ¿dices? No lo conozco, pero ya mismo busco la receta en el Oráculo de Delfos, oooops, de Google, quise decir. Cuando la haga, posiblemente dentro de un rato, te cuento, pues, casualmente, hoy he comprado kilo y medio de esta fruta favorita mía.
Me encanta la relación que has tenido a lo largo de tu vida con las cerezas.;)
Muy divertido lo de tu husband comiendo las cerezas parisinas y ya parecía Mickey quien las estaba comiendo.
¡Cómo mola eso del armario!, ¿donde podría encontrar uno como el que describes? ¿Será acaso el que en USA llaman "walking-closet? Porque de ser así, entonces sé a cuál te refieres y si no, pues me tendrás que explicar porque ya me ha picado la curiosidad...
Y puesto que ya conoces el Valle del Jerte, ¿qué tal si te planteas hacer tu próximo viaje a Kyoto
No me enrollo más, en definitiva, muy buen post y muy dulce, en todos los sentidos.
¡Me ha encantado! Y me ha traído, además, muy buenos recuerdos de un post que escribí yo hace unas semanas, sobre las cerezas.
Besitos y mil sonrisas, en TIEMPO DE CEREZAS y siempre,
Ámber
En mi zona no son habituales, por un tema climático, los cultivos se encuentran más en el sur del país. Por lo que es raro ver un árbol tan hermoso en plena flor, y sólo las consumimos enlatadas.
ResponderEliminarSaludos.
Creo que te pasé la receta del gazpacho de cerezas ¿no? ¡Seguro que la has perdido! anda, tómala de nuevo, amiga... Bss...
ResponderEliminarhttp://caridad65.blogspot.com/2011/06/ir-por-sandia-y-salir-con-cerezas.html
¿Solo una? mujer ¡yo quiero mas!....¿quien no se pusó alguna vez cerezas en las orejas?, me has hecho recordar...Bss
ResponderEliminarProvoca comer.
ResponderEliminarAnda!!! otra loca de la cereza como yo!!! jajaja
ResponderEliminarTambién me las ponía de pendientes, debe ser cosa del cromosoma X (me tiene loca el tema), el valle del Jerte también me dejó flipada hasta el día de hoy y tras ver una escena de "Twin peaks" donde, no recuerdo el nombre del personaje, se metía el rabito de la cereza en la boca y lo sacaba hecho un nudo, también descubrí sus juegos lúdicos eróticos festivos, aunque , pa qué engañarte, nunca conseguí el nudito y si agujetas en la lengua :(
El gazpacho de cereza lo probé en una boda y perdí mi dignidad persiguiendo al camarero que lo servía.
Tracy... nos une la pasión por la cereza!!! jajaja
Besos ;)