cuando me encontré por los aledaños de la estación malagueña, a cuatro personajes que son el santo y seña de esta ciudad.
El biznaguero ofreciendo sus biznagas para perfumar, con olor a jazmín, el regreso,
El biznaguero ofreciendo sus biznagas para perfumar, con olor a jazmín, el regreso,
el vendedor de almendras brindando "las mejores almendras del mundo y parte del extranjero", para llevar el sabor de Málaga más allá de su geografía.
La lotera vendiendo suerte con esa gracia de gitana malagueña, que no se "pué agüantá":
"Nunca he dao el premio y si yo supiera que lo iba a dar en este número, no lo vendía, pero como no lo sé y tengo que jalar, por eso lo vendo, cómprame muhé ¿y si esta vez toca?".
El premio es verla a ella, tan guapa, con sus pendientes de oro y sus muchos años a cuestas.
El premio es verla a ella, tan guapa, con sus pendientes de oro y sus muchos años a cuestas.
Y por último el Chumbero preparando con todo cuidado esos higos para que los clientes no se pinchen con sus espinas
dejándolos listos para comer en el momento o para llevárlos fresquitos allá donde vayas.
Cuando puse el pié en la estación dejé atrás un mundo con retazos de otra época que por un momento me hicieron soñar despierta y dibujaron una sonrisa en mi rostro mientras ponía mi maleta y mis deseos de volver en la cinta transportadora del control de equipajes.
El biznaguero es un clásico malagueño, el resto se puede encontrar en otras ciudades con más o menos gracia, pero aquél es irrepetible.
ResponderEliminarUn abrazo.
Igual si que venían a despedirte.
ResponderEliminarLo que pasa es que son muy discretos.
Besos.
Un buen retrato de la Málaga más costumbrista y encantadora.
ResponderEliminarSiempre me gustaron los vendedores ambulantes...
ResponderEliminarMe encanta esa sensación, me gusta transportarme el tiempo... ohhh que suerte la tuya.
ResponderEliminar:) Que bonito!!
ResponderEliminarLa alpaca se despide con:
No digas que te falta tiempo, tienes exactamente el mismo numero de horas al día que las que recibieron Helen Keller, Pasteur, Miguel Ángel, la Madre Teresa de Calcuta, Leonardo da Vinci y Albert Einstein.
Autor: Jackson Brown
mooogggaaaksrfff
Te entiendi... los regresos son así. A mí me ocurre a la inversa: yo me siento triste cuando llego a Málaga. Pero no descartaría comerme un chumbito fresquito!
ResponderEliminarGente que se viste por los pies y no los que nos gobiernan que son unos miserables y nos están haciendo llevar la vida miserablemente... Gracias por mostrarme esa sencillez en la vida que la hace más vida! Bss
ResponderEliminarMe han ofrecido un departamento para quedarme en Málaga, una amiga cubana que tiene uno allí, y desde entonces estoy soñando en concretar un viaje para allá. Tus fotos me tientan, amiga!!!
ResponderEliminarEso son los detalles que se quedan dentro y que luego te sacan sonrisa y deseos de regresar.
ResponderEliminarBesos
Qué preciosas estampas de tu tierra, me han encantado, especialmente la dama de la lotería. ¿Sabes? Creo que esa frute que pones la conozco, solo que nosotros le llamamos "tuna".
ResponderEliminarBesos.
Siempre están.
ResponderEliminarY cuando vuelvas, te recibirán.
Que cuatro cosas tan entrañables de Málaga , mañana me voy yo para allá después de pasar el verano en Cádiz que tampoco de queda manca en traducciones ojalá sepamos mantenerlas
ResponderEliminarPensar que estuve por allí pero no reparé en ellos.
ResponderEliminarBesoss
Tracy querida:
ResponderEliminarEsos frutos que tú denominas higos, creo que son tunas, por lo menos en mi país las conozco como tunas, ya que los higos no tienen espinas.
Enriquecedor el recorrido por lo típico. Me encanta aprender.
Besitos.
Que entrada más entrañable. Acostumbrada a la gran ciudad esto me parece un viaje en el tiempo. Poco a poco se va perdiendo pero con un un poquito de suerte cuando regreses de nuevo podrás volver a oir "y si toca hoy?"
ResponderEliminarPreciosa entrada y preciosas las fotos.
Pasa una feliz semana!!
Besos!!!
Sí,son trocitos de otra época..vendedores de tú a tú de los que ya no quedan!!bsss!
ResponderEliminarNo he visto en las estaciones por las que he pasado ese tipo de comercio tan tradicional, imagino que en Málaga está desde siempre y da una nota artesana y entrañable.
ResponderEliminarUn beso.
¡Qué majos!,la gitana tiene cara de buena, son pequeños detalles que alegran la vida. No conocía al biznaguero ni al chumbero, es una delicia lo que venden. Aquí se venden las almendras "garrapiñadas", son muy dulces.
ResponderEliminarEspero que hayas llegado bien, con olor a jazmín...
Ya encargué el libro; el librero opinaba lo mismo que tú, guardaré la reseña de tu recomendación como un tesoro.
Un beso fuerte, no te olvides que pronto estarás, de nuevo, alli...esos higos chumbos fresquitos ¡qué ricos!
Siempre puedes volver, eres afortunada.
ResponderEliminarTodos estos personajes forman parte del paisaje urbano y todos absolutamente todos son necesarios para rtellenar nuestro huequito romanticón. Suerte que tienes de poder disfrutar de ellos ya que como dice Ion, siempre puedes volver. Un beso.
ResponderEliminarVolverás, cada año, como la primavera, como el verano.
ResponderEliminarBesos
Una suerte que allá todo está cerca, así podés disfrutarlo cada vez que quieras.
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