Estoy en este maravilloso mar, no de vacaciones, sino para asistir a una cita que tenía con los albañiles.
Llegaron puntuales en el día y hora en que habíamos acordado y tomaron posesión de mi casa, haciéndola suya.
Inmediatamente que oí las directrices que el jefe de obra les daba y como se las daba, hice una piña con ellos, a pesar de que a mí, dichas directrices me beneficiaban.
Estos días estoy viendo con mis propios ojos cómo se aprovecha el empresario de turno, sea grande, mediano o pequeño de los obreros que tiene trabajando para él.
La presión que les mete es insostenible.
Media hora para el bocadillo de la mañana y una hora para comer es el descanso que tienen de ocho de la mañana a ocho de la tarde.
A pesar de que puntualizo que a las siete ya es de noche, el encargado me contesta que si hay luz en la terraza aprovecharán hasta que se vaya la luz solar y luego empezarán a recoger.
Es inaudito las horas que echan sin rechistar porque los pueden poner en la calle y saben lo que es estar en el paro con hijos que mantener e hipoteca que pagar.
En estos días e hablado mucho con ellos y os digo que la principal obra que he hecho no ha sido la transformación de las terrazas
sino mi propia transformación porque cuando se le pone rostro a las cifras del paro, cuando te topas con esas caras en las que la reforma laboral está haciendo estragos, es tal la impotencia que te entra que te rebelas aún más de lo que lo estabas antes.
Siento que el tema que he tocado no es muy de fin de semana, pero es lo que hoy me ha salido del alma.
Disfrutad mientras podáis.
Tracy, este tema no debe dejarse sólo para días laborales. Es cierto que necesitamos desconectar un algo de tanta podredumbre, pero o creo que no podemos...es demasiado terrible lo que está sucediendo como para aparcarlo y cuando nos toca la fibra, hay que soltarlo.
ResponderEliminar¡Ay si todos lo hiciésemos, qué risa me darían los políticos infestos!
¿Ves?
Yo a la primera de cambio, aprovecho y me reboto.
Besos.
Gracias por solidarizarte conmigo en lo del finde.
EliminarY si no lo hacen, tienen a doscientos mil esperando para ocupar el puesto que el otro deje, además lo hace por más horas y a menos salario. A eso hemos llegado.
ResponderEliminarSaludos
Estamos como antes cuando el señorito iba a la plaza del pueblo a contratar a los jornaleros.
EliminarNo lo sientas, la realidad se mete por todos los intersticios de la vida y es bueno que así sea.
ResponderEliminarBuen fin de semana!
Pues sí, gracias amiga.
EliminarLamentablemente es lo que hay. Relájate y disfruta de tu preciosa terraza.
ResponderEliminarEso intentaré hacer.
EliminarPero un quedan algunos jefes que te ponen la mano en el hombro y que saben decir "¡Gracias que bien lo has hecho!
ResponderEliminarBesos
ANDRÉ
André qué alegría me da verte por aquí.
EliminarUn abrazo.
Pues ahora ya conoces un poco mas la situación de los albañiles, es la misma que hace diez años, la misma que hace 30 años y un poco mejor que hace 60 años. La vida cambia muy despacio. Un abrazo
ResponderEliminarCreo que está cambiando a peor y deprisa.
EliminarUn abrazo.
Así es.
ResponderEliminarCada día más esclavos de los jefes.
Un besito
Me da pena y mucho en qué pensar.
Eliminarsupongo que les paga una miseria
ResponderEliminarPues no hablamos de dinero, pero se supone.
EliminarSe aprovechan del drama laboral y tratan a los trabajadores como bestias.
ResponderEliminarLos emprendedores...
Menudos sinvergüenzas...
Besos.
Ya se sabe que de la crisis se aprovechan los de arriba, las cifras lo cantan.
EliminarAnoche, viendo La sexta Columna, mi mujer y yo terminamos por dejar de comer la pequeña pitanza de nuestra cena de mayores, porque se nos atragantaron las escenas reales de unas familias con niños que no tenían absolutamente nada, mientras se nos explicaba como el miedo de perder el trabajo, les hacia aceptar condiciones de esclavos.
ResponderEliminarMuy real tu comentario de hoy.
Un abrazo.
También empecé a verlo y no resistí lo del niño autista ¡Qué pena!
EliminarUn sobrino, camarero, ha sido despedido del hotel donde trabajaba, así como otros en un ERE encubierto. Antes de empezar a cobrar el paro se ha puesto a buscar trabajo y un "empresario" le ha ofrecido trabajar 12 horas diarias y más si hay más trabajo, sin día libre, sin vacaciones durante el primer año y todo ello por 900 € al mes.
ResponderEliminarAsí está el patio y cada vez se va cerrando más el círculo y cada vez conocemos a más allegados que sufren esta situación en sus propias carnes.
EliminarLos ritmos en construcción son siempre frenéticos, es un sector duro, lo sé de buena tinta, lo triste es que ese tipo de empresa de reformas pequeñas el grado de incumplimiento legal es más que importante. Eso no es un Jefe de Obra, es un miserable explotador.
ResponderEliminarNo entiendo mucho el tema pero de verdad que es increíble.
EliminarHola TRACY !! ¡mmm...!! menudo trabajito te toca, lidiar con albañiles , pero recuerda: PARA ARREGLAR, PRIMERO HAY QUE DESARREGLAR.
ResponderEliminarMuchos besos.
¡FELIZ FIN DE SEMANA !! :)
Desde luego, con eso contaba, pero a la hora de la verdad... se hace duro.
EliminarHay tiempos en que uno se ajusta porque hay que poner el plato de comida en la mesa. Y hay quienes saben muy bien aprovechar la debilidad de los otros. A veces el estado (quienes toman decisiones por otros) se hace el desentendido y uno no sabe muy bien cómo actuar.
ResponderEliminarEsperemos que aunque sea todos aprendamos algo de estas situaciones.
Besos
¡Ay si no tuviéramos que comer para seguir viviendo...!
EliminarEntre mi propia entrada, la que acabo de leer de Emilio y ahora esta es como para que me salga una úlcera de Duodeno, que penita, penita pena, señor... :(
ResponderEliminarBesos y salud
Para que se den estas coincidencias, imaginate como estará el patio.
EliminarMuy buenas tus reflexiones, pero tiene razón Ester. Lo que sucede es que ahora te tocó verlo de cerca. Tal vez muchas veces viste a los obreros construyendo un edificio, pero desde lejos, no sabías a que hora entraban y a que hora salían, ni viste su comida condimentada con cemento.
ResponderEliminarAhora tienes la oportunidad de, en la medida de tus posibilidades, aliviar su condición con algún gesto amable, algo para llevar a casa, aunque sea una sonrisa.
Eso es verdad, pero creo que nunca ha estado la cosa peor que ahora.
EliminarTriste, muy triste, y debemos pensar que es lo que hay, por ahora.
ResponderEliminarBesos.
Pues yo no me quiero conformar, quiero luchar para cambiar esto.
EliminarEn todos lados es igual, cuando el mercado laboral se reduce, están estos sinvergüenzas que se aprovechan de la gente.
ResponderEliminarCariños...
Ya sabes lo que se dice "mal de muchos..."
EliminarDisfruta de ese mar antes que lleguen los turistas,
ResponderEliminarLos turistas ya están aquí,¿no ves que le sale más barato vivir aquí que pagar la calefacción en su país?.
EliminarTracy, he visto las fotos del anterior post y me han encantado amiga...Me alegro mucho, que tengas una casa en Fuengirola y puedas disfrutar del mar y sus bellos paisajes...El tema que tratas es importante, el hombre es esclavo del trabajo, porque sabe que de él depende su subsistencia y su familia, como bien dices...Realmente es una pena y comprendo que te hayas sentido cerca de ellos. Esa transformación nos hace más humanos, más comprensivos...Te dejo mi gratitud por compartir y mi abrazo inmenso, compañera de letras.
ResponderEliminarFeliz fin de semana en Fuengirola.
M.Jesús
También mis mejores deseos para ti.
EliminarCuando se da el momento para el disfrute.... no se debe dejarlo pasar.... ¡que andes bien amiga Tracy!!!
ResponderEliminarGracias Lao.
EliminarSe ha retrocedido mucho en derechos sociales. Hoy dia se trabaja mucho más por mucho menos.Y aguantarse que hay tropecientos esperando, de eso se aprovachan los jefes que son los que se benefician.
ResponderEliminarBuen finde y si puedes disfruta un poquino de ese mar;)
Un beso.
Vamos para atrás que cortamos
EliminarHoy nos has traído un trocito de la realidad cotidiana.
ResponderEliminarEncima, tienen que estar satisfechos de tener trabajo.
Lo malo es que no se atisban tiempos mejores.
Un fuerte abrazo.
¿Veremos el remonte?, porque lo que hemos perdido no nos lo restituye ni Dios.
EliminarYo en la ultima obra le pedi el TC2 al empresario y hasta que no lo trajo, no empezaron.
ResponderEliminarEn la próxima obra me dejaré asesorar por ti.
EliminarLa avaricia, rompe el saco...es vergonzoso... no me extraña que te salga del alma...y si quieren bien, o ya saben "de patitas en la calle"...es una vergüenza...
ResponderEliminarUn beso fuerte, Tracy.
Y el que paga el pato siempre es el mismo.
EliminarTienes toda la razón. Nos estamos convirtiendo en China donde se trabaja a destajo por un mísero sueldo y es lo que hay. Tampoco los jefes lo tienen fácil porque los impuestos de toda clase suben y los precios bajan y aunque a los que pagamos nos parece carísimo, a ellos no les llega tanto. De todas formas, muchas veces son las maneras. En España el empresario parece enemigo del trabajador, cree que le va a estafar en cuanto se dé la vuelta y suele haber siempre mal rollo.
ResponderEliminarEn fin, no es un tema de finde como dices, pero gracias por traérnoslo.
Besos
¡Qué razón tienes amiga!
EliminarHaces bien en revelarte.
ResponderEliminarBesos.
Nos deberíamos rebelar todos.
EliminarParece una subconsciente confabulación universal, el despectivo y erróneo uso del vocablo "albañil". No, ningún familiar mío lo es, orgulloso pondría su nombre. Los albañiles no son peones, ni oficiales; son los que hicieron puentes y catedrales, salvaguardando la seguridad de la estructura frente a los siempre algún(os) descuido(s) del arquitecto. La fachada no.
ResponderEliminarTe sentirás orgullosa de dar trabajo y sentir compasión, pero eso es lo malo, que no te enteras de lo que dices. Por mí, que desaparezcan los sindicatos, pero como hay tanta gente como tú, deben de seguir estando, rectifico.
O no me he expresado bien o no has entendido lo que quería decir, seguramente será lo primero.
EliminarPara nada formo parte de esa "subconsciente confabulación universal" contra el vocablo albañil, si es que la hay, muy por el contrario estoy a favor de ellos y en contra del empresario que no es como debe de serlo, por eso deben existir los sindicatos, no los que tenemos actualmente sino otros que no estén en venta y que defiendan a sus afiliados.
Por último ni me siento orgullosa de darles trabajo, sólo contraté a una empresa de reformas totales porque lo necesitaba, y no se puede llamar compasión lo que siento por ellos, simplemente me indigna esta puñetera crisis en la que siempre salen perjudicados los mismos.
Perdona, si me entero de lo que digo, quizás el que no te has enterado de lo que digo has sido tú, por supuesto siempre por error en mi exposición.
Hasta tu próxima puntualización, un abrazo.
Y a qué esperamos para esa rebelión??
ResponderEliminarMe lo pregunto hace tanto ya, que la doy por perdida por aquellos lares...
La verdad es que hay algunos destellos como el del Gamonal, pero no acabamos de despegar, cada cual debe hacer lo que pueda a nivel particular, hasta que despierte la sociedad que parece dormida.
EliminarCorrecaminos, precisamente estoy cambiando el suelo de mi terraza por culpa de humedades. Tanta agua me entraba que después de cambiar toda la carpintería de madera por aluminio, sigue entrándome. Es una gaita. Veremos si ahora termino con el problema… Si no, tendré que poner un petardo y adiós casa!!
ResponderEliminarEspero que te sea leve! Un abrazo.
Con la excusa de la crisis se están aprovechando pero bien, en la hostelería es insufrible, la obra también por supuesto, en todos los sectores. Dónde está el límite de nuestra indignación y tragaderas para que todo esto estalle?
ResponderEliminarEs horrible ¿Quién dijo que la esclavitud está abolida?
ResponderEliminarVeo que el trabajo te quedó bien, a juzgar por las fotos.
Ojalá sea así.
Un abrazo