UN LIBRO QUE VA DE LIBROS

muy apropiado para los amantes y entendidos del mundo informático y de las novelas enigmáticas y misteriosas.  

Su autor el  norteamericano, Robin Sloan  es inventor de medios digitales y formó parte del equipo que fundó Twitter.  

 No se podía esperar de él otro argumento, sin embargo aunque no me siento nada identificada  con este lenguaje, ni me atrae este tipo de novelas, no me arrepiento de haberlo leído, a pesar de que cuando los tecnicismos se prodigaban, leía entre líneas para no perder el hilo del argumento:

La protagonista es una librería de San Francisco, que vive al margen de la era digital y permanece abierta las venticuatro horas del día.

En el turno de noche entra a trabajar un diseñador gráfico que ha quedado en paro, el horario es el ideal para indagar sobre esa cantidad ingente de libros que él piensa que son una tapadera de otros negocios obscuros, a la vez que intenta introducir la informática en este paraíso virgen en este soporte.

En el turno de mañana es sustituido por el misterioso Sr. Penumbra, dueño de esta librería "de viejo", como se refiere a ella, dándole noticia de las personas, tan extrañas como el dueño, que han visitado la librería durante la noche y de sus características  que además quedan anotadas en un libro de registro.

El libro es un alarde de originalidad, las descripciones que hace de la librería, de los personajes y de las sedes informáticas que van apareciendo en la obra son magníficas y no exentas de humor.

Además es un homenaje al libro y a la convivencia que se hace necesaria entre los libros de soporte papel y los de soporte digital.

Una vez más el título me ha jugado una mala pasada, pero no me ha importado ya que el no saber de qué iba la novela, me ha posibilitado leerla a pesar de que tratara de descifrar misteriosos códigos y otras historias que no me atraen nada, sin embargo lo recomiendo a personas doctas en el lenguaje informático y amantes de este tipo ne novelas.