A Alberto se le ocurrió esta idea, así es que meteros en él y poned rumbo a este blog para ver en qué época aparecéis.
Yo aprovechando mi viaje de vuelta, ya os dije que era cuestión de "ná y menos", se me ha ocurrido, ya que estoy puesta, viajar hacia aquellos tiempos en los que los desplazamientos no se hacían en este pájaro de la velocidad.
No hace tanto...
EL TÚNEL DEL TIEMPO
Los trenes eran unas tremendas máquinas negras y pesadas que hacían un ruido atroz, acompañado de una estela de humo blanco con olor a carbonilla.
Los viajes duraban una eternidad y en ellos daba tiempo a enamorarse y a desenamorarse.
Los viajes duraban una eternidad y en ellos daba tiempo a enamorarse y a desenamorarse.
Los pasajeros entablaban conversaciones y se convidaban unos a otros con las viandas que traían preparadas de sus casas, para el trayecto.
Daba tiempo a recrearse en el paisaje y a soñar como decía Machado:
"Luego, el tren, al caminar,
siempre nos hace soñar,
y casi, casi olvidamos el jamelgo que montamos"
En este túnel del tiempo pienso que viajo con él, sentada en un rincón de su vagón de tercera, siempre sobre la madera y observándolo lo veo ligero de equipaje: un maletín junto al sombrero y el bastón, todo ello bien colocado sobre la rejilla superior de su asiento.
Observo como escribe en una libretilla, lo que luego serán poemas universales:
"Hoy te escribo en mi celda de viajero,
a la hora de una cita imaginaria..."
Fantasearía con su amada Guiomar... los viajes son tan largos que permiten imaginar decorados diferentes al dictado de la ensoñación,
Le pido que me muestre algo de lo que escribe y afablemente me enseña estos versos:"Tren camina, silba, humea,
acarrea
tu ejército de vagones,
ajetrea
maletas y corazones..."
En este momento mi máquina del tiempo volvió al presente por la voz de la azafata que anunciaba la película que se iba a proyectar "Viaje al Futuro"
Ese futuro en el que acababa de aterrizar tras mi viaje con Don Antonio.
Daba tiempo a recrearse en el paisaje y a soñar como decía Machado:
"Luego, el tren, al caminar,
siempre nos hace soñar,
y casi, casi olvidamos el jamelgo que montamos"
En este túnel del tiempo pienso que viajo con él, sentada en un rincón de su vagón de tercera, siempre sobre la madera y observándolo lo veo ligero de equipaje: un maletín junto al sombrero y el bastón, todo ello bien colocado sobre la rejilla superior de su asiento.
Observo como escribe en una libretilla, lo que luego serán poemas universales:
"Hoy te escribo en mi celda de viajero,
a la hora de una cita imaginaria..."
Fantasearía con su amada Guiomar... los viajes son tan largos que permiten imaginar decorados diferentes al dictado de la ensoñación,
Le pido que me muestre algo de lo que escribe y afablemente me enseña estos versos:"Tren camina, silba, humea,
acarrea
tu ejército de vagones,
ajetrea
maletas y corazones..."
En este momento mi máquina del tiempo volvió al presente por la voz de la azafata que anunciaba la película que se iba a proyectar "Viaje al Futuro"
Ese futuro en el que acababa de aterrizar tras mi viaje con Don Antonio.
Ahora siempre vamos con prisa a todas partes.
ResponderEliminarUna pena...
Besos.
Es el signo de los tiempos, que le vamos a hacer...
EliminarEstoy apurada. Tengo médico pero paso a dejarte muchos besos de miel.
ResponderEliminar¡Feliz fin de semana !
¿Estás malita?, cuídate mucho.
EliminarSi el viaje es al el Renacimiento me apunto.
ResponderEliminarSaludos
No, el Renacimiento se queda muy lejos. Pero sería interesante.
EliminarYa has empezado la novela, ahora síguela...
ResponderEliminar¡Qué rápido empiezas tú una novela...!
EliminarUn viaje en la máquina del tiempo para atrapar un momento en la vida de Machado. Algunos quisieran pedírtela prestada para descubrir si existió o no existió Homero y saber si Shakespeare escribió realmente sus obras. Interesante tu máquina -literaria- del tiempo...
ResponderEliminarTodos tenemos una máquina del tiempo: la imaginación.
EliminarSi, los recuerdos para el pasado y los sueños para el futuro...
EliminarLo que se gana por un lado, se pierde por otro.
ResponderEliminarSi quieres volver a viajar en trenes lentos y antiguos vente a Murcia. ¡No tenemos ni siquiera trenes eléctrico! (En serio).
Salu2 ferrocarrileros.
Es verdad, que mal comunicada está Murcia...
EliminarMe gustaría subir a ese tren...
ResponderEliminarBesos
Pues te recogemos... ¿en Madrid? ¿en Valencia? ¿donde?
Eliminar¡qué linda experiencia que bien merece la ensoñación y la ejercitación de la imaginación para evocarla!... a falta de real máquina del tiempo, bienvenida sea ese poderoso artilugio del que afortunadamente disponemos.
ResponderEliminar=)
Eso mismo acabo de decirle a Jeno.
EliminarTu compañero de viaje es un lujo... ahora entiendo tu inspiración.
ResponderEliminarBss
Lujo es poco, ¡LUJAZO!
EliminarMe has recordado los asientos corridos de listones de madera del tren correo que solía tomar cuando hacia la mili y me daban permiso para ir a casa, eran tan lentos y tan malos, que preferíamos salir a la carretera y hacer autoestop ...
ResponderEliminarBesos y salud
Siento haberte traído esos recuerdos.
EliminarSupongo que te refería a Back to the future. Si así, estamos en el año que para la trilogía era el futuro.
ResponderEliminarPasaron 30 años, de no creer.
Por acá, los trenes tal vez no sean tan rápidos, aunque se han renovado. Y se puede observar hacia afuera, tomar fotos, imaginar.
No está mal tu planteo.
Todo tiene su parte positiva ¿no crees?
EliminarEl próximo jueves me soy anfitrión.
ResponderEliminar¿Tú o Mara Laira?
EliminarY tú fuiste de irte al pasado, a ese poético donde Don Antonio, libretilla en mano, dejaba volar su fantasía...
ResponderEliminarQue bonito.
Esperando que se me pegara algo, pero parece ser que no. A ti se te pegó más que a mi, sin necesidad de ser compañera de sus viajes.
EliminarTe he acompañado en el imaginario viaje y, tal como tú lo hiciste, le pedí a don Antonio me dejara ver lo que había escrito, y gentilmente -como todo en él- lo hizo: "Bueno es saber que los vasos nos sirven para beber, lo malo es que no sabemos para qué nos sirve la sed". Gracias por compartirlo, querida Tracy. Cariños muchos para ti y tu familia.
ResponderEliminarGracias Julio, un placer tus comentarios.
EliminarPor cierto ¿no actualizas tu blog?, no me llegan las entradas.
Beso fuerte.
...y en aquélla época hasta podíamos viajar con el loro y el desgraciado hasta aprendió el ruido que hacían las ruedas del tren al pasar por las vías. Ya en casa nos seguía recordando aquél viaje, mechado con alguna palabrota..jejeej!.
ResponderEliminarBesos
Jajajajaja, es verdad....
EliminarMuy bueno, Tracy...Nos quedamos con gana de más...Como dice Ester, sígue esa historia...
ResponderEliminarTe dejo mi gratitud y mi abrazo inmenso. Feliz finde, Tracy.
M.Jesús
Como si escribir una historia fuera fácil...
EliminarLas personas, siempre descontentas con lo que tenemos, no conforme con disfrutar el momento, pensamos constantemente tanto en el pasado como en el futuro. Creo que estoy forjado para este presente y no pretendo correr aventuras imposibles para las que no me siento preparado.
ResponderEliminarBesos.
Llevas razón, la inconformidad del hombre no tiene límites.
EliminarTe acompañe en el traqueteo cadencoso de los trenes de antes.
ResponderEliminarCariños y buen fin de semana largooo
Gracias por tu compañía siempre grata.
EliminarYo me apunto a ese viaje y como dicen los Estopa en una canción: "llévame en una maleta, yo prometo no pesarte, y tú procura no perderla. Tienes razón; en los viajes en tren de antaño, envejecías, pero tenían su encanto. Yo recuerdo uno que era muy pequeño cuando mis padres viajaron de Valencia a Antequera (Málaga) y creo que el tren tardó tanto que en el viaje crecí. Luego ya de mayor de recluta en la mili, de Valencia a Zaragoza, eran aquellos trenes para militares que decían borregueros, que ya ni me acuerdo las horas que tardó, ahora que claro te hablo ya del año 1977-78.
ResponderEliminarBesos Tracy y buen fin de semana.
Me gustan los Estopas y sus letras.
EliminarMe hizo gracia eso de que creciste en un viaje de lo largo que era, jajajajaja
Qué preciosidad de relato, he visto perfectamente la escena y esos versos han quedado de maravilla.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Leonor, viniendo de ti ese comentario, no puedo estar más agradecida.
ResponderEliminarFascinante tu escrito... Adoro los trenes antiguos y no te digo nada a Machado... Es demasiado...
ResponderEliminarMuchos besos, me ha encantado.
Me he metido en ese túnel del tiempo y ya que has hablado de los trenes y su tercera he revivido un terrible viaje a Almería desde Madrid en un vagón de tercera hace ya muchos muchos años. yo era casi un niño y recuerdo que salimos de Madrid tal que a las siete o las ocho de la tarde de un mes de agosto y llegamos a Almería sobre las dos o las tres del mediodía siguiente. La dura madera de aquel asiento presionando mi pobre y joven culo durante más de 18 calurosas horas me provocó el nacimiento de un puñetero forúnculo que me amargó aquellas soñadas vacaciones. Mejor viajar en el túnel del tiempo o al menos en el AVE. Saludos amiga Tracy.
ResponderEliminarMuy bonito relato Tracy nos haces refrescar la memoria y nos transportas en aquello inolvidables trenes.
ResponderEliminarSaludos Tracy.
Antonio Machado, no es mal compañero de viaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué pasada los viajes en tren de antes... ahora ni tiempo hay para que entre el carboncillo en el ojo...
ResponderEliminarAún así siempre queda tiempo para la poesía...
Bss, linda.
Ese traquetreo antiguo era música para dormir.
ResponderEliminarUn beso.
Qué buenos recuerdos aquellos viajes en tren con sus compartimentos ....
ResponderEliminarPrecioso encuentro amiga Tracy. Sin duda, tu alma de poeta te hace soñar más de lo normal, si es que alguien puede definir "normal". Creo que has sido feliz mientras lo escribías, y eso es lo que importa.
ResponderEliminarUn fuerte beso y gracias por participar.
Tracy, tu entrada me ha recordado los trenes con asientos de listones de madera que eran todo un suplicio. Casi todas las semanas bajaba de Madrid a Córdoba ya que estudiaba en Alcalá de Henares. Viajes interminables que sólo se soportaban gracias a la juventud. Has mencionado a mi poeta preferido de siempre y si, me hubiera merecido la pena retroceder en el tiempo para tener la oportunidad de encontrarlo en un vagón de mala muerte.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Menudo viaje Tracy y menuda compañía te has buscado, de elegir yo también os hubiese acompañado.
ResponderEliminarBesos.
Sí, Tracy, has hecho que yo viajara contigo
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