es el título de la obra escrita por Milena Busquets Tusquest
hija de la editora catalana Esther Tusquets, mujer de gran poder y prestigio en el mundo de los libros, fallecida en 2012
El título de la obra y también el que da nombre a esta entrada, son las palabras que buscaron unos sabios contratados por un poderoso emperador para buscar una frase que sirviera a cualquier circunstancia de la vida y fue en la que la madre de la autora se apoyó para ayudar a su hija a superar la muerte de su padre.
En las 172 páginas que tiene el libro se van desgranando las emociones y los sentimientos que cualquier hija puede tener tras la muerte de su madre.
Las vivencias, los recuerdos, las frases que van martilleando la cabeza en las distintas situaciones por las que se pasa... En ningún momento veo la relación amor-odio que se vendía en la publicidad del libro, sí,,, la confrontación que se da a ciertas edades de los hijos hacia los padres y que en este caso pudiera que fuese mayor por la gran personalidad y autoridad materna.
La autora, en el libro, nos da pinceladas sobre su madre para hacerla más cercana al lector de lo que imagino que sería en vida: el amor infinito que sentía por los perros, que la hacía ir en sus últimos años con una correa por si encontraba alguno abandonado, recogerlo;
o la tremenda ternura que le producían las personas que por el hecho de estar enamoradas descuidaban su profesionalidad, a pesar de que con la profesionalidad era sumamente estricta.
También cuenta la forma de vida liberal, la "gauche divine", que vivió en su casa y que reflejaba el estilo hippy de los 60 en todas sus facetas, también en la educación de los hijos.
También cuenta la forma de vida liberal, la "gauche divine", que vivió en su casa y que reflejaba el estilo hippy de los 60 en todas sus facetas, también en la educación de los hijos.
En parte, he creído ver que en el libro se hace un homenaje , en la persona de su madre, a aquella época.
Recuerda las vacaciones en la casa de Cadaqués la vida que hacía su madre con sus amistades, sus baños desnudos a la luz de la luna o sus partidas de póker.
Ella vuelve allí se refugia en esa casa con sus amigos, sus hijos, sus ex-maridos con los que tiene una buena relación y con su madre que la siente en todas partes, en la barca que ella capitaneaba, en la terraza de ese dormitorio que permanece cerrado y que el perro guarda celosamente esperando que vuelva su ama.
Me ha gustado leerla aunque me ha dejado la tristeza pegada al alma, incluso las páginas en las que se habla de Cadaqués me han provocado un cierto halo de amargura, al recordar momentos tristes vividos allí.
Pero en fin... como dijeron los sabios del cuento chino...
"También esto pasará"
No sé... hay un sector de la pijoburguesía barcelonesa que siempre me ha repelido.
ResponderEliminarGente de izquierda pero bien alejados de los problemas reales de la gente.
Pijopontificando de todo y de todos mientras disfrutan de una vida de casi lujo.
No me caen bien.
Besos.
Esa clase existe en todas partes y en ningún lugar es bien recibida.
EliminarAbrazos para despegar esa tristeza.
ResponderEliminarSon bien recibidos. Gracias.
EliminarQue tengas un lindo domingo. Campanita.
ResponderEliminarMuchos besos.
Gracias amiga mía, un beso
EliminarEl pensamiento de Toro me psrece bastante atinado y lo comparto.
ResponderEliminarNo conozco a la autora pero tu reseña como siempre invita leer el libro.
Saludos Tracy.
También comparto el criterio de Toro.
Eliminarla reseña está hecha desde el corazón porque de principio a fin he tenido presente a mi madre a quien perdí hace tiempo, pero parece que fue ayer, de cómo la recuerdo.
En estas cosas siempre leo el comentario de Toro que está a pié de obra...
ResponderEliminarBesos y salud
... y además debe conocer muy bien a la burguesía catalana.
EliminarMe gusta el pueblo donde se refugia.
ResponderEliminarEs una preciosidad y me imagino que en un casoplón como el que debían tener la protagonista y su madre, sería una delicia con vistas.
EliminarUn beso
Hola Tracy, yo he perdido recientemente a mi madre, a la que estaba muy unida, y siento el dolor ajeno como propio porque hasta hoy no hay día ni hora que no piense en lo que ella haría o diría y mis poemas referidos a ella son todos de tristeza por su ausencia infinita. Hasta ahora no puedo pensar nada más que en que no podré besarla jamás, ni oirla ni abrazarla ni compartir penas o alegrias... y hablar de ella me hace llorar y ese llanto me consuela aunque parezca contradictorio.
ResponderEliminarCada persona tiene vivencias diferentes, pero creo que en general puedo decir si equivocarme que: "una madre siempre es una madre cada segundo de su vida".
Procuraré leerlo.
Muchos besitos
¿Qué te puedo decir? yo perdí a la mía hace ya tiempo, pero mis sentimientos siguen tan intactos como si el hecho hubiese ocurrido ayer y continuamente pienso en ella, me encomiendo a ella y cuando hablo de ella aún se me saltan las lágrimas. Es duro y para siempre.
EliminarMuchos besos.
Me alegra que hayas disfrutado con el libro. Besos.
ResponderEliminarDisfrutado no es la palabra, pero... bueno.
EliminarUn beso.
Sí,pasará...somos ciclos.
ResponderEliminarBesos Tracy
Es verdad.
EliminarComo en todas las cosas, los libros también necesitan una frase o una realción de amor-odio (aunqué sea falsa) por razones de marketing.
ResponderEliminarUn abrazo
Aquí realmente creo, según cuentan, que la hubo, lo que pasa que yo en el libro no la veo reflejada o al menos no es eso lo que siento por una relación de amor-odio.
EliminarUn beso.
Es la vida,tienen que pasar ciertas cosa y vivirlas , como se refleja en lo que nos compartes , es de gran valor.
ResponderEliminarCariños
Así es la vida , Abu.
EliminarMuy interesante ese libro, Tracy...Todos recordamos a nuestra madre y cuando ya no está la comprendemos y nos sentimos más unidos a ella...Pienso, que a la autora le ha pasado eso, quiere darle a su madre toda la comprensión y el cariño, que no le dió...mirando en perspectiva también su época y circunstancias...Mi gratitud y mi abrazo de luz, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
Creo que las personas que hemos perdido a nuestras madres estamos dispuestas a ponernos al lado de la protagonista sea sincera o no.
EliminarComo bien dices, también esto pasará.
ResponderEliminarBesanises, Tracy
Gracias por tus besos.
EliminarEstoy con Toro. Muchos, al menos yo, hemos perdido un padre y una madre, y a los tres días nos hemos tenido que ir a trabajar, a hacer la compra, a llevar a los niños al colegio. La vida es así. Todo pasa pero no volvemos a ser los mismos.
ResponderEliminarTú lo has dicho, siempre hay un antes y un después. Una fractura en nuestras vidas.
EliminarMe pasa como a Toro. La empecé a leer y me dejó fría, y ahí anda muerta de risa por las estanterías.
ResponderEliminarY el caso es que no me pasaba lo mismo con los de su madre. Me leí todos los libros suyos que fueron pasando por mis manos.
Pero este no me llegó a decir nada.
Parece que por el hecho de ser ya está.
Y no.
Según dicen en los mentideros catalanes, fue un libro de encargo para que fuera un pelotazo. No sé lo que esto tendrá de cierto o no pero opino como tú que la madre escribiendo tiene más enjundia aunque no me gusta hacer comparaciones.
EliminarComo he dicho más arriba lo he leído de principio a fin pensando en la pérdida de mi madre, lo que ha hecho que lo ponga en valor sentimentalmente hablando.