PALABRA 39: Imagen de María José Gimenez
"Máscara caída"
Era la máscara veneciana más perfecta que se paseaba por el Gran Canal. Todos la admiraban pero nadie la reconocía a pesar de que año tras año asistía al Carnaval vestida elegante y diferente pero siempre con el mismo antifaz.
Aquel año tuvo la mala suerte de caer al suelo entre la multitud de gente que se agolpaba en la Plaza de San Marcos, cuando fueron a levantarla se dieron cuenta que sólo estaba su bella careta con la frente rota y que de sus ojos salían lágrimas de sangre que se iban convirtiendo en preciosas flores que orlaban su rostro.
Por fin su espíritu había descansado.
Aquel año tuvo la mala suerte de caer al suelo entre la multitud de gente que se agolpaba en la Plaza de San Marcos, cuando fueron a levantarla se dieron cuenta que sólo estaba su bella careta con la frente rota y que de sus ojos salían lágrimas de sangre que se iban convirtiendo en preciosas flores que orlaban su rostro.
Por fin su espíritu había descansado.
Quizá por eso brotó belleza del sufrimiento...
ResponderEliminarAh Venecia...
Bacione.
Siempre Venecia...
EliminarMuy poético, pero me ha dejando "asín". ;-)
ResponderEliminarA mí también me dejó "asin" cuando lo escribí, pero eso fue lo que salió: un espíritu atrapado en una máscara.
EliminarHay quien lleva la máscara o la careta todo el año, e incluso toda la vida.
ResponderEliminarSaludos
Más que los que van a rostro descubierto.
EliminarQué muerte tan hermosa!!!
ResponderEliminarBesos desenmascarados.
Según cómo se mire, también se podría decir qué vida más hermosa la del espíritu que por fin quedó libre.
EliminarBesos libres.
Creo que tu has captado perfectamente el mensaje de la mascara, es genial tu relato, me hubiera gustado que se me hubiera ocurrido a mi. Un abrazo y mi reconocimeinto
ResponderEliminarGracias pero tú sabes que hay tantos mensajes como personas que se acercan a esta máscara o a cualquier otra.
EliminarBesicos.
Eso si que es leer bien una imagen, pordios...
ResponderEliminarJajajajajaa, ese pordios me ha encantao.
EliminarBesos guapa.
Liberarse de una careta tiene que ser como hacerlo de las cadenas.
ResponderEliminarMás o menos.
EliminarTriste y poético. Me gustan las máscaras venecianas y la foto es una preciosidad.
ResponderEliminarMe alegra que descansara su espíritu aunque necesitara primero romperse.
Besos
lo importante es que salió fuera, la mascara aunque se rompiera, ya no servía de nada.
EliminarLas flores con su olor dicen
ResponderEliminarcómo fueron cultivadas.
Las que huelen dulce,
regadas fueron con besos.
El aroma de otras, es
del amargo sabor de las lágrimas,
y si bañadas con sangre de engaño,
llorada al perder la máscara, dan
el gris perfume de la tristeza.
Besos.
¡Qué bonitooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
Eliminarno sé cómo agradecértelo.
Besos.
Y al fin el espíritu voló a su necesitada paz....
ResponderEliminarMe gustó leerte.
cariños
Y a mí que le leyeras y me interpretaras.
EliminarBesos
Muy bello relato.
ResponderEliminarMe ha encantado Tracy.
Besos.
Gracias, Amapola.
Eliminarcuando se caen disfraces
ResponderEliminarempiezan las vidas de la muerte.
Y más...
Besos
Mira, eso no lo había pensado, pero quizás lleves razón.
EliminarMira, eso no lo había pensado, pero quizás lleves razón.
EliminarCuántas personas son lo que aparentan gracias a la máscara que las envuelve, por debajo tan solo el vacía ¡qué tristeza de vida!
ResponderEliminarTe felicito por la gran lectura que has hecho a la imagen.
Besos
Sí que da pena, sí.
EliminarCoño una de fantasma, estas cosas me chiflan; y si es de muertos vivientes, para que te cuento. Esos que arrancan a lo vivo y se comen los corazones, riñones e higadillos; "joder que pasada". Esos muertos vivientes con máscara en la Plaza de San Marcos sería una gozada.
ResponderEliminarBesos Tracy
¡Qué alboroto!, me alegro de la euforia que te provocó mi relato.
EliminarPero el carnaval vivira siempre.
ResponderEliminarBesos
Por los siglos de los siglos.
EliminarAmén.
Un relato muy inquietante...
ResponderEliminarBesos
Como la imagen, si lo he conseguido, me alegro.
Eliminar¡Fantástico final! Uno siempre espera descubrir lo que hay detrás de una máscara o careta, pero esto es toda una sorpresa.
ResponderEliminarBesos
Gracias MAESTRO!, no sabe lo que me enorgullece tu opinión.
EliminarUn beso
!!!Me encanta tu nuevo look otoñal!!!!!!
ResponderEliminarGracias por el té.!!!!Feliz Otoño!!!
Un Beso
Igualmente reina.
EliminarUna historia triste y fantasiosa; muy propia del Carnaval de Venecia. Me ha gustado. MI primer abrazo de Otoño para tí.
ResponderEliminarTambién otro abrazo otoñal para ti.
Eliminar¿Es la cara el espejo del alma? ¿O el espejo del alma en muchas ocasiones, es la careta?.
ResponderEliminarBrillante´y escueta narración, que ha logrado que me ponga filosófico.
Un abrazo.
Tú no te pones filosófico, es que eres un filósofo nato y no por mi relato.
EliminarBello relato, bello cuento, Tracy ... se lo contaré el domingo a mis nietos
ResponderEliminarYa me dirás si les gustó.
EliminarQué lindo, Tracy! Menos mal que se cayó, era la única manera de poder liberar su alma. Me encantó tu relato.
ResponderEliminarUn beso.
Si a la jefa le gusta, todo va ben, jejejejejej.
EliminarGracias.
Woww...una máscara con alma propia...
ResponderEliminarBesos,Tracy!
Si es raro, pero es la excepción que confirma la regla.
EliminarUna historia misteriosa al que le queda bien la ambientación en Venecia.
ResponderEliminarSaludos.
Venecia siempre viene bien en cualquier ambientación.
EliminarA ver si se caen las máscaras el Domingo en Cataluña... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Veremos qué pasa.
EliminarTu versión de la máscara es clara, directa y sencilla y con un toque de espiritualidad, que le hace bien...Buena síntesis, Tracy. Mi felicitación y mi abrazo madrileño.
ResponderEliminarM.Jesús
Besos no lo había contemplad así, pero me gusta tu interpretación.
Eliminar¡Que bonita historia!
ResponderEliminarUn fantasma deambulando por Venezia y que al fin encontró la paz.
mariarosa
Me encantó...un final sorprendente y liberador.
ResponderEliminarBesos
Emotivo, poético, ...muy delicado y hermoso relato...Ah!!! ...y en Venecia ...qué romántico!!!
ResponderEliminarCuánto dolor asimiló esa careta de un rostro que era alma dolorida....Cuántos rostros no son solo caretas que ocultan tan hondos sentimientos y dolores ....y no se ven....
Abrazo.
Hola paso de visita por tu blog. Muy crudo el tema es lamentable que en el siglo XX| sigan pasando estas cosas por las guerras muy buena tu entrada. Saludos
ResponderEliminarUn relato ¡Increíble! Me encantó.
ResponderEliminarSaludos Tracy.
Menudo descansón, pobre...
ResponderEliminarBss.
Genial tu relato Tracy. Vaya imaginacion la tuya.
ResponderEliminarUn beso
Isa
Feliz fin de semana