"La fiesta de la insignificancia" ¿A que el título es atrayente?
Si además os digo que su autor, aunque muchos lo sabréis, es el escritor checo Milan Kundera, ya remato.
Si además os digo que su autor, aunque muchos lo sabréis, es el escritor checo Milan Kundera, ya remato.
La obra no sólo atrapa con el título sino con su comienzo, toda una disertación sobre el poder erótico del ombligo, no os digo más.
Nos tomamos un té y os comento sobre la obra.
Nos tomamos un té y os comento sobre la obra.
Toda la novela está escrita en clave de humor, presentando a nuestra época con la comicidad que es una de sus señas de identidad.
En la contraportada del libro se hace referencia a esto, comentando que en su obra "La Lentitud", Kundera pone en labios de su esposa las siguientes palabras:
"Me has dicho muchas veces que algún día escribirías una novela en la que no habría ninguna palabra seria".
Puede que sea esta, porque a lo largo de sus 138 páginas no abandona ni un instante el humor para tratar los temas de la vida real.
Anda tomemos un pastelito mientras hablamos.
El libro está dividido en siete capítulos en los que nos presenta a los protagonistas de la novela y nos va contando sus andanzas algunas inventadas para que el humor no decaiga porque tal como está el mundo "no es posible subvertir, ni detener su pobre huida hacia delante, sólo hay una resistencia posible: no tomarlo en serio"
Anda tomemos un pastelito mientras hablamos.
El libro está dividido en siete capítulos en los que nos presenta a los protagonistas de la novela y nos va contando sus andanzas algunas inventadas para que el humor no decaiga porque tal como está el mundo "no es posible subvertir, ni detener su pobre huida hacia delante, sólo hay una resistencia posible: no tomarlo en serio"
Usa la broma como envoltorio de sus creencias más esenciales como que "el ser humano, no es sino soledad, una soledad rodeada de soledades" y el humor es utilizado para reírse del afán de transcendencia que tienen las personas en el siglo que vivimos:
"El tiempo corre. Gracias a él, primero vivimos lo cual quiere decir que ya hemos sido acusados y juzgados por la gente.
Luego morimos y permanecemos unos años entre los que nos han conocido, pero muy pronto se produce otro cambio: los muertos pasan a ser muertos viejos de los que ya nadie se acuerda y que desaparecen en la nada; tan solo unos cuantos, muy muy pocos, imprimen su nombre en la memoria de la gente, pero ya sin testigos fehacientes, sin un sólo recuerdo real, pasan a ser marionetas"
Pienso que dados los 86 años que tiene Kundera, estas palabras cobran aún más valor, si cabe.
Me había olvidado de pediros café a los no teteros, con lo atentos que estáis tomando notas, ni si quiera habéis protestado.
Ahora que estamos todos servidos, me parece que la mejor forma de acabar esta entrada es transcribir las palabras que el autor pone en boca de uno de sus personajes:
"La insignificancia es la esencia de la existencia"
Esta frase es digna de ser anotada porque no se puede decir mejor con menos palabras.
"El tiempo corre. Gracias a él, primero vivimos lo cual quiere decir que ya hemos sido acusados y juzgados por la gente.
Luego morimos y permanecemos unos años entre los que nos han conocido, pero muy pronto se produce otro cambio: los muertos pasan a ser muertos viejos de los que ya nadie se acuerda y que desaparecen en la nada; tan solo unos cuantos, muy muy pocos, imprimen su nombre en la memoria de la gente, pero ya sin testigos fehacientes, sin un sólo recuerdo real, pasan a ser marionetas"
Pienso que dados los 86 años que tiene Kundera, estas palabras cobran aún más valor, si cabe.
Me había olvidado de pediros café a los no teteros, con lo atentos que estáis tomando notas, ni si quiera habéis protestado.
"La insignificancia es la esencia de la existencia"
Esta frase es digna de ser anotada porque no se puede decir mejor con menos palabras.
Eso de los muertos viejos y olvidados ya se me había ocurrido a mí...
ResponderEliminarA ver si lo voy a denunciar por plagio.. ..jajajja
Besos.
No te lo vas a creer, pero cuando lo leí me acordé de ti. Esperemos que en su próxima obra no hable de regalar muertos, jejejeje Si es que eres un grade.
EliminarBesos
Gracias por el café, y que decirte de tu recomendación-reseña, me ha parecido muy sincera. Saltos y brincos
ResponderEliminarDe nada guapetona.
EliminarBesos y saltibrincos.
No se cual es la causa, pero intenté leer "la insoportable levedad del ser" y no me entró, a partir de ahí no ha entrado ningún libro suyo en mi biblioteca, a pesar de saber de que es un magnífico escritor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues reconociendo que es un gran escritor, creo que debes darle otra oportunidad ¿no te parece?
EliminarMe encanta Kundera...
ResponderEliminarY este libro es uno de los libros que además se leen bien.
Es uno de los imprescindibles. Me repito, pero así es para mí.
El mismo leitmotiv en todos sus libros... "la levedad del ser" y además un gran conocedor de Cervantes como Nabokov.
Bss, guapísima.
Es un gran escritor, leí hace ya tiempo "La insoportable levedad del ser" y hasta ahora no he vuelto a leerlo, pero me ha reafirmado en que es un gran literato.
EliminarUn beso.
No es libro para jóvenes, ni llevará a nadie a Bizancio. El humor no basta frente al suicidio si no va junto al autoengaño. Milan lo sabe, pero ahora le apetece disimular.
ResponderEliminarDepende de la madurez que tengan los jóvenes
Eliminar.Milan lo sabe todo y nos lo va dosificando de acuerdo con las circunstancias que vivimos.
Besos
Gracias por tu visita y también por el café. El libro me parece interesante por su contenido, lo echare un vistazo.
ResponderEliminarUn abrazo de luz.
Encantada de verte por estos pagos.
EliminarOtro besito para ti.
Le echare otro vistazo.
ResponderEliminarBesos
Eso está bien.
EliminarHay. sin embargo, muertos muy viejos y "muy muertos", que nunca llegarán a ser olvidados, y se me ocurren muchísimos: Platón, Hipócrates, Julio Cesar, Séneca, Jesús... Mientras alguien les recuerde nunca serán marionetas. Es verdad que somos polvo de estrellas pero no creo que insignificantes. El café, buenísimo.
ResponderEliminarEsa es la excepción a la que él se refiere en ese párrafo dignos de ser recordados pero que nos pillan tan lejos, como los ejemplos que tú citas y que ya los movemos por la historia como si fueran marionetas. Es, al menos es la interpretación que yo le he dado y estoy de acuerdo con ella.
EliminarMe alegro que te supiera bueno el café.
Un besazo.
Interesante reseña y parece que interesante lectura que me estoy perdiendo. Tomo nota.
ResponderEliminarUn saludo
Como estás desconectada....
EliminarBesos
Tienen buena pinta
ResponderEliminar¿A que sí?
EliminarYo hoy necesito dos o tres tés. Besos.
ResponderEliminarPues adelante, no te prives.
EliminarMe parece que será un libro que en su humor recogerá mucha sabiduría.
ResponderEliminarLo del ombligo me ha gustado...
; )
Besos.
La verdad que la teoría que expone sobre la erótica del ombligo, me ha parecido interesante.
EliminarAnotado.
ResponderEliminarMira que leí a Kundera, pero le dejé.
Inténtalo con este libro que es de los que se lee bien.
EliminarNo, yo si no hay café, de entrada no voy... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Pues claro que hay café, de entrada y de salida, jejejejeje
EliminarPero qué dices que hay que leerlo con té, y si es con un bocadillo de panceta. No conozco al autor; mi ignorancia es grande.
ResponderEliminarBesos
Cada cual lo lee con lo que quiera, aunque la verdad es que no me veo leyendo a Kundera con un bocadillo de panceta, aunque él sí que le sacaría punta a esta escena para mí inimaginable.
EliminarA mi me impactó La insoportable levedad del ser. No se me olvida. Las demás que le he leído se me han olvidad incluida esta que acabas de describir.
ResponderEliminarLa verdad es que las dudas existenciales que plantea en ella, te martillean con frecuencia., no es fácil de olvidar.
EliminarBesos.
El humor es muy necesario para mirar la realidad desde otras perspectivas...Y si Kundera nos ayuda a ello, fenomenal, bienvenido sea, amiga...Gracias por el té y por traerlo. Mi abrazo de luz y feliz noche, Tracy.
ResponderEliminarM.Jesús
También lo creo así, sin humor sería imposible o muy difícil afrontar la vida de cada día, aunque hay quien lo hace, ¡claro que así le va!
EliminarCon tu permiso, yo he tomado un café cortito. Ese es el tipo de literatura que me llama, para reirme de mi mismo y del mundo entero. Tomo nota.
ResponderEliminarTienes todo mi permiso, aunque a estas horas puede ser que te quite el sueño.
ResponderEliminarUn beso y buenasssssssss nochesssssssssss
Mil gracias por el café y por el libro...lo anoto para la próxima.
ResponderEliminarUn beso
De nada,guapa.
EliminarUn buen momento para un café intenso y corto, como a mi me gusta. Me dejo el pastelito que estoy a dieta permanente por culpa de mis tiroides suicidas.
ResponderEliminarNo estoy a dieta de libros, que son mi alimento principal, los que mantienen la cordura justa para no mirarme el ombligo y tomarme la vida con mucho humor.
Me apunto el libro, Tracy, y me quedo con la esencia de la insignificancia de nuestra existencia.
Un beso,
¡Un corto marchando!.tampoco va a pasar nada porque te tomes un dulcecillo, pero, bueno, vale.
EliminarNo me perdono el haber faltado ayer al té con un comentario, no me lo perdono ...
ResponderEliminarLo leí y ¡no comenté!, no sé por que me di cuenta después ...
Leí hace mucho "La insoportable levedad del ser", esta no. La apunto.
Un beso fuerte, Tracy.
porfa pásame el enlace de la entrada de la cocina de la obra de Proust.
EliminarGracias y un besazo fuerte
Como siempre amiga, una buena y amena reseña. Gracias Tracy.
ResponderEliminarBesos.