Es lo que se le ha ocurrido a Charo, veremos que se me ocurre a mí que no es un tema que me atraiga demasiado pero seguro que a los demás sí se le ocurrirán historias para poner el vello de punta, podéis leerlas aquí
Jamás pensaba en los fantasmas, aunque les daba su lugar por aquellas personas que pudieran creer en ellos, escuchaba todas las las historias en las que aparecían pero en su fuero interno pensaban que no tenían ningún viso de realidad.
El tiempo fue pasando y sin saber cómo, ni cuando, ni de qué manera, los fantasmas fueron haciendo aparición en su vida.
El primero en llegar fue el del Miedo, aunque iba
disfrazado de Prudencia, envuelto en una sábana gris plateada agradable a la vista... poco a poco la fue convenciendo de que la Prudencia era una gran virtud que hay que cultivar y no un fantasma contra el que hay que luchar.
Una vez que la tenía convencida, el Miedo se despojó de esta apariencia y se mostró cual era, envuelto en unos ropajes negros que sólo dejaban al descubierto su terrorífico rostro, siguiéndola a todas partes como si de su sombra se tratase.
Este fue el principio de la aparición de otra serie de fantasmas menores, eso creía ella, que pululaban a su alrededor: El fantasma de no encontrar trabajo, el de la precariedad económica, el de aguantar a su marido a pesar de la mala vida que le daba, el fantasma del "qué dirán", el de la libertad, el fantasma de ser ella misma, el de la enfermedad, el dolor, la muerte...
disfrazado de Prudencia, envuelto en una sábana gris plateada agradable a la vista... poco a poco la fue convenciendo de que la Prudencia era una gran virtud que hay que cultivar y no un fantasma contra el que hay que luchar.
Una vez que la tenía convencida, el Miedo se despojó de esta apariencia y se mostró cual era, envuelto en unos ropajes negros que sólo dejaban al descubierto su terrorífico rostro, siguiéndola a todas partes como si de su sombra se tratase.
Este fue el principio de la aparición de otra serie de fantasmas menores, eso creía ella, que pululaban a su alrededor: El fantasma de no encontrar trabajo, el de la precariedad económica, el de aguantar a su marido a pesar de la mala vida que le daba, el fantasma del "qué dirán", el de la libertad, el fantasma de ser ella misma, el de la enfermedad, el dolor, la muerte...
Contra todos quería luchar, todos en bucle iban y venían envolviéndola con temores que no la dejaban vivir pero le costaba darse cuenta que eran las diversas manifestaciones del Miedo, ese primer fantasma que la atemorizaba más dejándola paralizada sin capacidad de reacción a la vez que la convertía en su esclava.
Una vez que el Miedo consiguió su objetivo, la abandonó para ir en busca de otra víctima, pero fue demasiado tarde:
Murió de su propio terror a morir.
Una vez que el Miedo consiguió su objetivo, la abandonó para ir en busca de otra víctima, pero fue demasiado tarde:
Murió de su propio terror a morir.
A veces el miedo atenaza de tal manera que no deja vivir...
ResponderEliminarBesos.
Cuando el miedo entra en el cuerpo, cuesta sacarlo.
ResponderEliminarSaludos
Fanstasmas por todas partes.
ResponderEliminarDa miedo hasta despertarse.
Besos.
Vaya final, hemos llegado tarde y no nos ha dado tiempo a quitarle el mido. Tengo una chaqueta gris plateada voy a sacudirla por si acaso. Saltos y brincos
ResponderEliminarMiedo elevado al cubo.
ResponderEliminarUfff Tracy pues te ha quedado un relato de lujo qué quieres que te diga... A veces nuestros mayores y peores fantasmas están dentro de uno mismo y son los más difíciles de vencer y superar...
ResponderEliminarBesines...
Muy bueno Tracy. El miedo es quizá nuestro peor enemigo…ese fantasma que paraliza nuestros pies, y nos priva de todo lo maravilloso que la vida puede darnos, o de sanar de esas heridas que nos causan dolor…
ResponderEliminarMe ha encantado!! Mil Bsoss!! ♥ :-)
Ese fantasma sigue en mi el de la pesadilla de no encontrar trabajo.
ResponderEliminarUn besazo.
Muy bueno, Tracy...Nosotros mismos nos creamos ese laberinto de fantasmas...Por tanto, debemos estar atentos y no dejar que las ideas negativas nos dominen...No es fácil, pero no imposible...Mi abrazo y mi cariño.
ResponderEliminarM.Jesús
El miedo es un montón y cada uno coge el que quiere. Fantasmas si que hay sí; muchos y muy malos, pero sin sábanas, con dos patas y mucha mala leche. A esos fantasmas si que hay que tenerles miedo.
ResponderEliminarBesos.
Murió de pánico a vivir.
ResponderEliminarTe ha quedado un relato de lujo. Yo también tengo un fantasma, pero no es malvado, es travieso. Me lo esconde todo para fastidiar. Una vez tuve que irme a Viena en coche porque tenía una reunión y él me había escondido el billete de avión. Los que saben me dicen que mi fantasma es alemán, no sé por qué. Creo que le llaman Alquíber, Albaceite o algo así, se me ha olvidado el nombre.
ResponderEliminarBesos
Fastasmas en vida . Fastasmas en muerte.
ResponderEliminarComo para no asustarse. Besos.
Un par de esos tengo revoloteando cerca, pero ya no me dan miedo, porque es peor la impotencia y la frustración.
ResponderEliminarUn abrazo, compi.
Qué buen relato! y a más de uno le viene bien para saber cómo despojarse de ciertos fantasmas.
ResponderEliminarBesos Tracy
Todos tenemos fantasmas que nos rondan y acechan de tantas maneras, con tanta vestiduras pero tarde o temprano se les puede vencer. No siempre solos. A veces necesitamos un manita. Pero ¿qué sería de nosotros si no tuviésemos miedo alguno?
ResponderEliminarUn beso enorme y magnífico tu relato, de verdad.
Si, cada quien tiene sus propios fantasmas en la mente que hay que superar sin miedo...
ResponderEliminarSalud y besitos
¡aplausos!!saludos
ResponderEliminarUuff!! Pensaba que había comentado!!
ResponderEliminarTodos coincidimos en catalogar al miedo como uno de nuestros principales fantasmas, creo que por eso os habéis sentido identificados con mi relato, así es que ¿qué deciros?. Bueno sí, que acabo de llegar a Bcn a celebrar el cumple de Hugo que es mañana, así es que ante el MIEDO de quedarme dormida en el teclado, por el cansancio que tengo, he decidido acostarme para mañana amanecer descansada que me espera un día de mucho trajín.
ResponderEliminarBesos sin MIEDO para todos y para todas.
Buenasssssss nochesssssssssss y que cada cual sueñe con quie quiera o con quien pueda.
Mas que morir de miedo hay quienes temen el vivir...y es que en estos días si que da miedo estar vivo..porque como cuesta llevarlo a cabo..morir? debe ser fácil...digo, después que te mueres se acaban los problemas---anda que tu relato nos deja como pensativos..besosss
ResponderEliminarufff !!! siii que triste que a veces nos hacemos esclavos de nuestros propios fantasmas, que los solemos hacer tan reales como creibles
ResponderEliminarA veces, por desgracia en la realidad, el miedo causa estragos
ResponderEliminaren las personas, hasta fatales, como en el caso de tu personaje.
Malo ese fantasma del miedo, que te atrapa y del que es difícil escapar. Besos
ResponderEliminarMalo es el miedo Tracy, porque el miedo paraliza, acobarda,nos limita y nos impide reaccionar ante las distintas situaciones en las que se nos manifiesta. Distinta es la preocupación porque esta no te impide caminar ni buscar la mejor manera de enfrentar esas malas circunstancias.
ResponderEliminarCon respecto al que murió por terror a morir, la contraposición para poner algo de humor negro, la de aquel que no podía morirse porque no tenía donde caerse muerto.
Un abrazo.
Tu historia si que produce verdadero terror porque esos fantasmas están con nosotros cada día, en cada momento...
ResponderEliminarGracias por participar.
Un beso
Es el fantasma del miedo el que en realidad nos persigue y al que es facil sucumbir, solo que tambien estan los fantasmas de la esperanza, de la ilusion, de la magia y el mas impotante: el de las ansias de libertad, con estos no hay miedo que se imponga. Besos.
ResponderEliminarTenemos tantos miedos, que se convierten en nuestros propios fantasmas, y como dices tú, sino es uno es otro el que hace acto de presencia, y si no nos despojamos de él, no nos deja vivir. Hay que aprender a vivir sin miedo.
ResponderEliminarMuy bien relatado.
Un abrazo
Que bien has retratado a los fantasmas cotidianos, ¿quien no tiene alguno de ellos? ¿quien no le ha visto la cara al miedo y ha creído morir?
ResponderEliminarUn abrazo
No tener miedo alguno es de inconscientes, pero el miedo a todo mata... tu relato, como siempre, es extraordinario.
ResponderEliminarUn beso.
P.S.: y aunque atrasadas, felicitaciones a Hugo!
Casi el mayor de los fantasmas...el del miedo, que paraliza y puede terminar matando efectivamente...pones bien el foco en el tema...
ResponderEliminarBesos
Cuantas veces es el propio miedo el que paraliza sn dejar reaccionar. Es terrible darse cuenta tarde de que el único remedio es afrontar esos miedos y buscar la ayuda precisa.
ResponderEliminarBuen enfoque.
Un abrazo.