CINE A PRECIO DE GANGA

en pleno centro de Barcelona

Pasaba por allí y pensé estas dos horas muertas que tengo, me voy a meter en el cine. Así es que saqué la entrada y entré al vestíbulo del cine para tomarme algo.

 Me senté y fui a guardar la vuelta de la entrada y me encuentro que de un billete de diez euros, me habían devuelto siete euros con diez céntimos.

Pensé... se han equivocado, no es día del espectador y aunque lo fuera, en Córdoba vale más caro, así es que me fui a la ventanilla y se lo dije a la taquillera, que me dijo que por ser el día del cine o algo así, había un precio especial.

Le dije de broma:

- ¡ Menos mal! creía que me había visto tan decrépita que me había hecho el 75% sobre el precio de la entrada de mayores"

Todo acabó con unas risas.
He ido dos días al cine a ver dos películas una de ellas esperaba que fuera muy buena y no me ha gustado nada:

La elegí en la cartelera porque coy una apasionada lectora de Zweig y esperaba encontrar en ella otra cosa, me he llevado una decepción tremenda, hasta el punto de no querer dedicarle ni un minuto más.
Pero como siempre digo: para gustos, colores.

La otra película que he visto por el módico precio de 2,90 euros, no es que sea una maravilla pero me inflé de reír

Podría llamarse en lugar de "Un italiano...", " Un español..."
porque es la diferencia abismal que existe entre los países mediterráneos y los nórdicos.
Es desternillante.
Y colorín colorado este ha sido el cine que he visionado.