" NO SE TIRA NADA, TODO SE VENDE"

Es la cancioncilla que a modo de mantra se repite en:

una obra con un ritmo vertiginoso que se desarrolla a lo largo de tres horas y media, incluyendo dos descansos de quince minutos, aunque para nada se hace pesada.

La interpretan seis magníficos actores aunque  las acciones trepidantes que se suceden a lo largo de la obra, dan la sensación que hay muchos más encima del escenario.

(Fotografía El Día Córdoba)
Todos ellos hacen música y cantan, pero la obra no llega a ser una comedia musical sino una comedia con momentos musicales.

(fotografía de crítica teatral@elespanol.com)
La escenografía corre a cargo de Curt Allen Willmer que es un alarde de ingenio, os he hablado de él en otras obras suyas. Esta vez ha hecho como una especie de escenario sobre una plataforma redonda en la que su corona circular  gira  permitiendo aumentar la movilidad de los actores  y agilizar  más las escenas. 

(fotografía de Barco Pirata)
El diseño del vestuario también merece una mención especial, pues siendo los mismos actores los que dan vida a hombres, mujeres, banqueros, obreros, etc. parece imposible como con dos "trapos"  el espectador puede adivinar la psicología del personaje.

(fotografía de crítica teatral@elespanol.com)
Dejo para el final el argumento porque imagino que sabéis de que va: es la historia de la saga de una familia judía  a lo largo de tres generaciones desde 1848 que llega a EEUU el mayor de los hijos y luego sus otros dos hermanos, buscando el milagro americano,

(crítica teatral@elespanol.com)
hasta el 2008 que sus descendientes caen en bancarrota provocando una crisis mundial.
 Es una lección magistral de economía y de lo que es el capitalismo feroz que devora todo lo que encuentra a su paso, sin ni si quiera un pequeño atisbo de humanidad. En el período que abarca la obra, rico en hechos históricos transcendentales para la economía, se palpa este afán descomunal de riqueza que ha culminado en nuestros días.
Muy interesante verla no sólo como representación artística, sino como lección de vida.