HOY CAMBIO EL TÉ POR EL CAVA QUE PA ESO ES NOCHEVIEJA

Alrededor de las doce...  cuando la noche se haya hecho vieja... preparad vuestras copas de champán y disponeros a acompañarla hasta sus últimos segundos con cariño y agradecimiento.
Yo estaré haciendo lo mismo pero sin dejar de mirar el reloj, porque el año nuevo también necesita que lo recibamos con amor. 

   Después de tomaros las uvas,  si salís al balcón, mirad esta lluvia de estrellas y pensad que cada una de ellas os lleva mis mejores deseos para cada uno de los días que componen el año que estrenamos.

Estaré brindando con cada uno de vosotros para que se cumplan. 

¡¡¡Chin-Chin!!!

¡Por el Dos Mil Veinte!
¡Vámonos por él!