SIETE DÍAS PARA GINEBRA: INCERTIDUMBRES

Tema escogido para el mes de abril por Gin: 

Pregúntate cada día (durante siete días), qué es lo que has hecho, pensado, soñado… que te haya hecho sonreír o sentirte feliz por breve o efímero que haya sido. Un motivo cada día, por el que has decidido no rendirte, secar tus lágrimas y seguir luchando. Un motivo por el que, a pesar de todo, no has parado de reír: una onza de chocolate; una llamada; una canción; una mirada; un recuerdo; un libro; pintar o escribir…" 

 Si os apetece  leer el resto de las aportaciones  podéis hacerlo en su blog

SIETE DÍAS: INCERTIDUMBRES

Los días van pasando y los límites del confinamiento se van ampliando, sin llegar a vislumbrar el fin de esta soledad que nos envuelve.
 Imagino que cada cual ha buceado en su interior para elegir la mejor forma de asirse a la esperanza. 
Para mí ha sido un descubrimiento que mi tabla de salvación no haya sido la lectura, he sido incapaz de centrarme en ella y su lugar lo ha ocupado la música y el recuerdo siempre presente del mar que  han hecho que las noches y los días se hagan más vívidos.
La desaparición de Aute el cuatro de abril, casi en el ecuador de este confinamiento, me hizo repasar toda su música y revivir con cada canción hechos de una etapa muy bonita de mi vida a la que él  puso banda sonora y que en más de una ocasión han hecho esbozar en mi rostro una sonrisa.
 Sin  duda una bella manera de revivir unas sensaciones que en estos días no parecían propias.

Las letras de Aute, pura poesía, cuando se escuchan atentamente  te das cuenta que han sabido envejecer muy bien y están de plena actualidad, parecen hechas para el momento presente. 
Me ha ocurrido con "Volver al agua", en unos momentos que necesitamos volver a nuestra esencia para hacernos esas preguntas, de las que quizás no sabemos las respuestas, pero es necesario que nos las hagamos para liberarnos de nuestras prisiones mentales.

También con: "Un soplo de alegría" justo el que necesitamos para diseñar nuestro  día a día con optimismo, sin sucumbir a la negrura que nos envuelve y que rubrica nuestros pesares.

Y... "Quiéreme" otra canción que se ha convertido para mí en un mantra  que sale de lo más profundo del alma demandando cariño y ternura (sentimiento muy presente en muchas canciones del autor) en un momento en el que estamos sumidos en la soledad más absoluta dentro de cuatro paredes, donde las emociones piden ser compartidas.

Incertidumbres quedan todas pero hay una certeza que siempre ha estado ahí, pero que en las circunstancias que estamos atravesando nos la encontramos a diario por cientos: La muerte.
Esa muerte que está a la vuelta de cualquier esquina, somos más conscientes y estamos más familiarizados con ella que nunca. 
De esta certeza, la única que tenemos, hay que sacar la fuerza de querer vivir como la saca Aute en esta canción:
 Vivir el hoy que "el mañana ya murió"