JUEVEANDO CON LOS CUENTOS DE NAVIDAD

 Nos conduce Mag y clicando en su nombre podéis leer los cuentos navideños que hemos hecho.

Érase una vez... una pareja que tenía una niña preciosa y quería darle una hermanita, porque según habían oído en sus respectivas familias la mejor herencia que podían dejarle a los hijos , eran otros hermanos.

La madre se inclinaba  más, por darle una hermanita  para que pudiera jugar con ella y no necesitaran amigas, aunque las tuvieran, porque ellas se bastarían solas para no aburrirse y poder salir juntas sin necesidad de ponerse de acuerdo con nadie.

Y así fue, cuando la mayor tenía casi los dos años empezó a revolotear por los alrededores de la casa una cigüeña preciosa con un plumaje blanco como la nieve y un pico muy largo. la madre se la enseñó a la niña ¡En que momento se le ocurrió aquella idea!

- Pero ¿mamá, la cigüeña donde trae a la hermanita?, en el pico no lleva nada.

-No te preocupes mi amor, vendrá de soltar otro bebé por aquí cerca.

- Mamá ¿y si se equivoca y lleva a nuestro bebé  a otra casa?

- No te intranquilices, eso no va a pasar, las cigüeñas son muy listas y nunca se equivocan.

La cigüeña dejó de volar por la casa pero la curiosidad interminable de la niña no paraba de hacer preguntas.

Por fin, un día como el de hoy, hace ya algunos años, la niña cuando se despertó por la mañana se llevó la sorpresa  de que la cigüeña había dejado durante la noche, una preciosa niña. 

¡La cigüeña había traído a su hermanita!  

Se asomaba al moisés con los ojos muy abiertos y estudiaba el rostro de su hermana, y vio que le parecía mucho a su muñeca, corriendo fue por ella y se la enseñó, la niña abrió los ojos y...

- Mamá, mamá, se ha reído. ¿No se habrá equivocado la cigüeña, ¿no? porque yo me quiero quedar con ésta.

- No cariño, esta es tu hermanita, ya te dije que las cigüeñas no se equivocan nunca.

La madre orgullosa miraba la escena, tenía dos nenitas preciosas como siempre había deseado, pero ante ellas juró y perjuró que si tenía otro hijo, las niñas estarían enteradas paso a paso de cómo, cuándo y dónde se gesta a un hermanito y prometía que la cigüeña sólo aparecería en la explicación  para deshacer el entuerto.

Y Colorín, colorado, este cuento o realidad se ha terminado y se lo dedico a esa preciosa niña de cabellos rubios como los rayos del sol y las orejitas tan perfectas que parecían un dibujito. Esa niña que hoy cumpleaños y que es la alegría de los que quedamos en casa.