Me gusta tanto el cine que acabo de leer dos post que van de eso,  "El rayo verde" -masQmay- y "Un tipo serio" -En marcha-, y  no me resisto a hacer yo un tercero.
Los directores de estas películas no tienen nada que ver: Rohmer cuenta como nadie, o mejor dicho hace contar a sus personajes, historias de amores y desamores de la manera más sencilla posible, como los hechos van transcurriendo en la vida real. Las películas que he visto suyas, siempre en Filmoteca y nunca en salas comerciales, me han interesado  muchísimo, porque me gustan las "pelis de hablar", como dice una  amiga mía.
 Pero también me gusta el cine de los Coen quizás por lo disparatado que es y por las situaciones  surrealistas dotadas de  una carga  crítica,  que hace que sonrías aunque la situación que estas viendo no sea para sonreir.
"Un tipo serio", lo último de ellos, te desconcierta desde el primer momento, hasta el punto que te plantearías  si has  entrado en una sala equivocada, sino fuera porque reconoces su humor. A medida que se va desarrollando la película, se ve como la maldición biblica de las primeras secuencias, tendrá su respuesta en todos y cada uno de los acontecimientos que le suceden al protagonista que con una paciencia similar a la del Sto. Job va aceptándolas para llegar a un final en el que  se duplican las tragedias a modo de traca final.
Y tú desde tu butaca... te sonríes
                                                             


Qué tiemble Boyero!!!
ResponderEliminarQue me disculpe la genialidad de los Coen, pero, aunque quizá en esto no siga mucho la moda, me quedo con las largas conversaciones de las pelis de Rohmer, y con esa cámara detenida en el rostro de sus personajes femeninos.
ResponderEliminarno os abandono! solo he estado de correcaminos, como tú :D gracias por pasarte por mi rinconcillo.
ResponderEliminarlas pelis de los coen son geniales, pero esa no la he visto, me la apunto!
un saludo
Afortunadamente no hay obligación de elegir: un día las charlas interminables y adictivas de Rohmer y al siguiente las payasadas geniales de los Cohen.
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