EL PRÍNCIPE TAMBIÉN SE VINO "PÁ" CARTAGENA

y podría vacilar diciendo que esa mirada y esos ojitos sonrientes los puso cuando me vió, pero no, 

él estaba  con sus barquitos y yo con mis museos y ni si quiera nos vimos. Aunque me temo que él lo debió de sentir sobremanera, pero comprenderéis que después de un lunes con los museos cerrados, el martes tenía que aprovecharlo a tope.

El primer museo que visité fue el de Arte Moderno, el MURAM.
 Últimamente estoy conociendo museos que son joyas arquitectónicas y un alarde de buen hacer interiorista.
Este, de arte moderno, está ubicado en un edificio anexo a la Casa Aguirre 

de la que también toma la parte superior. Los arquitectos han resuelto esta composición de forma diáfana, logrando casar perfectamente el modernismo de la Casa Aguirre con el interiorismo vanguardista de las restantes salas del Museo.

Y como guinda no podía faltar el toque romano que lo ponen los restos de Calzada que se ven a través de las ventanas modernistas de la cúpula de la Casa Aguirre .

Y hablando de romanos, ¡¡¡que "peaso" de integración ha hecho Moneo en el Museo Romano!!!
Ha conseguido un todo unitario del Palacio Riquelme,

la Iglesia de Sta. María y el Teatro Romano

uniéndolos a través de un túnel por debajo de la calle y de los cimientos de la Iglesia ya que están a tres niveles distintos, ¡una pasada!.
Está claro que mi elección tenía su fundamento y espero que el príncipe haya sabido perdonar mi ausencia durante su visita a esta bella ciudad.