UNA HISTORIA CONTADA CON MUCHA SENSIBILIDAD

La última película de Iciar Bollaín y la tercera película que hace basándose en un guión de su pareja Paul Laverty.

El argumento de la película vino dado por una noticia que salió en el Periódico El País, que se hacía eco del expolio que estaban sufriendo los olivos milenarios de la zona de Castellón

que eran arrancados por un puñao de dinero, para servir de decoración en chalets o empresas dentro y fuera de nuestras fronteras.

El argumento se cataloga de cuento pero podría ser verdad y ese es el hecho que te hace meterte en la piel de los protagonistas: el olivo

el abuelo y la nieta,

El tío, la nieta cuando emprende la aventura de ir a buscar el olivo del abuelo y el amigo de ella.

Unas interpretaciones de superhipermegaoscars. no sólo la de ellos tres sino la del abuelo en su última etapa.

La película es tierna con momentos duros, cuenta una historia dramática con momentos de humor que la hacen incuestionable, es un canto a la esperanza desde la lucha inconformista de una adolescente que se pone al mundo por montera con tal de devolverle la sonrisa al abuelo.
Una cinta llena de valores y de la que todos podemos sacar grandes enseñanzas.
Debo reconocer que no soy nada objetiva al hablar de esta pelíula porque Iciar Bollain es una de mis directoras fetiche y su pareja me parece un gran contador de historias no sólo por las que ha filmado ella, sino por los guiones que ha escrito para Ken Loach.

Si a esto le añadís que soy una enamorada del olivo, como árbol, y que su estampa la llevo grabada en mi retina desde los primeros años de mi vida,  que me he subido a sus troncos rugosos y he jugado al esconder mimetizándome con ellos... Comprenderéis lo que he sentido viendo esta película que por supuesto no será la única vez que la vea.