MIÉRCOLES SANTO

 Hace unos días he estado en un pueblo precioso de la campiña cordobesa, famoso por su aceite y por sus tambores.

 El motivo ha sido asistir a un homenaje que  le han hecho a Hermanos Mayores, ya fallecidos, de la Cofradía de Jesús del Prendimiento.

Entre ellos se encuentran Antonio y José Ortiz Prieto que tuvieron este cargo en unos años en los que la Hermandad estaba atravesando tiempos difíciles:  Primero Antonio  y a su muerte  Pepe, se  entregaron en cuerpo y alma a esta Cofradía.
Ahora se les ha rendido un merecido homenaje.
El acto comenzó con una comida de hermandad en la que se entrelazaron recuerdos y alrededor de un estupendo perol cofrade, al  que asistimos familiares de los homenajeados y los Cofrades de la Hermandad.

 A continuación tomó la palabra Vicente Mejías González, hijo de otro de los homenajeados, quien de una manera amena  dio a conocer a quienes tanto habían hecho por la Hermandad.
 Al finalizar  hizo entrega a sus hijos de un cuadro de ese Jesús por el que tanto lucharon sus padres. 

Un acto emotivo de confraternización dentro de la Hermandad entre propios y extraños, que contribuyó a que los más jóvenes conozcan los orígenes de esa procesión a las que ellos acompañan orgullosos, año tras año, por las calles empinadas de su precioso pueblo.