JUEVEANDO CON LOS PROPÓSITOS

Un tema muy de estas fechas, se le ha ocurrido a Inma que es quien nos conduce.

Si queréis cotillear un poco, podéis hacerlo aquí

 

 

 

 

Siempre que he hecho propósitos, los he cumplido porque soy muy leal conmigo misma, pero los propósitos están hechos para no cumplirlos, por eso este año he decidido, por primera vez en mi vida, hacer "despropósitos", también sé que los voy a cumplir por la misma razón que cumplía los propósitos, pero existe una gran diferencia entre unos y otros: mientras que los despropósitos no requieren de ningún sacrificio para su realización, los propósitos sí.
En cada momento haces lo que te viene en gana, sin salirte de tu parcelita para no molestar al personal, las consecuencias  son muy saludables síquicamente.
Se nos ha enseñado a llevar una vida montada sobre el sacrificio y la culpa, dejando a un lado esa pizca de locura que hace que nos mantengamos vivos.  Así nos va, amargados porque no llegamos a cubrir la expectativas que nosotros mismos nos pusimos. 
 ¿De qué  sirve hacer el propósito de seguir una dieta si lo que apetece es  tomar  unos huevos fritos  con patatas? Es mejor tirarse al despropósito y disfrutar mojando pan en el huevo y añadirle a las patatas incluso  un trozo de chorizo y/o morcilla porque  psicológicamente nos hará felices.
Es lo que realmente importa.
Desde que el año empezó no hago más que despropósitos,  cada día tengo infinidad de ellos donde elegir y me zambullo en aquellos que más me atraen.
Estoy más feliz que una perdiz.