JUEVEANDO CON PERSONAJES Y ESCENARIOS

Nos dirige Doro y se le ha ocurrido una locura muy interesante, la copio, para no saltarme nada:

"El tema consiste en escoger a un personaje y hacer que se desenvuelva en un ambiente que NUNCA fue el suyo.

PERSONAJES: Pipi Calzaslargas, Padre Brown, Miss Marple, Diego Serrano, El Cid, Jack Sparrow, Brigitte Jones, Homer Simpson, Barbie, Mafalda, Torrente, Don Quijote.

ESCENARIOS: El Mar del Caribe, la isla de Jurassic Park, el bosque de Blancanieves, la nave espacial Enterprise, Madrid, una casa de muñecas, Lóndres, un lugar de la Mancha,  el desierto, un pueblo inglés, entre bastidores, la Puerta de Alcalá"

Podéis leer nos http://doroteafuldebenke.blogspot.com/

Mafalda  en un lugar de La Mancha

En su barrio de Buenos Aires todos conocían a Mafalda una niña pizpireta y  muy simpática , aunque  extremadamente irónica, para la edad que tenía, junto a su hermano Guille y sus padres formaban una familia encantadora.
 Quizás lo menos conocido de su historia  es que Mafalda pasó una gran temporada en La Mancha , una región de España donde vivía su abuela. Sus padres la trajeron a que la conociera y se quedó con ella pasando todas las vacaciones.
A pesar del buen carácter de la niña, le costó mucho adaptar su rebeldía innata y progresista a la forma de vida española y sobretodo manchega de los años 50-60.
Con su abuela se llevaba muy bien, lo único que no soportaba era esos besos sonoros y "espachurraos" a los que la sometía dos o tres veces al día, aunque al final se acostumbró a ellos y a su vuelta a casa  pedía a su madre que le diera besos como los que le daban en España
Tampoco soportaba de buen grado que su abuela la llevara de "de visita" a casa de sus amigas, como si fuera un monito de feria, pero también acabó comprendiendo, porque era una niña muy sensata tras su apariencia de locuela, que era la manera que tenía su abuela de presumir de la nieta que tenía al otro lado del charco.
A lo que nunca se acostumbró fue a la Sopa Castellana, ¿si no le gustaba la sopa a secas, como le iba a gustar la "castellana"?  Pensaba que todo lo que se llamaba "manchego": migas, gachas, asadillo... para ella estaba de más, menos el pisto del que su abuela le hacía bocadillos para merendar y el queso en aceite que se lo tenía que esconder porque si no lo terminaba en un santiamén.
No lograba entender que en La Mancha no se bebiera "mate" y en su lugar se tomara "café de pucherete",  quizás es que su abuela no tenía mucho dinero. Ya sus padres le dijeron que había pasado una guerra y que las cosas  no estaban muy "boyantes", no sabía qué significaba esa palabra, pero empezaba a  preguntar sobre la pobreza, la guerra, La Mancha y España, a la pobre abuela que no sabía como zafarse de la curiosidad de la nieta.
Le encantaba escuchar la Radio que a todas horas sonaba por la casa, sobretodo los programas infantiles como "Matilde , Perico y Periquín" y esos Cuentos que eran sólo para niños, no como aquel programa de radio en Argentina,"Juego de Palabras", que era más para los padres.
Lo malo es que La Mancha no tenía playa, ni tampoco piscinas, pero había unas albercas en los caseríos que eran las delicias  del verano para refrescarse y atrapar ranas, trepar a las higueras y hacer guerrillas con los niños de su edad, eso le gustaba más que jugar a las casitas con las niñas, no quería ensayar para ser una esclava del hogar como lo era su madre y la abuela, en eso no se diferenciaban tanto La Mancha y Buenos Aires.
Cuando llegó la hora de volver con sus padres, se llevó el cariño de los lugareños a los que prometió escribir un libro hablando de ellos y de las andanzas que había vivido en esas vacaciones y que empezaría...
"En un lugar de La Mancha de cuyo nombre sí quiero acordarme..."