La amiga Doro nos propone un tema curioso para este jueves, cruzar alguna fecha importante para nosotros con otra fecha histórica, creo que puede ser interesante leer este cruce de aniversarios en su blog
UN VIAJE ESPACIAL Y UN VIAJE ESPECIAL
La llegada del hombre a la Luna fue un acontecimiento importante para la humanidad que ocurrió en el verano de 1969, exactamente el veinte de Julio.
Ese mismo día en el planeta Tierra tuvo lugar otro acontecimiento de ninguna relevancia para la humanidad pero sí para un grupo de amigos que decidieron ir a pasar el domingo a una de las maravillosas playas de la costa malagueña.
Eran tres, igual que los astronautas y como ellos llegaron, en su nave particular, que aunque no espacial, sí era el último grito de las naves utilitarias españolas del momento: un Seat 600.
Nuestros particulares Armstrong, Aldrin y Collins pusieron el pié en la arena de la playa mediterránea, pertrechados de mochilas y neveras llenas de cervezas y latas de todo tipo, y como si hubieran pisado el Mar de la Tranquilidad lunar por primera vez, clavaron su sombrilla a modo de bandera estadounidense y se dedicaron a contemplar el paisaje y buscar con mirada ávida a sirenas extranjeras que pudieran ir en biquini, cosa que por aquel entonces no era muy fácil encontrar en suelo patrio.
Comieron, bebieron y no se sabe si más cosas, hasta la extenuación, tardando más en llegar a sus respectivas casas, que los astronautas en regresar a la Tierra.
Cuando por fin volvieron, lo hicieron en olor de multitudes de familiares que alegres por una vuelta sana y salva a casa, les dijeron en plan jocoso "creíamos que os habíais ido con los astronautas a dar un paseo por la Luna", a lo que ellos respondieron:
- ¿Qué astronautas?
- ¿Qué paseo por la Luna?
No se habían enterado de nada.
Ese mismo día en el planeta Tierra tuvo lugar otro acontecimiento de ninguna relevancia para la humanidad pero sí para un grupo de amigos que decidieron ir a pasar el domingo a una de las maravillosas playas de la costa malagueña.
Eran tres, igual que los astronautas y como ellos llegaron, en su nave particular, que aunque no espacial, sí era el último grito de las naves utilitarias españolas del momento: un Seat 600.
Nuestros particulares Armstrong, Aldrin y Collins pusieron el pié en la arena de la playa mediterránea, pertrechados de mochilas y neveras llenas de cervezas y latas de todo tipo, y como si hubieran pisado el Mar de la Tranquilidad lunar por primera vez, clavaron su sombrilla a modo de bandera estadounidense y se dedicaron a contemplar el paisaje y buscar con mirada ávida a sirenas extranjeras que pudieran ir en biquini, cosa que por aquel entonces no era muy fácil encontrar en suelo patrio.
Comieron, bebieron y no se sabe si más cosas, hasta la extenuación, tardando más en llegar a sus respectivas casas, que los astronautas en regresar a la Tierra.
Cuando por fin volvieron, lo hicieron en olor de multitudes de familiares que alegres por una vuelta sana y salva a casa, les dijeron en plan jocoso "creíamos que os habíais ido con los astronautas a dar un paseo por la Luna", a lo que ellos respondieron:
- ¿Qué astronautas?
- ¿Qué paseo por la Luna?
No se habían enterado de nada.
Jjajajaja estos en vez de alunizar,alucinaron...
ResponderEliminarBesos.
Entonces ya existían las latas? (es que por esas fechas yo era un bebé)
¿Es que las latas no existen desde el principio de los tiempos?
EliminarEn Málaga y a la luna de Valencia.
ResponderEliminarMuy divertido.
Sí, desde luego.
EliminarYo era tan pequeñín... que no me acuerdo de nada...
ResponderEliminarYa me he encontrado con dos bebés : Carmen y tú.
Eliminar¡qué bien!, pues no sabéis lo que os perdisteis. Jejejejejeje
Besos
Estaban en cosas menos trascendentes, pero más divertidas...
ResponderEliminarBesos, Tracy.
No lo sabes tú bien...
EliminarMe gusta tu relato.
ResponderEliminarbesos
Lo celebro.
EliminarSuele pasar, aveces los acontecimientos importantes de la historia pasan desapercibidos en tu vida. Y luego te das cuenta de que han pasado.
ResponderEliminarUn saludo
Sobretodo cuando estás enfrascado en otras cosas.
EliminarPues sí que habían estado en la luna!!!
ResponderEliminarUn beso.
Y sin necesidad de nave.
Eliminar¡Menuda odisea la suya y eso que estaban con los pies en la tierra!
ResponderEliminar¿Para que la luna si ellos tenían su particular alunizaje o alucinaje? :-)
Un besazo.
¡Alucina, vecina!
EliminarEstuvieron en su luna particular.
ResponderEliminarMuy bonito.
Un beso fuerte.
Pues sí.
EliminarY lo bien que se lo pasaron... mejor que los astronautas.
ResponderEliminarBesos.
... y con menos peligro.
EliminarEstaban totalmente en la luna los tres amiguetes!!!!!
ResponderEliminarBesos!
Sí pero no en el mar de la Tranquilidad.
EliminarNo me extrañaria nada que tu fueras una de los tres...jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
¡Ah....!
EliminarSalud y besos
Con la luna de Málaga reflejada en el agua, arropada en la arena...para que escuchar las noticias.
ResponderEliminarUn abrazo
Llevas razón hay demasiado tema en la Tierra para pensar en la Luna.
EliminarEs que ya lo he dicho...no se para que salir de casa e ir a estar buscando cosas afuera...si en esta tierra aun hay diversión de sobra y para muestra un botón...que divertidos que son los relatos de los jueves...besosss
ResponderEliminarTodavía seguían allí...
ResponderEliminarBesos.
No, ya han bajado.
EliminarUna buena mezcla, unos se divirtieron mas que otros, y unos se hicieron mas famosos que otros. Un abrazp
ResponderEliminarDepende de lo que cada cual.
EliminarLos seis estuvieron en la Luna.
ResponderEliminarBesos
Jajajaja muy buen comentario.
EliminarA esas edades se tienen otras prioridades, y eso de los astronautas, como que no.
ResponderEliminarMuy divertido tu relato
Un abrazo
Tú lo has dicho, las prioridades de pasarlo bien que debería ser priortitario a todas las edades.
EliminarTampoco los astronautas se enterarían del aterrizaje de estos tres en la playa malagueña, Así que vaya una cosa por la otra.
ResponderEliminarMira en eso llevas razón.
EliminarUn beso
Pues estoy con Macondo.
ResponderEliminarMuy ingenioso el relato.
Gracias por venir y más aún por pararte a comentar.
EliminarUn beso fuerte.
Divertido y a la vez reconfortante porque nos cuentas que la dicha y el contento están al alcance de nuestra mano y que no hay que montar en una nave espacial para llegar a un sitio desconocido y disfrutar. Gracias por tu aporte y un abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti por habernos dedicado tu tiempo en este jueves.
EliminarUn beso fuerte.
jajaj qué manojo de despistados!
ResponderEliminar=D Buen relato.
un abrazo
De despistados o mejor de disfrutones, jejejejeje
EliminarMira, no sé cuál de los dos acontecimientos me gusta más.
ResponderEliminarJajajajaja, muy bueno tu comentario, jajajajajajaja
EliminarEs que esas lunas andaluzas se gastan un poderío...
ResponderEliminar;)
Bss, linda.
Tú lo sabes bien... y yo también.
ResponderEliminarCon lo bonita que es la Tierra... llevaban razón.
ResponderEliminarAlucinaron que las sirenas que bikini que ni se enteraron de los que alunizaron.
ResponderEliminarInteresante anecdota para contar.