que en el relato lo tenemos que hacer coincidir con un hecho histórico.
Es su cumple de verdad así es que desde aquí ¡FELICIDADES!
Podéis felicitarlo aquí
El CUMPLEAÑOS DEL BUFÓN
Los amigos del Bufón querían acompañarlo en la actuación que tenía que hacer en Palacio la misma noche de su cumpleaños y acordaron entrar con él como titiriteros arropándolo con sus brincos y sus cabriolas.
La cena transcurría entre viandas que hacían rebosar las mesas y vinos abundantes que se escanciaban sin pudor.
Con estos dispendios, la Corte quería olvidar las revueltas callejeras bajo el lema de: Liberté, Egalité, Fraternité.
Aprovechando la fiesta y los estragos de la bebida la plebe enardecida entró en el comedor de Palacio.
Los comensales enloquecidos iban de un lugar a otro para escapar pero la guardia real, que se había posicionado al lado del pueblo, lo impedía.
Al rey que se veía perdido, se le ocurrió la idea de cambiar sus vestimentas con las del Bufón.
Desde ese momento se tornaron los papeles.
El Bufón estaba tan jubiloso de verse como Rey, que no acertó a ver el peligro de este trueque y pensaba que iba a ser el mejor cumpleaños de su espantosa vida.
Su felicidad duró poco pues lo sacaron a la plaza de Palacio donde realmente iba a ser guillotinado como si del mismo Rey se tratara.
Por mucho que chilló nadie lo creyó.
MORALEJA
La mala suerte de los pobres patente quedó,
mientras que la corte de rositas marchó.
Los amigos del Bufón querían acompañarlo en la actuación que tenía que hacer en Palacio la misma noche de su cumpleaños y acordaron entrar con él como titiriteros arropándolo con sus brincos y sus cabriolas.
La cena transcurría entre viandas que hacían rebosar las mesas y vinos abundantes que se escanciaban sin pudor.
Con estos dispendios, la Corte quería olvidar las revueltas callejeras bajo el lema de: Liberté, Egalité, Fraternité.
Aprovechando la fiesta y los estragos de la bebida la plebe enardecida entró en el comedor de Palacio.
Los comensales enloquecidos iban de un lugar a otro para escapar pero la guardia real, que se había posicionado al lado del pueblo, lo impedía.
Al rey que se veía perdido, se le ocurrió la idea de cambiar sus vestimentas con las del Bufón.
Desde ese momento se tornaron los papeles.
El Bufón estaba tan jubiloso de verse como Rey, que no acertó a ver el peligro de este trueque y pensaba que iba a ser el mejor cumpleaños de su espantosa vida.
Su felicidad duró poco pues lo sacaron a la plaza de Palacio donde realmente iba a ser guillotinado como si del mismo Rey se tratara.
Por mucho que chilló nadie lo creyó.
MORALEJA
La mala suerte de los pobres patente quedó,
mientras que la corte de rositas marchó.
Pobre bufón,nunca mejor dicho...
ResponderEliminarBesos.
El que nace desgraciado morirá como un desgraciado.
ResponderEliminarBesos.
Salió mal la bufonada. Moraleja; Sé siempre tu mismo.
ResponderEliminarVoy a visitar a Bufón, no le conozco. Seguro que le gusta tu regalo, lo que no sé si le va a gustar es la suerte que le espera.
ResponderEliminarCierto lo de los pobres. Y me gusta que pongas al rey como bufón, las monarquías hoy día ya son un circo.
Buen relato.
Besos
Los pobres jamàs tendran suerte. Besos.
ResponderEliminarQue mala leche tienen las "Moralejas" Luis XVI, rey de Francia y de Navarra, copríncipe de Andorra y la moraleja lo guillotino en París. No somos nada. Un abrazo
ResponderEliminarLa rueda de la fortuna, siempre tan cruel y caprichosa.
ResponderEliminarOtroooos que se van de rositas...si ya es la norma general ;-)
ResponderEliminarMuy bueno, Tracy.
Besos
A veces, es bueno calzarse los zapatos de otros para valorar en su justa medida lo que se tiene...
ResponderEliminarAhora eso si: los pobres siempre tienen las de perder.
Muy bueno.
Besos.
Siempre se matan entre iguales.
ResponderEliminarBesos
Cuando se guillotina a un rey lo que importa es que ruede la corona.
ResponderEliminarQuien pone el cuello es lo de menos.
Mi padre llevaba muchos años sordo de un oído, y fue de un simple baño, y para nada es broma. Pero en fin al grano. Como muchas cosas no las oía, decía: "Pobres y sordos" lo que nos faltaba.
ResponderEliminarBesos.
Al principio creí que ibas a hablar de Bufón, el portero de la selección de fútbol de Italia... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Se suele decir. No esperes que todos entiendan tu viaje, especialmente si nunca han tenido que recorrer tu camino.
ResponderEliminarUn abrazo.
Impresionado, Tracy. Un cuento muy actual ...
ResponderEliminarUn abrazo
Menuda historia...¿y si realmente hubiera ocurrido de esa manera? Ejecutaron a un bufón creyéndolo rey y al revés...el rey tuvo que vivir el resto de sus años entre cabriolas y titiriteros...me ha encantado. Gracias.
ResponderEliminarBesos y gracias por participar
Y el destino una vez más, cual nefasto juego macabro, se burla de la vida…
ResponderEliminarNo sé si estará escrito, en cualquier caso, unos nacen con estrella, y otros estrellados… ¿O quizás eso se pueda cambiar?... Pensemos que sí, para al menos dar siempre nuestros pasos en positivo, y lo que venga, vendrá...
Mil Bsoss, Tracy!!
Ja,ja,ja...me río por no llorar la verdad! Pobre Bufón, hay que ver como acabó y el rey más ancho qué pancho...aunque puede ser que ocurriera lo que dice mi amigo Max en el comentario de arriba ja,ja.
ResponderEliminarMuy bueno Tracy!
La historia de siempre.Los pobres engañados y la corte de rositas....:(
ResponderEliminarBesos,Tracy!!!
Si es que los reyes siempre actuan como bufones. Vamos que se rien del pueblo y hasta del propio bufon. Besos
ResponderEliminar¿Quién sabe si realmente no fue así? ...ya hemos visto que la realidad supera cualquier ficción!
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias por vuestros comentarios, después de ellos no sé qué decir sólo que la vida ha cambiado poco desde la revolución francesa a hoy, esperemos que a partir de ahora el cambio sea más rápido y visible,
ResponderEliminarMe permitís que me vaya a dormir, aunque no es muy tarde, pero mañana tengo que ir de viaje y aún tengo mucho que preparar.
Besitos y buenas noches.
Pues que eso iba yo a decir...y es que los que están en esos niveles siempre van a perder la cabeza...aunque pensándolo un poco..podría ser parte de un refrán..!..no quiero riqueza, solo quiero mi cabeza!..algo asi..,besoss Tracy
ResponderEliminarExcelente relato cargado de ironías y moralejas. Un abrazo
ResponderEliminarTremenda imaginación, interesante relato. Queda dicho que la ambición perdió al Bufón.
ResponderEliminarSaludos Tracy.
Pobre Bufón... La realidad le golpeó fuertemente. Un saludo.
ResponderEliminarAnda que no has dejado títere con cabeza... Les has cortado hasta las patas con la tontería :-0) Tu ironía y tu forma de expresar es increíble.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Hay que ver como quedó Bufón, excelente tu relato, me gusta ese toque de ironía
ResponderEliminarUn beso
Que mala manera de celebrar un cumpleaños.
ResponderEliminarBien escrito
¡Si es que no puede ser, eso de cambiarse a por otro!
ResponderEliminarQue crueldad.
besosssss
Moraleja: Siempre pagan los mismos. Siempre hay una vía de escape para los poderosos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
vaya que bonito Albaamaya
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