jueves, 12 de diciembre de 2024

DOCE DE DICIEMBRE: JUEVEANDO CON LA "BENDITA IGNORANCIA"

nos vuelve a dirigir Marcos y ha propuesto este tema  para un día muy significativo para mí: 
El fallecimiento de mi madre inesperadamente.
¡Va por ti mamá!


BENDITA IGNORANCIA


Fue un lunes, de sol espléndido, cuando ocurrió lo inesperado.
Mi madre me llamó a las cuatro y media de la tarde para decirme que me fuese para su casa que se encontraba muy mal.
Cogí el coche y mientras conducía iba pensando en lo extraño de esa llamada y que muy mal tendría que estar, para que ella misma me llamara. También es verdad que si no oigo su voz lo hubiera pasado peor, así es que yo misma iba tranquilizándome y que no sería nada importante, pero al instante pensaba que ella no me habría llamado nunca al trabajo.
No existían móviles.
Llegué enseguida y le ayudé a que se metiera en la cama, recuerdo que me costó mucho trabajo llevarla del salón al dormitorio.
Fue lo que necesitó para exhalar su último suspiro.
¡¡¡Tremendo!!!
Ahora mismo estoy extenuada como si no hubiesen pasado los años.
La bendita ignorancia en la que yo estaba, imagino que ella también, me hizo pensar que sería algo pasajero, soin importancia, pero por supuesto creo que ni ella, ni yo, creímos que esa era nuestra despedida y sobre todo esa ignorancia me hizo no ponerme nerviosa y llegar a tiempo de verla con vida.
Me afectó mucho la pérdida de mi madre, la tristeza que me invadió no la calmaban ni mis hijas.
 Me sentía terriblemente sola a pesar de tener a mi marido y a las niñas. Sentía la orfandad como no la sentí con la muerte de mi padre, creo que eso sucederá cuando se va el último progenitor.
 No lo entendía.
Hacía 24 h. que estaba con ella y con mis hijas  en un parque cercano a casa, haciendo planes de comidas para la Navidad...
¡Me revelaba!
¡Me revelo, aún hoy!
Hay una frase que tengo anotada de  Bukowski  que dice que la tristeza es causada por la Inteligencia y cuando más entiendes ciertas cosas, más desearías no comprenderlas. Es por eso que instintivamente te refugias en esa bendita ignorancia. 
Quizás esta sea la causa de que no me gusten las Navidades.

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