Esta idea locuela se le ha ocurrido a los amigos de el vici solitari, aquí en su blog podéis escuchar a estos asientos habladores y parece que también con otras cualidades.
Ha sido en la primera que he pensado.
Es una silla de rayas azules y blancas con sus reposa brazos, como tantas otras, está un poco mayor, pero también lo estoy yo, y no me cambian por otra.
Se amolda a mí cuerpo y llegamos a ser una unidad.
Lo más importante de ella es que vale más por lo que calla, que por lo que cuenta.
⛱️ - Nos ha jodío... -Me dijo un día-
- Te he dicho que no hables mal - Le corregí y ella me replicó sin dudarlo-
⛱️ - Hablo con tu mismo lenguaje, así es que no te quejes y si no hablo más, es porque me lo tienes prohibido y si yo soy tu silla, ¿cómo te voy a traicionar? - me dijo muy ufana-
Por cierto, que me estará echando de menos y con ganas de que la bajen a la playa sobre todo esas noches de Luna Llena de las que me decía:
⛱️ - Durante el día , si no quieres no me bajes, porque aunque esté bajo la sombrilla... hace calor y tú no me necesitas porque te bañas, andas, te vas al chiringuito.... Pero por las noches, no me dejes atrás y menos en las de Luna Llena porque me entero de lo que le cuentas a Ella, que a mí no te atreves, porque sabes que te pongo los pies en el suelo rápidamente, y a veces hasta te he hecho saltar de mi asiento a la arena, que una no es de piedra y no está para muchos trotes...
- ¡Calla que me ruborizó!- le dije, pero siguió-
⛱️ - ¡Anda que no!, ni aquella noche ni otras muchas, que te metías en el agua y no había forma de que te salieras, luego venías corriendo, te hacías un ovillo y te acurrucabas con la toalla entre mis brazos.
Espero conocer algún día a ese hombre que te tiene sorbío el seso, como también espero que lo dejes sentarse en mí y que lo coja entre mis brazos, para que lo observe de cerca y te diga mis impresiones
- ¡De eso nada! -la corté inmediatamente, pero apuntilló-
⛱️ - ¡Anda que no eres celosa, ni ná!
Que no soy más que una silla pero tengo mi corazoncito.
Es una silla que see va con cualquiera.
ResponderEliminarMira que lista es esa silla....
ResponderEliminarMe he sentado en el suelo a escucharos, si vuelvo me traeré mi sillita baja y un café aqui se esta muy requetebien
ResponderEliminarUn diálogo muy tuyo, te veo identificada totalmente.
ResponderEliminarA veces la simbiosis con un objeto es tremenda, y una silla como es la de playa conoce a la perfección tus secretos.
Un besote.
Cuídala bien, que esa silla es un tesoro y tu también. Seguro que por eso os habláis de manera tan cordial y confiáis en la otra plenamente. Por lo menos de momento. Un relato genial de las hamacas tan olvidadas en estos retos
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