viernes, 20 de junio de 2025

"NO SE PUEDE DETENER LA PRIMAVERA"

 Es el título de un libro que se debe leer  contemplando su belleza, poco a poco, como se bebe  y saborea el buen vino. 


De hecho llevo un año yendo y viniendo a él, degustándolo a placer, hasta que mi hija me ha reclamado su propiedad, porque sabe que si no lo hace, el libro se queda en mi casa.
El autor, Martín Gayford, es crítico de arte y


yo diría que gran amigo del protagonista del libro  como se interfiere de la relación tan bonita que tienen a través de los años,  aún viviendo alejados el uno del otro. Estoy hablando de David Hockney, un excelente pintor octogenario,


La lectura de sus palabras, agradará no sólo a los amantes de la pintura, sino también a los amantes de la vida, todos sin distinción  aprenderemos de su modo de vivirla. 
Al cumplir los 80 años decidió trasladarse a vivir a una casa de campo en Normandía y dedicarse a pintar los cambios de la Naturaleza a través de las Estaciones del año, allí vivió la pandemia que para él fue muy fructífera en cuanto a pintura se refiere.


Ambos personajes se han unido, al margen de su diferencia de edad,  para editar este precioso libro y hacernos ver que la edad no es obstáculo para emocionarse con un amanecer o con la diferente luz que existen en unas estaciones y otras. El libro está salpicado de las pinturas de Hockney, de sus teorías y descubrimientos pictóricos como de su forma de encarar los días y del concepto que tiene de la amistad que se rúbrica  con la que le une a les une a Hockney más allá del cordón umbilical de la pintura.

Tras su lectura dilatada en el tiempo, he sacado la conclusión, de que no sólo no se puede detener la Primavera, sino que aunque se pudiera, no se debe detener porque es una alegría que  exista para todas las edades.

7 comentarios:

  1. En Normandia, la primavera se debe contemplar de maravilla. Tiene muy buena pinta este libro, Tracy, gracias por la recomendación. Besos

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  2. Me parece que él y yo tenemos opiniones muy distantes sobre la primavera... hoy la he llamado sinvergüenza en mi blog, jajaja

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  3. Con la cara que pone en la portada del libro ya es para leerlo.
    A tu hija puedes decirle que lo has perdido. Que te lo dejaste en el banco de un parque, pero cuando volví te a buscarlo, alguien se había pensado que era un banco de intercambio de libros y te lo cambio por" un dolor imperial". Y le prestas ese. Prestas, no das. Que ella te lo prestó.
    Abrazooo

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  4. Hay libros que se leen a pedazos y momentos, que se retoman y se aprenden. Muchas gracias por la reseña,

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  5. Tiene que ser un diálogo muy interesante.

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  6. ¡Qué bueno tener siempre esa vitalidad y ganas de hacer cosas!
    Salu2, Tracy.

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  7. Parece interesante, además de los pintores viejos se aprenden muchos secretos (trucos) que están escondidos entre las cerdas de los pinceles y que no te enseñan en las escuelas de bellas artes.

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