Todos los años aprovechamos los días de Navidad para enseñar a los niños lugares de Andalucía que tengan algún interés.
Este año decidimos llevarlos a Montilla
un pueblo de la Campiña Cordobesa famoso por sus vinos: Denominación de Origen: Montilla-Moriles.
Visitamos la única Bodega abierta al público, en esta época, para hacer por ella una visita guiada y una cata de sus caldos.
El espacio en el que está ubicada es enorme y tiene aspecto de cortijo andaluz a pesar de estar situada en el centro del pueblo tiene grandes espacios abiertos.
Anduvimos toda la mañana por ellos, un sol espectacular nos acompañó, como si buscara los espacios dedicados a la pasera, donde se extienden los racimos de uvas para convertirlas en pasas con el calor de sus rayos.
El origen de esta Bodega es de 1729, lo que la convierte en la más antigua de Andalucía y la tercera en España, sus primeras máquinas lo atestiguan.
Fué fundada por Diego Alvear y actualmente la regenta la octava generación de esta familia que nunca la dejó fuera de su dirección.
La visita fué muy cuidada e interesante no sólo por la temática sino por el interés y la competencia que mostró en todo momento la chica que nos acompañó.
Pasamos por las bodegas abiertas, al aire libre, sólo cubierta por uralita para permitir el contraste de temperaturas ya que los vinos que se encuentran aquí son de crianza oxidativa: los olorosos que son muy secos.
También los vinagres.
Pasamos por la Sala de Cubas cada una de ellas tiene una capacidad de 9000 arrobas, como una arroba tiene 16 litros, calculad...
Por fin llegamos a la "catedral del vino" con su suelo de albero y la oscuridad y humedad propias
en ella se encuentra el "fino"
Es un vino que no se oxida lo que le hace mantener ese color amarillo casi transparente, de tanta finura, de ahí su nombre.
No sabía que ese era el origen de su nombre, como tampoco sabía que las iniciales CB son iniciales del primer responsable de ellas el Capataz Billanueva (Billanueva con B)
Nos explicaron que la causa que impide la oxidación del Fino, es esa capa de levadura que se le forma entre él y la capa de oxigeno que tiene la bota, esta levadura es la llamada "madre del vino" que lo protege de la oxidación, de una forma natural.
El Fino, al no oxidarse, nunca se va a obscurecer.
Pasamos a la cata de las tres variedades explicadas en la visita: Oloroso, Fino y Pedro Ximenez,
acompañados por un tentempié de queso y aceitunas de la tierra.
Para los niños la cata fue de mosto
¿Y quién no compra unas botellitas para llevarlas a casa?
Sólo compré una botella de Vermouth y otra de vinagre de Pedro Ximenez que nunca lo he probado.
Y para vosotrxs y alguien más estas botellitas
de "Miradas de Montilla" con "vino de pueblo"
Con este aperitivo en el cuerpo nos fuimos a Las Camachas
un lugar al que iba yo de jovencilla con mi charpa de amigxs y que les enseñé con mucha añoranza a mi gente.
Allí, entre otras cosas, no faltó el Fino, que es Córdoba en botella, y las "Alcachofas a la Montillana"
Otro día tomaremos el té en Montilla, que también tiene su aquel.
Este año decidimos llevarlos a Montilla
un pueblo de la Campiña Cordobesa famoso por sus vinos: Denominación de Origen: Montilla-Moriles.
El espacio en el que está ubicada es enorme y tiene aspecto de cortijo andaluz a pesar de estar situada en el centro del pueblo tiene grandes espacios abiertos.
Anduvimos toda la mañana por ellos, un sol espectacular nos acompañó, como si buscara los espacios dedicados a la pasera, donde se extienden los racimos de uvas para convertirlas en pasas con el calor de sus rayos.
El origen de esta Bodega es de 1729, lo que la convierte en la más antigua de Andalucía y la tercera en España, sus primeras máquinas lo atestiguan.
Fué fundada por Diego Alvear y actualmente la regenta la octava generación de esta familia que nunca la dejó fuera de su dirección.
La visita fué muy cuidada e interesante no sólo por la temática sino por el interés y la competencia que mostró en todo momento la chica que nos acompañó.
Pasamos por las bodegas abiertas, al aire libre, sólo cubierta por uralita para permitir el contraste de temperaturas ya que los vinos que se encuentran aquí son de crianza oxidativa: los olorosos que son muy secos.
También los vinagres.
Pasamos por la Sala de Cubas cada una de ellas tiene una capacidad de 9000 arrobas, como una arroba tiene 16 litros, calculad...
Por fin llegamos a la "catedral del vino" con su suelo de albero y la oscuridad y humedad propias
en ella se encuentra el "fino"
Es un vino que no se oxida lo que le hace mantener ese color amarillo casi transparente, de tanta finura, de ahí su nombre.
No sabía que ese era el origen de su nombre, como tampoco sabía que las iniciales CB son iniciales del primer responsable de ellas el Capataz Billanueva (Billanueva con B)
Nos explicaron que la causa que impide la oxidación del Fino, es esa capa de levadura que se le forma entre él y la capa de oxigeno que tiene la bota, esta levadura es la llamada "madre del vino" que lo protege de la oxidación, de una forma natural.
El Fino, al no oxidarse, nunca se va a obscurecer.
acompañados por un tentempié de queso y aceitunas de la tierra.
Para los niños la cata fue de mosto
¿Y quién no compra unas botellitas para llevarlas a casa?
Sólo compré una botella de Vermouth y otra de vinagre de Pedro Ximenez que nunca lo he probado.
Y para vosotrxs y alguien más estas botellitas
de "Miradas de Montilla" con "vino de pueblo"
Con este aperitivo en el cuerpo nos fuimos a Las Camachas
un lugar al que iba yo de jovencilla con mi charpa de amigxs y que les enseñé con mucha añoranza a mi gente.
Allí, entre otras cosas, no faltó el Fino, que es Córdoba en botella, y las "Alcachofas a la Montillana"
Otro día tomaremos el té en Montilla, que también tiene su aquel.
Uuuaaaa! una visita muy interesante. Conozco el lugar....
ResponderEliminarEn los días de vacaciones pasados, aprovechamos para hacer las cosas que deseamos...las mejores alcachofas a la montillanas que he comido en mi vida fue en Córdoba, en el "Caballo Rojo", en la Judería, cuando lo regentaba Pepe García, que supo entrañar los sabores cordobeses como nadie, no hay plato que no me gustase mucho...
Te envio unos besotes y el deseo de poder disfrutar un día de un salmorejo y rabo de toro, no ni ná...
Siguen siendo las mismas alcachofas, ya no está Pepe pero está su hija María y su marido Angel, amigos míosy siguen el mismo criterio que seguía su padre.
EliminarMenuda entrada te has marcado, completa, completa. Si no recuerdo mal, fue en esa bodega donde nos subieron a un trenecito y nos estuvieron enseñando la bodega junto con su historia, de eso hace unos años.
ResponderEliminarSaludos
Ahora no hay trenecito, tienes que hacerla a golpe de patita y la verdad es que no estaría mal lo del trenecilo.
EliminarUn beso
No he estado, pero me traes a Montilla, ya lo creo. Muchas gracias por compartir.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día, con alcachofas, por qué no.
Es que yo sabía que no la conocóas y me dije: voy a llevar a Albada a que vea Montilla y sus bodegas, jejejeje y no desesperes que aún queda la segunda parte.
EliminarVisitar bodegas es un regalo para los sentidos, no sabía el origen del "fino". El vinagre te va a encantar, y a mi me gusta un Pedro Ximenez después de comer los días de fiesta jeje y tambien para echar una copita a algunos guisos. He disfrutado el paseo y he aprendido cosas no puedo pedir mas. Abrazos
ResponderEliminarEs verdad los cinco sentidos se emplean a fondo a disfrutar del lugar.
EliminarTambién soy yo de las que se toma un Pedro Ximenez después de comer en las fiestas de guardar, jejejee
Bellísimo reportaje de una visita formativa para los pequeños de la familia. Me gustan ambas cosas: ese gusto por mostrar a los pequeños las cosas bellas o grandiosas en el entorno y esta particular visita a Montilla, donde el vino se hace protagonista de la vida. Estos medios días de frío y una copa de montilla... ¡Ummm, qué delicia!
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tus palabras.
Eliminar¿Sabes lo que más me gusta a mí del Fino? es que al beberlo estás paladeando a la propia Córdoba y mira que es difícil, pero cuando estás fuera y lo bebes, te hace sentir paseando por sus callejuelas e las noches embrujadas de mayo, es una auténtica delicia.
¿Pero no ibais a ver Montilla?
ResponderEliminar:-)
Y la vimos... Montilla son sus vinos Lo demás vendrá otro día.
EliminarY el vino para regar, aunque me parece que tú eres más de birritas.
Eliminarel segundo comentario es para Toro, disculpa las molestisa me he "equivoquido"
EliminarAy... ese queso y esas aceitunas, ummmmmmmmmmm
ResponderEliminarLa respuesta a tu comentario estçá en el piso de más arriba. Perdón por hacerte subir las escaleras, me equivoqué.
EliminarNo lo conozco
ResponderEliminarTiene buena pinta
Besos
Pues deberías en cuanto tengas un ratillo.
EliminarMenos mal q me pillas cocinando y mientras tomando un aperitivo...porque con esta entrada “entran” hambre y sed!
ResponderEliminarPedro Ximénez,Córdoba...mmmmm
Besos!
Pues aprovecha y no te prives.
EliminarUna visita muy fructífera, impresiona todo.
ResponderEliminarBesos.
Es de las que alegra el corazón.
EliminarAprovecha y alegratelo.
con qué gusto, me iría ya!
ResponderEliminarMe lo anoto.
Pues no lo pienses dos veces.
EliminarOle, Ole y ole viva el vino que este país es de vino a y muy buenos y los amontillados me encantan, aunque no conozco esa tierra, pero si tengo algún amigo.
ResponderEliminarUn viaje muy bonito. Cuando quieras te invito a otra tierra de vinos muy especial, aquí son más oscuros pero igual o mejor smde buenos "tierra de monastrell"
Si ers conocedor del vino, como parece, deberías venir por los pagos montillanos, hay buenos caldos, distintos a los de Levante la uva de Monastrell ¿es Denominación de Origen de Alicante?.
Eliminargracias por tu invitación si voy por allí te pediré orientación de donde degustar esos vinos.
!Tela marinera!. Nos regalaron hace unos días unas alcachofas recién cortadas y el jueves mi mujer las preparó como acostumbra, con una receta muy similar a esa que tu muestras, con la excepción del vino de Moriles, que se cambió por vino blanco y el añadido de unos piñones. Me puse "ciego".
ResponderEliminarAnda que habré abierto una botella de Alvear en mi vida. En la primera parte de mi vida, por mejor decir.
La "madre" del vino, como todas las madres, es la que sabe proteger de todo lo dañino que pueda pasarle al vino. El nombre no es casual.
Buena, provechosa y didáctica manera de enseñar a tus nietos, que todo es necesario en la "viña" de la vida.
Besos.
Pura conexión telepática, lo de las Alcachofas, digo.
EliminarComo buen valdepeñero entenderás de vinos ¿qué te parece el Montilla-Moriles?
Felicitaciones por tu blog
ResponderEliminarMuchas gracias guapa, que ya te he visto y ni eres vieja, ni tienes cara de estar jodida, jajajajaja
EliminarQue buena iniciativa, hay tantos lugares fantásticos por descubrir a nuestro alrededor ...! Y con vinos así, quién se resiste ;)
ResponderEliminarCometemos la tontería de conocer lugares lejanos antes de conocer esta maravillosa tierra que nos rodea en la cercanía.
EliminarUna visita muy interesante y que, como no, termina en comilona de las buenas. Me ha gustado mucho la história de las Bodegas Esos lugares, a parte de dar trabajo a la comarca, llenan de prestigio por sus productos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Tracy
Puntate el visitarlas cuando vengas, con comilona incluida Ya sabes que en nuestro país todo se celebra comiendo y así luego tenemos que hacer una dieta detox.
EliminarBesitos.
Muy buen viaje y esos caldos divinos , la receta no esta nada mal y lo mejor del todo es que es fácil ..
ResponderEliminarCuando la pruebes, te conquistará.
EliminarGran iniciativa, Tracy. Las imágenes me llevan a cuando yo podía viajar sin problema alguno y ver esas bodegas tan maravillosas que hay en Andalucía como la que aquí nos muestras. Envidia sana y toda una lección de historia y de Patria para quien te haya acompañado y para nosotros, claro. Magnífico reportaje.
ResponderEliminarConocer la patria chica es el mejor comienzo del verdadero viajero.
EliminarUn beso Enrique.
No conocía ese pueblo, ni tampoco la catedral del vino.
ResponderEliminarBesos.
Me pongo muy orgullosa de ser yo quien te lo haya enseñado: me apunto un punto, jejejeje
EliminarMe encanta ver esos sitios donde se hacen o fabrican cosas. Qué excursión más chula.
ResponderEliminarLa verdad es que lo pasamos bien, muy bien.
EliminarCopie la receta
ResponderEliminarBesos
Ya me dirás como te salen cuando las hagas.
EliminarUna delicia de lugar y de alcachofas y vino.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajaja y de compañía con vosotrxs.
EliminarUna visita muy provechosa :P
ResponderEliminarSobretodo por lo que aprendimos.
EliminarQue lindo tener esos sitios a mano para recorrer.. un lujo!
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