JUEVEANDO CON LAS CICATRICES

 Nos dirige MAG, que nos pide que escribamos sobre las cicatrices sean de la clase que sea . 

Podéis leer nuestras aportaciones  en el blog de Mag

Érase una vez...

Todas las cicatrices tienen una historia detrás de ellas, unas más importantes que otras, pero todas nos hablan del hecho que las originaron tanto las del alma como las del cuerpo.

Lo que ya no es tan corriente, o sí pero no lo sabemos, son la intra historia que existe en cada una de ellas. 

Me cuentan que una paciente asistió a la consulta del cirujano para pedirle que le quitara los puntos que le habían dado en una operación,  no podía soportar las conversaciones que existían, de una manera continuada, entre los puntos que formaban la sutura.

El cirujano con cara de asombro le dijo que eso era imposible.

 La señora sacó su teléfono y puso el altavoz del audio para que el cirujano lo oyera:

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- Señora, lo que le digo es que los puntos no se los puedo quitar hasta que no haya pasado su tiempo. Por favor, quite ese guirigay que me está volviendo loco

- ¿Lo ve Doctor? es imposible aguantarlo de día hablan de cosas normales: que desean ser curados porque se refrescan mucho, de lo buena que está la enfermera que los cura, de lo que me quejo yo y de los dolores que sufren cuando no estoy en reposo.

- Señora por favor ¿pero usted entiende lo que dicen?

- ¡Pues claro!, ¿usted no?, pues menos mal porque si oyera lo que cuentan durante la noche, mire...

La señora le da al audio y le dice al Doctor:

- Estas palabras las grabé a las cinco de la madrugada, son muy subidas de tono:

- nz,b1gt849c`tv0icschgxus7    eqsc    6sq    usq    oq`+p

- AQSBXC47NÑ465890X.

Álex,NXB: FSUHBSJX

-  Señora sigo sin entender nada.

- Se lo explico ahora mismo...

- ¡No... no... por favor, súbase a la camilla, que le quito los puntos, pero no me reclame si la cicatriz no queda bien.

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-SDCQX2M430R'+5CBXOX OÑ4

- ¡49CMN4B65981961 4 º85º

- Se lo dije doctor, son insufribles, ahora se quejan de que les está haciendo daño y preguntan por la enfermera, echan de menos la meticulosidad que usted empleaba cosiéndolos porque mientras ella no paraba de hacerle carantoñas. 

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- ¿Doctor... usted también habla su idioma?, donde tengo que ir para aprenderlo ¿al Logopeda o al Filólogo?  

- No señora ¡¡¡ al psiquiatra!!!

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Imagen  del Mar nº 39

Echando las redes