Son espacios a los que acudimos, cada vez que reclaman nuestra atención con una propuesta interesante. Recorremos sus salas, nos detenemos ante cada obra que se nos presenta y disfrutamos cuando se dispara nuestra sensibilidad al contemplar algo que nos llega a lo más profundo.
Éso me ha sucedido al visitar la exposición de Zitman, el dibujante y escultor holandés que fijó su residencia en Venezuela y dedicó su obra a representar a los indígenas de la zona, con una morfología exagerada y sensual.
Zitman: uno de los escultores contemporáneos más importantes.
Tenemos la suerte de que esté visitando nuestro país, si se acerca por dónde tú estés, no dejes de ir a verlo.
me encanta la familia en bicicleta!
ResponderEliminarun abrazo, Olga
Preciosas esculturas! me ha encantado la de las bicicletas.
ResponderEliminarbesos
A mi me gusta la primera foto.
ResponderEliminarUn beso
Me gusta la primera foto.
ResponderEliminarUn beso
A mi también me encanta la familia con esa maravilla de bicicleta.
ResponderEliminarBss
lO DE LA CENSURA ES UNA BROMA PESADA!
ResponderEliminarMe comento mi madre lo de los museos,las escultaras son maravillosas.
Un besazo
No conocía a Zitman,todos los días se aprende algo,gracias por mostrármelo.Un beso
ResponderEliminarGracias por enseñarnos la obra de Zitman, me lo apunto por si me cruzo con una de sus exposiciones, son preciosas los movimientos y la expresión de sus figuras.
ResponderEliminarNo sé qué es pero ...hay algo que denota que quien ha hecho esas esculturas está a caballo de dos mundos sin pertenecer a ninguno de los dos, lo que hace que su obra resulte muy simbólica, con un imaginario muy personal.
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