MÓVIL ESTRESADO

                Érase que se era... un móvil que estaba harto de estar pegado a la oreja de su dueña

            y decidió acabar con su triste existencia  tirándose de cabeza a un wc, la forma más sencilla.

      La mujer adicta a su uso mañana, tarde y noche, al darse cuenta cayó en la desesperación más absoluta.

Tendría que meter la mano en el wc para salvarlo (hay que aclarar que no era el de casa, sino el de la oficina)  Miró fijamente todos las prestaciones que tenía el modernísimo "trono" y...¡HORROR!  no había ningún botón que hiciera saltar los objetos caídos dentro de él.

                                          -A estos japoneses se le escapan las mejores!, pensó
                                                       Se armó de valor y...se hizo con él.
Al tomarlo en sus manos comprobó que se había quedado, indeleble,  un sms comprometido que no podía mostrar ¡¡¡TERROR!!!
                                          . Fue la última venganza del móvil contra su dueña.

      Sacó la batería y tras secarla bien, empezó a preguntar a los compañer@s qué hacer para no perder la agenda teléfonica.Cada cúal le dio su receta particular y en los siguientes días se dedicó, en cuerpo y alma, a recuperar su "prótesis orejera", sin la cúal no sabía vivir:
    Primer paso a seguir: Colocarlo encima de la cafetera de un bar amigo, para que con el calor se le fuera la humedad.

                          Pero...leerían el mensaje que había quedado grabado en la pantalla.

       - ¡¡¡NO!!! mejor lo pongo encima de la tele, hará el mismo efecto que la cafetera, se dijo.

   A los dos días,  tiempo estipulado para que la humedad se hubiera evaporado, el  móvil seguía muerto.
                    Entonces probó a enterrarlo en arroz, otro de los consejos que le habían dado.

                                                        Dos días enterrado, y...¡NADA!.
                                  Pensó que era por el tipo de arroz elegido y repitió con vaporizado.
                                      - A más precio, más calidad. ëste lo solucionará, recapacitó.

                                                   ¡Imposible revivir el p.........teléfono!
                              Se prometió hacer la última tentativa con arroz integral, otros dos días.

                 Está claro que el móvil había decidido descansar, por fín y para siempre, de su dueña.
Peero antes, había enviado un sms a todos los celulares del mundo mundial, advirtiendo el peligro que tenía esta persona,  para que si decidía volver a comprar un teléfono móvil, no se dejaran engatusar.
                                         ¡Si quería un teléfone móvil, sólo encontraría  éste!:

  Así acaba la historia de este pobre móvil que decidió poner fin a  su vida  ahogándose en un mar amarillo

                     ¡Ojo con los móviles!, ésto le puede pasar a cualquiera, hombre, mujer.o gato.

                                                          ¡¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!!