Has regresado al pasado no muy lejano, recuerdo las puertas abiertas, el intercambio de útiles, incluso de alimentos cocinados. He vuelto a la niñez, gracias.
Es algo que los urbanitas no podemos ni imaginar pero que valoramos cuando nos desplazamos a lugares menos contaminados (en todos los sentidos de la palabra). Disfrútalo, Tracy. Un beso y buen finde.
En mi juventud veraneaba en un pueblo cercano a Valencia, y cuando la gente salia de casa, cerraba la puerta dejando las llaves colgando fuera, así se sabia que no estaba en casa y que no llamaran.
Sí... muchas veces me paro ante una casa en ruinas, o cerrada como estas y pienso ¿qué habrá sido de sus habitantes?, ¡cuánto vivido entre estas paredes...
Qué pena de puerta Tracy, tan triste y deteriorada. Abandonada al olvido. Le deberíamos de dar ceras y ungüentos mágicos para ver si resucita. Se pondría tan contenta.
No sé si ha salido mi anterior comentario. Por si acaso, lo envío de nuevo. Tú, ya, si eso, borras y dispones. Decía que pasa como con la canción de la muralla, según a quién, conviene abrir o cerrar la puerta. Espero que para mí se abran... (Un familiar mío ira a estudiar a tu tierra). Salu2 porteros.
¿Un familiar?, ¿donde viene? ¿a Córdoba?, si necesita algo, ya sabes donde estoy o donde no estoy porque siempre ando de acá para allá, pero ya buscaré la forma de servirle de ayuda, si lo necesita. Un abrazo
Quizás es que los ladrones viven dentro, jajajajjaa
ResponderEliminarBesos.
Muy bueno, Toro.
EliminarEso es, los okupas. Que los ladrones de verdad residen en sus mansiones tan ricamente.
Dixit Tecla y yo corroboro.
EliminarHas regresado al pasado no muy lejano, recuerdo las puertas abiertas, el intercambio de útiles, incluso de alimentos cocinados. He vuelto a la niñez, gracias.
ResponderEliminarSí, es que mi mes de agosto está siendo de... no se sabe que año,jejejeje
EliminarEs algo que los urbanitas no podemos ni imaginar pero que valoramos cuando nos desplazamos a lugares menos contaminados (en todos los sentidos de la palabra).
ResponderEliminarDisfrútalo, Tracy.
Un beso y buen finde.
Es que parece que tenemos prohibido, por el hecho de vivir en la ciudad, el placer de degustar un tomate cogido de la mata.
EliminarEn mi juventud veraneaba en un pueblo cercano a Valencia, y cuando la gente salia de casa, cerraba la puerta dejando las llaves colgando fuera, así se sabia que no estaba en casa y que no llamaran.
ResponderEliminar¡Qué tiempos...!
EliminarQué bonito lo que has escrito, Tracy. Un beso.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado.
EliminarY se impregnan de ellas.
ResponderEliminarAsí es, querido amigo.
EliminarYa sabemos que aquí tenemos las puertas abiertas....
ResponderEliminar...como tu corazón que tiene las puertas abiertas de par en par...
Besos!
Eso desde luego, podéis entrar sin llamar.
EliminarUn beso gordo
Qué maravilla de "fortaleza".
ResponderEliminarSeguro que hay muchas como esta, pero hay que encontrarlas.
EliminarQuedan pocos lugares así...
ResponderEliminarBuen finde y besos
Haberlos, haylos, pero hay que buscarlos.
Eliminar::::Si las paredes hablaran ""expresarían hasta sentimientos.
ResponderEliminaresos
André
Sí... muchas veces me paro ante una casa en ruinas, o cerrada como estas y pienso ¿qué habrá sido de sus habitantes?, ¡cuánto vivido entre estas paredes...
EliminarSo much beauty in this weathered wood.
ResponderEliminar: ))
EliminarEn esos casos, no me gusta abrirlas...
ResponderEliminarBss, linda.
A mí tampoco, sólo pensarlas.
EliminarQué pena de puerta Tracy, tan triste y deteriorada. Abandonada al olvido.
ResponderEliminarLe deberíamos de dar ceras y ungüentos mágicos para ver si resucita.
Se pondría tan contenta.
Lo haría si con ello rescitaran también las personas que vivieron tras ellas.
EliminarImaginémoslas, Tracy. Suele dar un buen resultado. Pensemos en ellas y corramos por el tunel del tiempo.
EliminarAquí te las abren y te limpian todo, eso si, gratis y encima no les ves la cara... :)
ResponderEliminarBesos y salud
¿No queremos civilización?, pues ese es uno de los males que vienen con ella y no tendría que ser así, pero...
Eliminarcuántas historias de libertad y encierro, de esperanza y desazón, de alegría y de tristeza hay al cruzar el umbral de una casa
ResponderEliminarsaludos
Cada casa es un mundo por descubrir.
EliminarUn beso.
Hola Campanita ! no me cierres las puertas de tu casa porque yo no te cerraría nunca las puertas de la mía. !
ResponderEliminarBesos.
Sabes que las tienes abiertas de par en par, siempre.
EliminarMillones de besos.
No sé si ha salido mi anterior comentario. Por si acaso, lo envío de nuevo. Tú, ya, si eso, borras y dispones.
ResponderEliminarDecía que pasa como con la canción de la muralla, según a quién, conviene abrir o cerrar la puerta.
Espero que para mí se abran...
(Un familiar mío ira a estudiar a tu tierra).
Salu2 porteros.
¿Un familiar?, ¿donde viene? ¿a Córdoba?, si necesita algo, ya sabes donde estoy o donde no estoy porque siempre ando de acá para allá, pero ya buscaré la forma de servirle de ayuda, si lo necesita.
EliminarUn abrazo
Se trata de una sobrina, que se va a Córdoba a estudiar Traducción e Interpretación. Gracias por tu ofrecimiento.
EliminarSalu2 y gracias.
La puerta ... si pudiera hablar y contarnos todo lo que ha visto ... Feliz viernes Tracy.
ResponderEliminarNos quedaríamos encandilados oyéndola.
EliminarLa puerta es espectacular, si así son las historias ya te diré.
ResponderEliminarSaludos Tracy.
Las historias personales, como tú bien sabes, siempre son más bonitas e interesantes que los objetos aunque sean preciosos, como lo es esta puerta.
ResponderEliminarQué belleza de imagen... la curiosidad por saber más sobre esas historias.
ResponderEliminarUn abrazo de fin de semana.