Me bajo del tren "pertrechada" (como diría mi amiga Magda), de tal cantidad de equiipaje, que mirándolo friamente... da pánico.
No sé si tendré tiempo de ponerme todo lo que he echado en las maletas, "por si acaso", pero lo cierto es que ya ha cumplido una misión : Que a fuerza de montarlo en el carrito, bajarlo del carrito, subirlo en el taxi, bajarlo del taxi y transportarlo hasta el ascensor, etc. etc. no me ha dado tiempo de notar el frío tan espantoso que dicen que hace en Madrid, y digo que "dicen" porque yo estoy sudando la gota gorda.
Y sí, hará frío pero con el calor...ni se nota.
Así es que apuntaros el remedio: si viajais estas Navidades a lugares dónde las temperaturas sean bajas: Un abundante equipaje puede ser la solución
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