UN TÉ CON ANÉCDOTA

Hoy me gustaría llevaros a tomar el té  a un lugar de los más animados de Fuengi y con más variada oferta gastronómica:

La Plaza de los Chinorros

Al fondo de la anterior imagen está 

y en esa mesa del fondo estábamos sentadas una de mis hija y yo, si hacéis zoom veréis a las teteras charlando en actitud cariñosa, hay que tener en cuenta que eran más de las doce de la noche y tras una cena abundante

Mientras os cuento, os invito a un té, está  exquisito.

Entablamos conversación con el encargado de la terraza, hablamos del verano tan raro  que estábamos teniendo aunque ellos no lo habían notado mucho, de los guiris, en fin... temas recurrentes.
Seguimos hablando y él rellenándonos las tazas...

Pagamos y nos fuimos y desde la esquina le dije a mi hija:

- Nos hemos venido sin decirle adiós al encargado de las mesas.

 Volví la cara y ya estaba limpiando la nuestra.

Le decimos adiós y veo que él nos hace un gesto con la mano en la boca, mirándome a mí, como de mandarme un beso. 

Me extrañó un güevo, que fuera a mí, porque  lo lógico de mirar a alguien sería a mi hija, pero bueno...  tanto mi hija como yo le devolvimos el gesto extrañadas.

En eso, unos señores que había en la mesa de la esquina me dicen: 

-Te deberías poner la mascarilla si no quieres pagar cien pavos.

Ni me había dado cuenta que no la llevaba,  efectivamente al levantarme de la mesa se me había caído al suelo y el camarero el gesto que me hacía era ese, que no llevaba la mascarilla.

 Me parto de la risa al recordarlo, jajajaja

Pero no queda ahí la cosa, sino que vuelvo a recogerla, ya me la estaba  desinfectando, y le digo riendo:

-Y yo que creí que me habías mandado un beso.

El muchacho me dice con mucho "ange":

-También... también...   pero es que en la esquina hay dos policías y no veas la que te pué caé.

En la esquina mi hija con la mascarilla puesta, ella sí la llevaba, hablaba con los que me hicieron notar la falta de tan preciado elemento, y que resultaron ser los policías, naturalmente de paisano,

nos estuvimos riendo al referir nosotras lo extraño que nos había parecido todo.

Yo al recordarlo aún me estoy riendo.

Espero que no se me olvide más, para evitar males mayores..