Nos dirige Marcos que nos pone las siguientes aclaraciones a tener en cuenta antes de empezar el relato
EL GRAN PREMIO
¡Hola a tod@s! El argumento sobre el que propongo desarrollar la acción consiste en encontrarse un décimo de lotería donde menos te lo esperas:
Aclaraciones:
1-Cuando encuentras el décimo y antes de tomar ninguna acción, compruebas si está premiado y en efecto lo está. Es el primer premio.
2-El décimo premiado caduca ese mismo día.
3-Su despistado propietario lo habría conservado durante todo el tiempo hasta la caducidad o justo ese día había decidido salir a cobrarlo. Puede ser también que el sorteo se celebre ese mismo día.
Dentro de la trama, tu situación en la vida acepta varias opciones, las que se te ocurran. Como ayuda os digo unas cuantas posibles. Eres:
Un indigente Una persona acomodada Miembro de una ONG Parado de larga duración Enfermo terminal Empleado de una oficina de objetos perdidos
y los premios los podéis buscar en SU BLOG
EL GRAN PREMIO
Desde que era un adolescente dejó los estudios y se marchó de casa de sus padres, una familia acomodada , para vivir su día a día, de acuerdo con su filosofía antisistema, como tantos otros jóvenes que abordan sus inquietudes sociales y políticas echándose a la calle, asaltando contenedores para buscar comida en las horas que saben que sacan los alimentos caducados o a punto de caducar de los Super, haciéndose un hueco para dormir en casas o locales "okupados" por colegas suyos y apuntándose como recolector en distintos países de la U.E. a los que se trasladaba "a dedo", siempre con alguna colegui de las que iba encontrando en sus andanzas viajeras.
Pasaron los años casi sin darse cuenta y se encontró al borde de la cincuentena y aunque esa vida estaba empezando a resultarle incómoda, seguía con ella porque no veía otra salida y porque lo retenía su última pareja, con la que llevaba tres meses, todo un récord. Justo cuando cumplían esos meses de estar juntos , encontró en un contenedor un bolso casi nuevo y pensó regalárselo a su chica, seguramente algún desalmado después de desvalijarlo lo había tirado.
Le explicó a su novieta el porqué del regalo y su origen, doliéndose de los sinvergüenzas que hacen esas cosas y de lo que le habrían robado a su dueña. Su integridad a pesar de la vida que llevaba, estaba intacta.
La vida siguió su curso que no le presentaba demasiados momentos para estrenar el bolso regalado, hasta que llegó el momento de echar mano a él en una pantomima que hicieron sobre la toma de posesión de Trump. Fue entonces cuando la chica descubrió en plena representación un billete de lotería tras una cremallera cerrada en el forro del bolso, todo siguió su curso y al acabar, la chica expresó su sorpresa porque su chico no le había dicho nada de la lotería y más aún cuando vio la cara de sorpresa de él y el color lívido que se le quedó, cuando se dieron cuenta que había sido premiado y que el cobro había caducado unos días antes.
Hicieron todo lo posible por cobrarlo, la noticia salió en la prensa y en los informativos de televisión y tuvo tal repercusión que apareció la dueña del bolso, reclamando todo lo que había en él.
Al final los acusaron de ladrones, él exculpó a la chica a la vez que pedía que creyeran en su inocencia.
Pero... un vez más corroboró que el sistema está atado y bien atado.
Los hay con mala suerte...
ResponderEliminarEl cazador cazado!!!
ResponderEliminarUna tragedia, tú has descubierto el décimo una vez caducado, creo que eso es peor que tener uno no premiado y encima con problemas judiciales, una tragedia.
ResponderEliminarBueno, en esta ocasion no solo ya había caducado el cobro de la lotería , nos dejas mucho más , y es como bien dices que el sistema tiene sus normas y están colocan a cada uno en su lugar, aunque quieras cambiar. Un buen relato con mucha ,moraleja detrás de él. Un besote.
ResponderEliminarY yo creí que el dilema iba a ser cómo repartir el premio! Una historia cruda que nos demuestra que "el sistema" lejos del "perfecto " o al menos ligeramente justo, esta lleno de trampas en que solemos quedar atrapados sin maldad. Muy bueno, Tracy. Un abrazo
ResponderEliminar