UN PROGRAMA ENTRETENIDO

Yo que no me acerco a la tele nada más que para limpiarle el polvo, el otro día me senté ante ella a las diez de la noche y me levanté a las dos de la madrugada. A palo seco, ni una copa, ni un bombón, sólo agua, mucha agua y no me entró ni sueño.

¡Que parafernalia la que se montó alrededor de la toma de posesión del Presidente de los EEUU!

Comprendo que es un acto importante, pero seguro  que les hubiese quedado mejor,  colocar al lado del atril donde juró el cargo,   una gran plataforma marroncita con el nº 47, lugar que ocupa en la lista de Presidentes de la Casa Blanca, 

si les parecía poco, también podían haber chapado en oro el famoso número.

Pero cada cual celebra sus fiestas como quiere, por ejemplo esto de poner un cartel recordando a los que le han precedido en el cargo y él a mayor tamaño, por ser el actual, no lo veo mal,

aunque en el retrato no está muy conseguido, por mucho que lo retoquen, hay otros que le reflejan mejor, como en éste que parece poner sobre aviso a Groenlandia y Canadá,

o este otro en el que pone de manifiesto su energía oratoria,

o aquí con cara de circunspecto al decir que España es un país BRICS cuya contribución con la OTAN es muy baja por lo que  amenaza con imponer unos aranceles del 100 %, si siguen por ese camino.

También pudieron poner alguna de las fotos que se muestra  firmando alguno de las tropecientas mil órdenes ejecutivas , por las que pasará a la historia su toma de posesión.

Pero sin duda el momento más tierno y natural  de toda la representación, y que no quedó sin foto, fue el simulacro de  "beso, no beso", que le dio a su esposa Melania

Antes de terminar la retransmisión del evento, la infinidad de reporteros que estaban allí no se marcharon sin tranquilizarnos  mostrando la foto del presidente y la de su hijo pequeño "el heredero", como él lo llama.

La verdad es que yo me fui a la cama muy tranquila sabiendo que la saga tendrá continuidad.