jueves, 16 de enero de 2025

JUEVEANDO CON UN SOUVENIR

 Nos dirigen https://somosartesanosdelapalabra.blogspot.com/, este es su blog donde debéis dirigiros para leernos


Ayer concretamente en uno de esos grandes almacenes céntricos interminables en altura,
 cogí el ascensor a la última planta donde se encontraba la cafetería, mientras mi hija brujuleaba  por las rebajas de las diferentes plantas. 
Las personas que me acompañaban "en el vuelo", se fueron bajando y subiendo en las distintas plantas y al final llegué sola al final del trayecto.  Al ir a bajarme me di cuenta que se habían dejado una cazadora sobre la barra del ascensor, por el tamaño debía ser de  un niño de unos diez años, de cuero y forrada de borreguito, la cogí y me dirigí  a la barra de la cafetería a entregarla y allí empezó mi vía Crucis:
- Por favor, si no le importa,  llévela a cualquier planta de ropa. 
Me fui a la más cercana, de allí  me mandaron a la planta de niños: colas interminables en todas las cajas y nadie me cogía la cazadora fuera de la cola. Me dijeron que  esperara que viniera el supervisor, que nunca llegó, dije que yo dejaba allí la prenda y me iba y me dijeron que sin documentación no se quedaban con nada:
- ¿Pero qué documentación, ni qué narices?.
- La de la cazadora, Señora. 
- Pero  si es que me la encontré en el ascensor.
- Creí que venía a hacer  una devolución.
- Don Creique y Don Penseque, hermanos de  Don Tonteque.
- ¿Cómo dice?
- Que si le estuviera bien a mi nieto, ya me la había llevado, llevó dos horas de aquí para allá, para  devolver algo que no es mío y que alguien ha perdido.
- Es que esto se entrega en objetos perdidos.

Pensé tirársela a la cara a la chica que tenía enfrente, pero ya que había llegado hasta allí, terminaría la obra buena del día, así es que me encaminé  a objetos perdidos y vuelta e explicar desde el principio mi odisea.  ¿Y a qué no sabéis con quién me encontré allí? Con mi hija que preocupada porque no había aparecido por la Cafetería, había ido a que dijeran mi nombre por megafonía, a ver si aparecía, así es que sin mediar palabra dejé la cazadora sobre el mostrador, ante la mirada estupefacta de mi hija, al oírme decir:
- Está cazadora lleva perdida toda la tarde, igual que yo, así es que.... como yo  he aparecido, a ver tiene suerte y hace aparecer al dueño de esta cazadora
-Buenas tardes-noches.

7 comentarios:

  1. jajaja Tracy, menuda aventura. Da para toda una historia para llevar al cine.
    Una gran paciencia demostraste, si.
    Un abrazo!

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  2. No sería en el Corte Inglés, ahí tienen todo controlado, hasta ls pérdidas. jejeje

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  3. Qué bueno, Tracy.
    A veces, hacer un bien trae muchos inconvenientes.
    Moraleja: mejor ir a tomarse un café.

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  4. Un mundo digno de los hermanos Marx...

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  5. Vaya procesión antes de Seman Santa, y es que hay mucho tonto que tiene supervisores tontos. Nos quitan las ganas de ser amables.

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  6. Es de un absurdo que me emociona. ;))))

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  7. Ajajajjaj, muy divertido aunque imagino que ya estarías hasta las narices de tanto ir y venir. Si es que luego dicen, pero no simplifican las cosas, al contario hacer una buena acción cuesta una vida. Un beso.

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