Nos dirigen https://somosartesanosdelapalabra.blogspot.com/, este es su blog donde debéis dirigiros para leernos
Ayer concretamente en uno de esos grandes almacenes céntricos interminables en altura, cogí el ascensor a la última planta donde se encontraba la cafetería, mientras mi hija brujuleaba por las rebajas de las diferentes plantas.
Las personas que me acompañaban "en el vuelo", se fueron bajando y subiendo en las distintas plantas y al final llegué sola al final del trayecto. Al ir a bajarme me di cuenta que se habían dejado una cazadora sobre la barra del ascensor, por el tamaño debía ser de un niño de unos diez años, de cuero y forrada de borreguito, la cogí y me dirigí a la barra de la cafetería a entregarla y allí empezó mi vía Crucis:
- Por favor, si no le importa, llévela a cualquier planta de ropa.
Me fui a la más cercana, de allí me mandaron a la planta de niños: colas interminables en todas las cajas y nadie me cogía la cazadora fuera de la cola. Me dijeron que esperara que viniera el supervisor, que nunca llegó, dije que yo dejaba allí la prenda y me iba y me dijeron que sin documentación no se quedaban con nada:
- ¿Pero qué documentación, ni qué narices?.
- La de la cazadora, Señora.
- Pero si es que me la encontré en el ascensor.
- Creí que venía a hacer una devolución.
- Don Creique y Don Penseque, hermanos de Don Tonteque.
- ¿Cómo dice?
- Que si le estuviera bien a mi nieto, ya me la había llevado, llevó dos horas de aquí para allá, para devolver algo que no es mío y que alguien ha perdido.
- Es que esto se entrega en objetos perdidos.
Pensé tirársela a la cara a la chica que tenía enfrente, pero ya que había llegado hasta allí, terminaría la obra buena del día, así es que me encaminé a objetos perdidos y vuelta e explicar desde el principio mi odisea. ¿Y a qué no sabéis con quién me encontré allí? Con mi hija que preocupada porque no había aparecido por la Cafetería, había ido a que dijeran mi nombre por megafonía, a ver si aparecía, así es que sin mediar palabra dejé la cazadora sobre el mostrador, ante la mirada estupefacta de mi hija, al oírme decir:
- Está cazadora lleva perdida toda la tarde, igual que yo, así es que.... como yo he aparecido, a ver tiene suerte y hace aparecer al dueño de esta cazadora
-Buenas tardes-noches.
jajaja Tracy, menuda aventura. Da para toda una historia para llevar al cine.
ResponderEliminarUna gran paciencia demostraste, si.
Un abrazo!
No sería en el Corte Inglés, ahí tienen todo controlado, hasta ls pérdidas. jejeje
ResponderEliminarQué bueno, Tracy.
ResponderEliminarA veces, hacer un bien trae muchos inconvenientes.
Moraleja: mejor ir a tomarse un café.
Un mundo digno de los hermanos Marx...
ResponderEliminarVaya procesión antes de Seman Santa, y es que hay mucho tonto que tiene supervisores tontos. Nos quitan las ganas de ser amables.
ResponderEliminarEs de un absurdo que me emociona. ;))))
ResponderEliminarAjajajjaj, muy divertido aunque imagino que ya estarías hasta las narices de tanto ir y venir. Si es que luego dicen, pero no simplifican las cosas, al contario hacer una buena acción cuesta una vida. Un beso.
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