sábado, 7 de diciembre de 2013

JUEVEANDO EN SÁBADO, DÍA DE VISITA EN EL CONVENTO

Este jueves Rhodea nos propone visitar un convento, queremos ver qué pasa por allí, si también vosotras queréis saberlo pinchad  aquí.

Pido disculpas por llegar tarde y por haberme extendido más de la cuenta, pero esta historia se la debía a mi madre, de quién aprendí el valor de la amistad..

AMISTAD  EN  EL  CONVENTO
(UNA HISTORIA REAL)


Desde pequeña estuve oyendo hablar de la mejor amiga de infancia que tenía mi madre y que entró en un convento de clausura cuando  era casi una niña.
Leonor, así se llamaba, era una más de la familia, aún sin conocerla  Cuando hablábamos de ella mis preguntas se sucedían ¿cómo era?, ¿por qué se había hecho monja? ¿por qué de clausura?, las respuestas no me satisfacían quizás porque mi madre tampoco entendía muy bien la determinación que tomó Leonor.
  Un día trasteando en la caja de las fotografías, me encontré con una en la que se veía una chica bastante mona, con media melena, vestida de novia y arrodillada ante una tumba abierta y vacía. 
Era Leonor antes de hacer los votos.  
A partir de entonces pelo fuera, traje fuera y nombre fuera.
 Fuera todo aquello que le recordara al mundo y sus pompas. 
Pasó a llamarse Hermana Mª Pilar.
Mi madre y ella siguieron en contacto toda la vida por carta.
Leonor sólo le contestaba por Navidad, en su santo y en su cumpleaños, siempre que dentro de la carta le mandara un sobre franqueado y aún así la Hermana Mª Pilar escribía en sobres vueltos del revés, para aprovecharlos. 
(¿Para qué usaría los que mandaba mi madre? Nunca lo supimos).
Unos meses antes de morir, mi madre me dijo que le gustaría ir a visitar a su amiga Leonor al Convento.
 La llevamos.
Recuerdo el torno, la reja en una sala bastante oscura y un montón de bultos negros que acompañaban a  la Hna. Mª Pilar
(¿pensarían que íbamos a hacerle apología del mundo y sus vanidades a los setenta y pico años?).
 Leonor se acercó a la reja.
Fue un momento emocionante, contemplar una amistada intacta, sin contaminar,  desde la preadolescencia, aún al recordarlo se me llenan los ojos de lágrimas.
 Qué "hijas de... María" , no dejarla vivir ese momento con nosotros.  
Tras un rato de charla sobre la familia, mi madre le dijo:
 -Te voy a dar dinero para que te compren lo que necesites.
Ambas extendieron las manos a través de la doble reja, no sé si sus manos llegaron ni si quiera a rozarse.
Mi madre con su humor característico le dijo:
- ¿Tendremos que esperar a la otra vida para darnos un abrazo?
- Sí, en el Valle de Josafat, respondió ella. 
Ese Valle lo tengo incrustado en la mente.
A los tres meses murió mi madre, Leonor lo hizo bastante tiempo después.
A estas alturas me gustaría creer que están paseándose por ese  Valle cogidas del brazo y poniéndose al día de toda una vida. 

83 comentarios:

  1. No te quepa duda, que si no cupiera, podría ser que cupiere.

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    1. Pues a estas horas de la noche aún no ha "cupido".
      Un abrazo.

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  2. Dificil entender esta forma de vida, sobre todo esa falta de libertad. Dicen, cuando hablas con alguna que esto no es así, que son libres, que están en el mundo, pero la verdad que cuesta creerlo, pero si ellas-os lo dicen...
    Bonita historia Tracy.

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  3. El valle de Josafat...

    Claro.

    En fin...

    Besos.

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    1. No sé donde estará ese valle, en fin... (digo yo también)

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  4. Las buenas amigas, las de verdad, no importa lo alejadas que estén o las pocas ocasiones que tengan para hablar o verse, hay un lazo que las mantiene siempre unidas.
    Me ha gustado esa tocaya mía, era una uena amiga.

    Besos

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    1. A mí me ha gustado mi madre, cada vez me gusta más.
      Besos

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  5. Absolutamente emocionante, Tracy.
    Ojalá paseen cogidas del brazo al fin.
    Besos.

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  6. La historia es bella y triste a la vez, Tracy. No comprendo que dos amigas del alma, después de tanto tiempo sin verse, no puedan abrazarse. Pienso que jesús hubiera destruido la doble reja para que pudieran hacerlo.

    Besos y buen fin de semana

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  7. Se ha borrado el comentario que hice.
    Decía que era una historia de amistad muy bonita, un poco estropeada por la actitud de unas arpías.
    Besos y salud

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    1. No quiero pensar en eso porque me encabrono, mejor pienso en el valor de la amistad que eslo mejor de este mundo.
      Salud y un abrazo.

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  8. Hola,,,por que esa dureza cuando ha veces nos dicen que la vida es libertad,no he entendido nunca esa forma de hacer iglesia y ayudar a los demas,muy bonito lo que cuentas y a la vez muy duro para ellas.UN ABRAZO

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    1. Pienso que la iglesia está a años luz de lo que predicaba su creador.

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  9. Qué belleza de lugar, cuánta historia por contar...

    Feliz fin de semana, besos.

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  10. que gran historia....seguramente que se cumplieron los sueños de ellas dos y también el tuyo de juntarse.....Saludos amiga Tracy

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    1. Bueno, ya me enteraré si aparezco algún día por ese valle.
      Un abrazo.

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  11. Me ha dado muchísima pena cuando he leído que no pudieron siquiera abrazarse.
    Qué terrible impotencia...

    Un beso!

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    1. Impotencia, coraje, incomprensión, pena, emoción... todo eso sentí a la vez.
      Un abrazo.

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  12. Maravilloso, Tracy. Me parece maravilloso por ambas partes. Qué bonito, qué gracia de Dios tan maravillosa. Es una gracia inmensa tener con nosotros las vidas de la religiosas contemplativas, dedicadas a orar por todos y a rezar también por los que nunca rezan, por todos... y esa amistad entre dos personas...qué bonito...

    Mil gracias.

    Un beso fuerte.

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  13. No será en el valle de Josafat, será, si pudiera ser, en el valle perfumado de la amistad, que así sea ni que sea en nuestra ilusión. Creo que flota, perdura, esa fuerza, la amistad a pesar de cualquier elección a través de la vida y la memoria.
    Con fuerza e intensidad tu realto, besito Tracy.

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    1. Como he dicho más arriba no sé donde está ese valle, ni si apareceré por allí para ver que ha sucedido,aunque sí que me gustaría ver a mi madre sea donde fuere.
      Un beso Natalia.

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  14. Jo, qué historia tan real y al mismo tiempo tan emocionante. Me llega muy al fondo! He conocido historias parecidas, sin ser de clausura... y la verdad es que no llego a entenderlas muy bien.
    Bueno, existen!! Tuve un tío cura, muy humano y con cierta influencia, Decano en una Catedral, que en una visita a un convento de clausura, tuvo la osadía de sacarlos un día del convento, con el permiso de la superiora y me contó algunas impresiones que vivieron y le explicaron. Impresionante!

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    1. Me imagina que eso da para escribir más de un relato, pero como tú sólo piensas en pintar...
      Un abrazo

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  15. Qué hermosa historia. La amistad pareciera ser que trasciende todo, hasta el mundo de los sueños e incluso la muerte. Quizá es un poco triste que no pudieran aprovecharse estando ambas en vida, pero finalmente fue una decisión ajena a tu madre.

    Te envío un gran abrazo desde mi Siberia.

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    1. Me alegro verte por aquí y te agradezco que hayas venido desde Siberia a dejarme un comentario.
      Gracias y un beso, guapa.

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  16. ¡Cuántas veces la realidad supera a la ficción! Y cuando se habla de amistad, más.


    Bss

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  17. Nunca entendí esa forma de desaprovechar la vida que tiene la clausura. Miedo al exterior?
    Una historia bonita, emocionante, que deja pensar a cada uno según sus ideas.
    Me gusta leerte. Bss.

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    1. Sí es emocionante leerla, te puedes imaginar como sería vista en primera fila, me emociono tan sólo al recordarla.
      A mí también me gusta que me leas y leerte, pero te vendes muy caro, ¿desde cuando no has publicado?
      Un abrazo.

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    2. Ya he escrito algo, una chorrada. Me cuesta, estoy en crisis.
      Gracias por leerme.

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    3. Sabes que me tienes intrigado? Mujer misteriosa, de donde eres? Madrid? Sevilla? Córdoba? un email?

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    4. Te han quedado lugares sin poner: Bcn, Fuenlli, Ceuta... Soy ciudadana del mundo. Un poquito de misterio tampoco viene mal.
      Has dicho lo del mail cómo si me hubieras dicho ¿una copa? jajaja. para mí un Vermuth.

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    5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  18. Que historia mas bonita, no entiendo que puede llevar a alguien a encerrase toda la vida...
    .
    Besos

    Raquel
    .

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  19. Una historia hermosa Treisi, sinceramente ,
    creo que la vida en el convento en la actualidad
    sea de la orden que sea incluso en los de Clausura
    es muy diferente a la de antes, las nuevas y escasas
    generaciones que se ordenan tienen una mentalidad
    y concepto muy distint@s a las monjas de antes, al
    margen de la fe y la vocación.. .!!nos estamos quedando
    sin monjas. ..!!

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    1. Pues espero que la cosa haya cambiado porque si no... ¡claro que no entran monjas nuevas!

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  20. Una historia de amistad que superó los muros del convento. Muy emotiva, a mi modo de ver.

    Bss.

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  21. Me has emocionado hasta las lágrimas Tracy con este relato. Seguro que si,
    yo si creo que están juntas, en la luz, en ese valle o en otro, pero juntas.

    Un abrazo muy fuerte.

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  22. ¡Qué bonita entrada, Tracy!
    Una historia de película...
    Besos y feliz finde

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    1. Gracias.
      Sí de película por entregas, porque la historia continuó, pero ya no estaba mi madre, ¡qué pena!.

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  23. Es una historia triste pero emocionante!
    besos

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  24. Yo creo que la gente arremete contra el Convento por ignorancia o para sentirse por encima. ¿A cuántas amigas de la infancia lejanas les escriben siempre?¿Quién tenía más amigas que hubiesen dado su vida por ella?¿A cuántas besa una mujer odiándolas?¿Qué mujer ha llorado más?...
    Estoy seguro que tu madre fue una gran mujer, simplemente por no olvidarse nunca de ella y hacérselo saber. La mía (atea) escribía siempre a su tía abuela de clausura (hasta que murió) y eso que apenas la conoció. Nunca le dijo (ni insinuó) que se había equivocado de elección (vocación). ¡Tendrías que leer sus cartas!... es un decir.

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    1. Pues me gustaría mucho leerlas primero porque me gusta el género epistolary segundo porque pondrían cosas interesantísimas.
      Un abrazo

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  25. Hay cosas hermosas, como una gran amistad, a las que debería ser pecado (y delito) ponerles rejas.

    Besos!

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  26. Pues sí porque la amistad es lo más bonito que existe y no hace daño a nadie.

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  27. Ni los muros pueden con ciertas cosas. Y menos mal.

    Un beso

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  28. Es un texto bello, una historia que apetece escribir y que gusta leer, pero que deja un sabor amargo y muchas preguntas en el aire. ¿Merece la pena tanta renuncia? ¿Y... a cambio de qué?
    Besos

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  29. Un relato precioso por la amistad que había y que se conservó durante tantos años.
    Un beso

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  30. Pásate por mi blog y tendrás un premio que te recordará mi primera convocatoria. Muchas gracias por participar

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  31. Aparte de ser un relato hermoso, siempre tiene algo mágico que sea de la vida real.
    Tracy un gran abrazo para tí, Mis respetos sinceros a tu Madre.

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  32. Es verdad el ser real le añade un sabor especial.

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  33. Creo en ese tipo de amistades muchísimo. Tal vez porque esté lejos, y mis amigos de infancia siguen fieles y perennes pese al paso del tiempo. Sé que contar con gente fiel, es lo único que me queda. No soy ni de conventos ni de gente que vende lo que no es, y luego se queja...
    Dejé por suerte atrás a todos los que no sabían que la fidelidad, ni se compra ni se vende.

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  34. Que historia verdadera tan hermosa Tracy, y la relatas con tanta sensibilidad que me pareció estar allí con vosotras en el torno.
    Siento la pérdida de tu madre, pero piensa que seguro que ambas se estarán contando sus cosas allí en dónde estén. Buen relato

    Tracy, tienes un premio en mi blog, pásate a recogerlo para ponerlo en el tuyo. Es por participar en mi primera convocatoria. Gracias por compartir conmigo mi primera propuesta. Besos

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  35. Qué bello relato de una historia que está teñida de tristeza pero sobre todo le canta a la amistad.
    Precioso y conmovedor relato. Que sea real, es todavía un plus que se agradece. besos

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  36. La amistad verdadera crea unos vínculos tan fuertes que ni el tiempo ni la distancia son capaces de destruir. No entiendo las razones que pueden llevar a una persona a aislarse de por vida.
    Una hermosa historia, Tracy.
    Un fuerte abrazo.

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