con un personaje relevante o anónimo y un encuentro real o imaginario a gusto de los participantes.
Esa es la propuesta que nos hace el amigo Demi, si queréis leernos pinchad aquí
"Como todos los días, entre clase y clase, bajó a tomar café al bar de la Facultad, hizo un barrido visual para ver quien había por allí, al único que localizó fué el Profe de Arte hablando de una forma distendida con alguien que ella no conocía y que desde el primer momento le atrajo por su parecido con los personajes pintados por Vettriano.
Sintió curiosidad... incluso morbo...
Se acercó a la barra y pidió su café mientras observaba en el espejo al tipo de hombre con el que tantas veces había soñado.
- Nena, no seas ilusa, aunque te levantaras y fueras a su mesa, ni lo notaría - se decía mirándose fijamente en el espejo que había tras la barra y que le ofrecía un punto de mira discreto.
- Y el caso es que estoy mona - pensaba al colocar los rizos que enmarcaban su rostro.
-Tengo que conocerlo sea como sea - pero ¡qué cretina eres!, ¡anda, bébete el café y tira p'arriba, que va a empezar la clase.
Pagó y con un "hasta luego" salió por la puerta giratoria,
momento en el que "el Vettriano", desvió su mirada para contemplar la salida de la chica, lo que no esperaba era que siguiera el giro de la puerta y volviera a entrar en el bar a recoger el móvil que lo había olvidado sobre la banqueta.
Sus miradas se cruzaron.
Ella se dió cuenta, pero en cuestión de interés nada ni nadie podía competir con su teléfono, así es que salió muy ufana.
Los dos hombres siguieron hablando, luego consultaron su reloj y decidieron levantarse. Mientras el Profesor de Arte pagaba, "el Vettriano" se despidió con un lacónico "buenos días", no sin antes mirar el carmín que había dejado en la taza de café la chica de los rizos.
Con la seguridad que tenía de saberse admirado por las alumnas de todas las universidades por las que pasaba, entró en el Aula Magna donde iba a impartir la conferencia para la que había sido invitado:
Jack Vettriano: Realismo contemporáneo
Se hizo el silencio para dar paso a lo cuchicheos en voz baja:
¡¡¡Es el propio Vettriano!!!"
- Niña ¿Qué dices¿ ¿aún estás durmiendo? ¿No era hoy cuando venía ese profesor que te gusta tanto a dar una conferencia?
Seguro que llegarás tarde.
- Ya no importa, he estado toda la noche con él.
- ¿Cómo? ¡Ay por Dios! Esta niña con los estudios está perdiendo la chaveta.
Sintió curiosidad... incluso morbo...
Se acercó a la barra y pidió su café mientras observaba en el espejo al tipo de hombre con el que tantas veces había soñado.
- Nena, no seas ilusa, aunque te levantaras y fueras a su mesa, ni lo notaría - se decía mirándose fijamente en el espejo que había tras la barra y que le ofrecía un punto de mira discreto.
- Y el caso es que estoy mona - pensaba al colocar los rizos que enmarcaban su rostro.
-Tengo que conocerlo sea como sea - pero ¡qué cretina eres!, ¡anda, bébete el café y tira p'arriba, que va a empezar la clase.
Pagó y con un "hasta luego" salió por la puerta giratoria,
momento en el que "el Vettriano", desvió su mirada para contemplar la salida de la chica, lo que no esperaba era que siguiera el giro de la puerta y volviera a entrar en el bar a recoger el móvil que lo había olvidado sobre la banqueta.
Sus miradas se cruzaron.
Ella se dió cuenta, pero en cuestión de interés nada ni nadie podía competir con su teléfono, así es que salió muy ufana.
Los dos hombres siguieron hablando, luego consultaron su reloj y decidieron levantarse. Mientras el Profesor de Arte pagaba, "el Vettriano" se despidió con un lacónico "buenos días", no sin antes mirar el carmín que había dejado en la taza de café la chica de los rizos.
Con la seguridad que tenía de saberse admirado por las alumnas de todas las universidades por las que pasaba, entró en el Aula Magna donde iba a impartir la conferencia para la que había sido invitado:
Jack Vettriano: Realismo contemporáneo
Se hizo el silencio para dar paso a lo cuchicheos en voz baja:
¡¡¡Es el propio Vettriano!!!"
- Niña ¿Qué dices¿ ¿aún estás durmiendo? ¿No era hoy cuando venía ese profesor que te gusta tanto a dar una conferencia?
Seguro que llegarás tarde.
- Ya no importa, he estado toda la noche con él.
- ¿Cómo? ¡Ay por Dios! Esta niña con los estudios está perdiendo la chaveta.
Me voy encontrando las aportaciones de algunas seguidoras a las propuestas de Demiurgo. La tuya también me ha gustado.
ResponderEliminarPues me alegro mucho, estar a la altura de mis compis y no desentonar.
EliminarGracias y besoz
Sin duda la mujer tenía claro su objetivo ..A veces los sueños se cumplen aunque sea solo por una horas ..Un abrazo.
ResponderEliminarY ese sueño va en vías de cumplirse, al menos ella se lo está trabajando, jajaja
EliminarSolo soñando se hace posible cambiar la realidad. Y naturalmente los sueños embellecen los sentimientos.
ResponderEliminarSentido y brillante relato.
Besos.
Estoy de acuerdo contigo, aunque entre sueño y sueño nos demos batacazos, pero ellos son los que te impulsan hacia adelante, ya sabes lo que se dice:"patrás... Ni para tomar impulso"
EliminarUn beso y gracias por tus palabras, MAESTRO.
Jack Vettriano, talentoso pintor. Con sus mujeres fatales en sus cuadros, con esos encuentros tan de seducción. Un talento notable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es uno de mis imprescindibles.
EliminarExcelente relato como de costumbre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Tracy
Gracias y muchos besos.
Eliminarme gusta mucho tu relato
ResponderEliminarpero me gusta más
tu espontaneidad diaria abrazo
Qué bien!!! Prefiero que te guste más mi forma de ser que la de escribir porque la espontaneidad la uso desde que
Eliminarme levantó hasta que me acuesto y lo otro esporádicamente. Así es que las dos contentas, jajaja
Besitos guapa.
Me encanta el arte de Vettriano. Aprendió copiando de los demás hasta que se dio cuenta de que había aprendido más de lo que sabía. Y ese halo de cine negro y de roles firmemente tentados. No me extraña que nuestra protagonista desee conocerlo. Y eso de la "los sueños, sueños son"... solo hasta que se cumplen. Por de pronto, está en la universidad :-)
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Se ha perdido mi comentario, pero te venía a decir que Vettriano para mí es importante porque me remueve mucho y no podía poner a otro.
EliminarMe agrada que comprendas a la protagonista y a mí por elegirlo.
Besos a mogollón.
Sorprendente relato.
ResponderEliminarBesos.
Sí??? Por????
EliminarTal vez esa mezcla de sueño y realidad, o que los sueños se hagan realidad.
EliminarNo siempre ocurre.
Es bonito.
Buen Puente.
a veces los sueños se cumplen, no en este caso que es todo inventado menos mi admiración incondicional por los personajes de Vettriano.
EliminarBuen puente!
Impecable relato en donde las ganas y la realidad juegan un atractivo intercambio. Un abrazo Tracy
ResponderEliminarMe gusta mucho lo que me has puesto. Gracias y besos.
EliminarJueveando, un placer que sigas celebrándolo con letras.
ResponderEliminar"Sus miradas se cruzaron" ... un momento clave.
Un abrazo de jueves
Tan clave que se eriza el vello.
EliminarQué bueno Jack Vettriano, todo un sueño cumplido.
ResponderEliminarBesos.
Un sueño para mucha gente por su personalidad y su determinación.
EliminarMás vale un buen sueño cercano que una realidad alejada.
ResponderEliminarTotalmente!!!!!!
EliminarEsa frase me la apunto.
Que sueño mas hermoso y que bien nos lo has contado, veo que te acuerdas de aquel momento perfectamente jeje. Abrazos
ResponderEliminarTodo es inventado, menos mi admiración por la pintura de Vettriano.
EliminarQué buen relato Tracy, un sueño hecho realidad en sus sueños.
ResponderEliminarUn beso grande, muy grande.
Otro beso grande y con cariño para ti.
EliminarEl sueño nos cura de la realidad y ahí está en tu relato, cumpliendo su cometido, Tracy. Has puesto en tu relato imaginación, coraje y juventud. Todo lo que tú tienes, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por ser como eres.
Gracias por tus palabras hacia el relato y hacia mi persona, en ellas noto el aprecio que me tienes.
EliminarMuchos besos.
También soñó una matrícula de honor? puestos a pedir... jajajaja Besos.
ResponderEliminarMe imagino que eso en comparación con que Vettriano la mirara, carece de importancia, jejejej
EliminarÉl decía que en sus pinturas quería mostrar el momento en que todo queda por suceder.
ResponderEliminarComo en tu relato. Puede que cumpla su sueño.
Un beso fuerte y buenas noches, Tracy.
Justamente eso que él pretendía me parece tan inteligente... ese momento crucial en el que todo puede decantarse en un momento culminante para bien o para mal... ¡es fantástico!
EliminarMe encantaría tomar un té contigo y hablaaaaaaaaaaaaar....
Un sueño precioso, si acaba bien, tras el Aula Magna, claro.
ResponderEliminarUn abrazo
Jajajaja, de cómo acabe sólo depende de ti, según el final que le des.
EliminarNo es nada difícil que el sueño se haga realidad, a veces pasa... pocas :)
ResponderEliminarBesos y salud
¡Hay que tener confianza!
EliminarUn encuentro muy artístico... me gusta la pintura de Vettriano.
ResponderEliminarAbrazos
Entonces eres de las mías, amí me encantan sus personajes, sus momentos mágicos.
Eliminarde sueños también se vive dice un dicho así que no lo minimicemos sino que a disfrutarlo con el recuerdo... besos para vos y a seguir leyendo mas relatos con EL demiurgo...
ResponderEliminarNi se me ocurriría minimizar los sueños, ellos son los que nos mantienen vivos.
EliminarUn beso
Por lo menos cumplió parte de su sueño aunque fuera en brazos de Morfeo. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarJajaja y luego... No se sabe...
EliminarQué belleza dan los sueños a los sentimientos, Tracy
ResponderEliminarAbrazo
Cómo lo sabes...!
Eliminar¿Y quién no ha tenido un profesor que te sacara un suspiro?
ResponderEliminarUn beso.
Pues sí... Quién no????
EliminarMe caen bien los que pierden la chaveta.
ResponderEliminarBuena historia!
Soñar es lo mejor de dormir
ResponderEliminar... y lo mejor de estar despierto.
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