TÉ OTOÑAL

Son las cinco de la tarde, el Baskin Café está solo, escojo mesa y me pido un té

Creo que me he puesto en una mesa demasiado grande, pero espero que vengáis muchos y no quiero que estemos apelotonados, como los que os enseñé ayer en la Santa Cena.

¡Qué bien se está! el sol otoñal acaricia la piel.

La música, con el volumen justo, lo envuelve todo, en este momento suena  Eric Clapton: "Autumn Leaves"

Esto debe ser el cielo en la tierra, ni me he servido el té para disfrutar el momento en todo su esplendor.

Un lujo para los sentidos: esa tibia temperatura que da la media tarde junto al perfume de las plantas, el sonido de la música y el agua de la fuente despiertan un sinfín de sensaciones...

El té se me va a enfriar...

Voy a empezar a tomarlo,

 se me olvidaba decir que dentro hay una vitrina con toda clase de tartas, pero que me vais a perdonar si no me levanto a mostrárosla, sería un crimen romper este momento mágico bajo la buganvilla.

Por si es el penúltimo té del "veroño", he querido que quede en vuestro recuerdo, como os aseguro que quedará en el mío.