Nos conduce Mag con una propuesta muy original: debemos escoger uno o dos de los colores de este cuadro
y con él imaginarnos una habitación, situada donde queramos pero que tiene que tener en una pared un gran ventanal y en la otra tenemos que poner una pintura del pintor que queramos, indiferente el estilo y la época a que pertenezca, pero tiene que predominar el color o colores elegidos.
La tarea promete, podéis seguirla aquí
Elijo el azul Prusia, o marroquí como yo le llamo para andar por casa, el cuadro elegido: "Historia del caballo de ébano"
de Chagall
(Tomó el nombre de un Cuento de "las mil y una Noches")
HABITACIÓN CON CUADRO
Su primer destino, al terminar la carrera, fué en un pueblo costero. Muchas incertidumbres y sólo una certeza: podría disfrutar del mar. Buscaría un pequeño apartamento con vistas a la playa.
Hizo cálculos y decidió visitar uno que había disponible en la última planta de un edificio no muy alto. Sólo tenía un salón con cocina americana y un ventanal que ocupaba toda la pared frontal desde el suelo al techo que miraba hacia el mar.
No quiso ver más.
Era cuanto necesitaba: una mesa de trabajo frente al ventanal y un cómodo sillón con un punto de luz en una pequeñísima mesa, donde dejar caer el libro de lectura y el móvil.
Abrió el ventanal y enseguida la pequeña estancia se inundó del olor a salitre, respiró profundamente, casi le pareció que las olas salpicaban su rostro en señal de bienvenida.
La chica de la inmobiliaria que le enseñaba el apartamento, la apremió para que viera el minúsculo dormitorio y su pequeño baño.
- Me quedo con él.
La chica no pudo contenerse y le dijo:
- En la vida he alquilado un piso con tanta rapidez.
Enseguida trajo su ropa y un cuadro que le había acompañado desde pequeña en su dormitorio, la pared que le quedaba libre era justa la que necesitaba para colgarlo y hacer suyo aquel pequeño lugar.
Lo colocó con primorosa dedicación como si fuese la mismísima obra de Chagall.
Desde pequeña había imaginado historias con ese caballo, que iban cambiando conforme ella iba cumpliendo años.
Ahora sonreía al recordarlas.
Sentada en el sillón contemplaba aquella lámina llena de poesía en su color y en sus símbolos, le trasmitían alegría y seguridad dentro del caos que tenía en la cabeza.
Cuando era pequeña imaginaba ir en el caballo con su padre mientras le contaba cuentos en los que era posible atravesar el cielo por encima del mar y del sol con una cohorte de palomas blancas y monstruos amigos.
Ella lo escuchaba con admiración, hasta quedarse dormida.
Ahora el jinete de su vida, ya no era su padre, sino el chico que la tenía super enamorada y que le hacía surcar los azules cielos dejándose llevar por el amor, el deseo, la pasión y todo un sinfín de sensaciones y placeres que la envolvían en esos azules oníricos por los que sólo Él sabía llevarla a cabalgar.
El sonido del portero automático, la sacó de sus pensamientos.
- ¿Sí? Alguien me decía que no resistirías mucho sin ver el piso.
Sube enseguida, todo está a punto para recibirte.
Elijo el azul Prusia, o marroquí como yo le llamo para andar por casa, el cuadro elegido: "Historia del caballo de ébano"
de Chagall
(Tomó el nombre de un Cuento de "las mil y una Noches")
HABITACIÓN CON CUADRO
Su primer destino, al terminar la carrera, fué en un pueblo costero. Muchas incertidumbres y sólo una certeza: podría disfrutar del mar. Buscaría un pequeño apartamento con vistas a la playa.
Hizo cálculos y decidió visitar uno que había disponible en la última planta de un edificio no muy alto. Sólo tenía un salón con cocina americana y un ventanal que ocupaba toda la pared frontal desde el suelo al techo que miraba hacia el mar.
No quiso ver más.
Era cuanto necesitaba: una mesa de trabajo frente al ventanal y un cómodo sillón con un punto de luz en una pequeñísima mesa, donde dejar caer el libro de lectura y el móvil.
Abrió el ventanal y enseguida la pequeña estancia se inundó del olor a salitre, respiró profundamente, casi le pareció que las olas salpicaban su rostro en señal de bienvenida.
La chica de la inmobiliaria que le enseñaba el apartamento, la apremió para que viera el minúsculo dormitorio y su pequeño baño.
- Me quedo con él.
La chica no pudo contenerse y le dijo:
- En la vida he alquilado un piso con tanta rapidez.
Enseguida trajo su ropa y un cuadro que le había acompañado desde pequeña en su dormitorio, la pared que le quedaba libre era justa la que necesitaba para colgarlo y hacer suyo aquel pequeño lugar.
Lo colocó con primorosa dedicación como si fuese la mismísima obra de Chagall.
Desde pequeña había imaginado historias con ese caballo, que iban cambiando conforme ella iba cumpliendo años.
Ahora sonreía al recordarlas.
Sentada en el sillón contemplaba aquella lámina llena de poesía en su color y en sus símbolos, le trasmitían alegría y seguridad dentro del caos que tenía en la cabeza.
Cuando era pequeña imaginaba ir en el caballo con su padre mientras le contaba cuentos en los que era posible atravesar el cielo por encima del mar y del sol con una cohorte de palomas blancas y monstruos amigos.
Ella lo escuchaba con admiración, hasta quedarse dormida.
Ahora el jinete de su vida, ya no era su padre, sino el chico que la tenía super enamorada y que le hacía surcar los azules cielos dejándose llevar por el amor, el deseo, la pasión y todo un sinfín de sensaciones y placeres que la envolvían en esos azules oníricos por los que sólo Él sabía llevarla a cabalgar.
El sonido del portero automático, la sacó de sus pensamientos.
- ¿Sí? Alguien me decía que no resistirías mucho sin ver el piso.
Sube enseguida, todo está a punto para recibirte.
Como yo, también hubiera elegido el azul, esto es lo que dice la simbología de ese color: El azul es otro color fundamental impregnado de magia. Es un rincón del infinito que se abre a la ventana de nuestra alma; el mar y el cielo fundidos en una misma dimensión de altura e inmensidad profunda. Es el Amor – Sabiduría plasmado en Energía – Vida, que simboliza por excelencia el ideal femenino.
ResponderEliminarsaludos
¡Qué bonito, Emilio, qué bonito!
EliminarMuchas gracias por mandármelo, no lo sabía y nunca se me había ocurrido buscar su simbología.
Qué chulo, lo copio y lo guardo.
Precioso azul, precioso cuadro ...y precioso relato que te sumerge en una historia con final esperanzador.
ResponderEliminarUn abrazo desde casa!
Me alegro que te haya gustado porque sabes mucho de cuadros y colores.
EliminarPrecioso y romántico texto, Tracy. hay cuadros que nos remiten a la infancia, al pasado, a esos instantes de ensueño que guardamos en el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo y hoy, si lo deseas, te invito a café :-), en mi blog. Cuidate mucho
Voy p'allá y dejo lo que estoy haciendo.
EliminarGracias por la invitación.
El poder de un cuadro, y el tuyo al saber transmitir tanta emoción como la que ella siente. Me he sentado con mi segundo café (hoy llevo retraso) y disfrutaba leyendo el boceto de una novela, el sonido del portero automático le ha puesto punto final, bueno puntos suspensivos. Bravo y abrazucos
ResponderEliminar¿Una novela tuya? No es obligatorio contestar, pero me agradaría leerte.
EliminarSaltibrincos.
No tuya, tu entrada me pareció como el principio de una novela, estaba ensimismada leyendo y el timbre de tu historia me devolvió a la realidad
EliminarJajajaj mis obras serán póstumas.
EliminarQué sensación tan bonita esa de ir a ver algo y darte cuenta enseguida de que responde exáctamente a lo que ibas buscando.
ResponderEliminarFeliz jueves.
A mí me suele suceder y veo que a ti también porque si no, no hubieras reparado en ese detalle.
EliminarCoincidimos en eso.
Deseo fervientemente que esa persona que sueñas, pueda hacerse realidad vital y te acompañe disfrutando del cuadro y de ese mar que tambien suele ser azul.
ResponderEliminarY que el amor, el deseo y la pasión, sean reales sentimientos que llene tu vida.
Cuando eso ocurra, no dudes de que el que comenta, será feliz en la distancia.
Besos.
Besos.
Amigo Juan, no sueño con el personaje de mi relato, por nada del mundo me gustaría volver a tener la edad de ella y empezar con mi primer trabajo. La vida, pese a todo, me ha tratado suficientemente bien como para tentarla volviendo a querer empezar de nuevo.
EliminarEn cuanto a lo demás te diré que mi vida está llena de esos sentimientos reales y muchos más, desde hace ya muchos años, yo diría que desde siempre, si no fuera así, no sería yo,sería otra persona ni mejor ni peor, distinta.
Gracias, de veras, por tus deseos y que siempre seas feliz, en la distancia, en la cercanía, en el confinamiento, en la libertad, porque tenemos motivos para serlo: estamos vivos, de momento.
Besos enormes desde la distancia.
El reto no era fácil.
ResponderEliminarEl color me encanta y la historia, también.
¡Qué bien que te haya gustado!
EliminarNo sabía que eres de azules, pero me gusta que así sea.
Hoy me has hecho entrar en ese cuadro y vivirlo lo como un cuento ..sin duda el color azul nos transporta a esa magia que lo ha impregnado todo ..Muy bonito ..Feliz jueves.
ResponderEliminarEs que en ese cuadro se refleja uno de los cuentos de "Las mil y una noches", que es precioso y que Chagall lo representó magistralmente, al menos así lo veo yo.
EliminarFeliz Jueves y cuídate.
Me gusta lo que has escrito te leo en silencio....
ResponderEliminarLo importante no es llegar a la cima,
sino disfrutar el camino.
Deja que tus pasos gocen lo andado,
no pises las hojas de otoño
ni las flores del campo...
Mira las nubes, el azul soleado,
el campo verde, los trigales dorados,
y todo lo bello que tus ojos abiertos
te van regalando.
Mil abrazos
Tu letras son pura filosofía de vida, soy de las que disfruto el camino, incluso cuando el camino veces se haga intransitable, pero siempre es satisfactorio porque estás viviéndolo.
EliminarMuchísimos besos y gracias por tus palabras.
Es cierto. A veces nos enamoramos de las casas. Y ese amor es para siempre. Me encanta.
ResponderEliminarEs lo mejor que te puede pasar, yo estoy enamoradísima aunque tengo el corazón partío entre la de la playa y ésta en la que estoy confinada.
EliminarPero las tres : yo y ellas, nos llevamos bien.
me has hecho salir, de la habitación de casa, para adentrarme en esa otra habitación.
ResponderEliminarHas escogido el color azul y es un color que me encanta. Azul es el color del cielo de Andalucía y azul es el color del mar.
En cuanto al relato, una ves muestras tu habilidad, para fabricar un buen texto. Es un buen modo de pasar las horas muertas, tú escribiendo y los demás que visitamos tu blog, disfrutando de tu relato.
Besos
La verdad es que te entretiene mucho andar jugando a escribir, la verdad es que no me aburro porque tengo muchas cosas al retortero.
EliminarBesos muchos.
Un color que yo también habría elegido, ese azul precioso, como el cielo y el mar fundidos en uno solo. Y la casa qué decirte, un ventanal inmenso frente al mar!!, mi sueño.
ResponderEliminarLa historía no habría sabido hacerla tan bella como la tuya, y ese cuadro me ha encantado, por su color y por todo lo que le has sabido añadir de historia, de bella historia.
Un lujo leerte.
Mucho besos
Hay que ver el color azul la de fans que tiene... El cuadro es precioso y todo el simbolismo que Chagall le infunde ... es fácil escribir sobre esta pintura.
EliminarLo que es un lujo para mí es que me leas y encima te guste.
Muchos besos
Las pequeñas cosas son las que nos llenan la imaginacion de azules, caballos, ventanales, me encanta y gracias por teletransportarnos un ratín a ese maravilloso lugar con vistas al mar.
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Quien de verdad nos transporta a lugares maravillosos es Chagall con su pintura todo es más fácil.
EliminarUtopía con besos
Hola! Qué lindo relato! Me encanta el azul me recuerda al cielo, al soñar a lo empírico. Está muy bien ese juego del cabalgar que se propone, primero con el hombre que la forma y luego con el que le desata pasiones.
ResponderEliminarUn gusto volver a leerte-
Besotes
... y el caballo como vínculo de la historia, me alegra mucho que la historia te haya gustado y más me gusta verte por aquí, espero que vengas más por los jueves.
EliminarMaravilloso tu azul y este cuadro de Chagall; un pintor que me encanta. Contigo galopo en ese caballo de los sueños.
ResponderEliminarGracias, Tracy. Besotes
Qué bien ese paseo que nos íbamos a dar por el mundo onírico de Chagall las dos juntas.
EliminarMontones de besos
Me encanta el cuadro. Azul. Inmenso azul. Precioso. En uno de mis blogs tengo reflexiones y pensamientos y todos los comulgo con una obra de arte AZUL, así que con tu permiso, la guardo para un pensamiento futuro :-)
ResponderEliminarDicho esto, solo me queda esa sonrisa dibujada en los labios al percibir tantos recuerdos, la alegría, la calma de ese azul que evoca tantas cosas.Y hablas de un infinito de vida, de mil esencias que se quedan en el recuerdo pero que brotan como ramas, azules.
Me ha encantado esa parte tan bucólica, tan onírica...
Millones de gracias, Tracy, por sumarte a mi convocatoria, por mostrarnos el azul de tus letras y de tu pensamiento.
Un beso enorme.
Gracias a ti por dirigirnos en esas propuestas tan originales.
EliminarPorfa ¿me podrías decir el enlace para conocer tu otro blog, del que hablas en el comentario? Gracias anticipadas.
Miles de besos
Me encanta ver y leer esa habilidad que tenéis todos los de ese lindo grupo de poetas para crear poemas desde una imagen. Un bonito juego del que he aprendido a intentar hacérselo entender a mis nietos, a unos más que a otros y en estos días, aún y por videollamada, también.
ResponderEliminarEnhorabuena Tracy por ser como eres y por la elección de ese cuadro de Chagall, absolutamente atrayente.
Feliz jueves.
Celebro que el cuadro elegido para mi relato, te parezca atrayente, a mí también me lo parece, ejerce un influjo sobre mí bárbaro.
EliminarY respecto al grupo juevero, te repito una vez más que te unas cuando quieras a él.
Feliz viernes.
Y yo te lo sigo agradeciendo y mucho, es un honor para mi que lo hagas, pero estoy muy entretenido intentando terminar mis catorce impublicables libros, todos por acabar, hay cientos de apuntes en cada uno y está por resolver. Mil gracias y feliz sábado noche
EliminarFormidable trabajo de imaginación.
ResponderEliminarUn abrazo y cuidate mucho
Gracias amigo Josep.
EliminarUn fuerte abrazo.
Creo que a estas alturas todo el mundo sabe que me gusta el azul.
ResponderEliminarAzul cascada
Azul burbuja
Azul pétalo
Azul sueño
Azul cielo
Azul delfin
Azul mar abierto
Azul distancia
Azul abuelo para abrazarte.
Bonito dibujo y mejor texto.💙💙💙💙💙💙💙💙
Azul amiga
EliminarAzul lucentina
Azul comentarista.
Azul el beso que te mando desde aquí.
Tracy:
ResponderEliminarun apartamento así es el sueño de todo amante del mar.
Salu2 confina2.
La verdad es que sí.
EliminarGracias Dyhego
Y de azul, te pinto un príncipe, un cuadro, el mar o lo que sea...
ResponderEliminarBonito.
Como tú.
Besos.
Cualquier cosa pintada con azul, se embellece.
Eliminar¡Cómo me gusta el color azul!!!
ResponderEliminarEl cuadro y tu texto!!!
Besos
¿TRes en uno! acierto pleno.
EliminarMuchas gracias.
Sonrío, me encantó, Tracy.
ResponderEliminarY, sí, puede pasar al ver un lugar o una casa.
A mí me ha pasado.
Y el azul, claro, con ese cuadro de Chagall.
Un beso muy fuerte.
A mí también me ha pasado, es más que si no me pasa , lo tomo como una señal de que no es para mí.
EliminarNos has bañado de ese azul y nos has dispuesto para cabalgar en ese mágico caballo. Gracias!!😁😁 un fuerte abrazo
ResponderEliminarEntonces... ¿me acompañas? ¡¡¡¡qué bien!!!
EliminarMe gusta ese azul elegido, esa evocación al mar que no deja de estar en mí ni en tierra adentro, y me fascina tu capacidad creativa. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Por qué será esa fascinación por el mar que no se nos olvida un momento aún en los momentos de felicidad? y en los otros... ni ye cuento.
EliminarUn color precioso, el Azul de Prusia (o marroquí para ti ;P). El cuadro no lo conocía y me encandiló. Y tu relato... uf, el final perfecto, lleno de amor.
ResponderEliminarEn resumen, me encantó, Tracy.
Un besazo
Te agradezco que me lo cuentes.
EliminarEl final, aunque está cantado, lo puedes adobar tú como quieras.
Precioso cuadro el que has elegido, y es que el azul nos acerca al mar.
ResponderEliminarBesos enormes.
Es un color con magia, aunque pensándolo bien todos los colores la tienen.
EliminarMe encanta el color... me encanta el cuadro... me encanta el mar... me encanta el piso... pero, por sobre todas las cosas, me encantas tú y la manera que tienes de contar las cosas.
ResponderEliminarBesotes!
Jajaja, muchas gracias Alma mía.
EliminarChagall, parece que los grandes de la pintura siempre tienen un poco de azul... picasso, chagall, incluso van gogh Siempre he creído que en todos esos azules hay algo de ezquizofrenia, la maldita enfermedad que los llega convertir en genios... Ocres y azules , decía vincent, todo se veía asi... entonces sus pinceladas se volvieron gruesas... tan gruesas como sus pensamientos.. su profunda realidad. Monet y manet, también solían pintar de azules sus paisajes... Los grandes genios siempre tienen un toque de locura. Jamás habría imaginado en que pensaba chagall cuando pinto ese caballo, pero de seguro no veía lo mismo que la chica de la historia.
ResponderEliminarQue le podría atormentar a esa chica que pensaba en su padre cuando lo veía?
mmmm.... para pensar.
Juan de Marco
No pienses que yo te lo aclaro, jajajaja
EliminarCuando era pequeña,como a tantas niñas le sucede, su padre era el ídolo de su vida y al ir haciéndose mayor los ídolos fueron otros, hasta que llegó su principe "azul" nunca mejor dicho lo del color.
Siento haberte deshecho el morbo, jajajaja
El cuadro es curioso, desde luego :O Pero vamos, no viviría cerca del mar, por si se revuelve jeje :)
ResponderEliminarPues yo es donde viviría siempre: ala lado del mar.
Eliminar