Neo nos propone unos fragmentos literarios para que elijamos uno y escribamos sobre él.
Podéis leernos aquí
Estos son los fragmentos:
Elegiré el de García Márquez, de su obra:
"El Coronel no tiene quien le escriba"
EL VAHÍDO
En su mochila sólo llevaba el monedero con las llaves del coche y algún dinero, la crema solar y un libro de García Márquez que le habían prestado. Lo abrió y leyó:
"Mientras que esperaba a que hirviera la infusión, sentado junto a la hornilla de barro cocido en una actitud de confiada e inocente expectativa, el Coronel experimentó la sensación de que nacían hongos y lirios venenosos en sus tripas".
Cerró el libro y pensó al imaginarse la infusión hirviendo que también ella sentía sus tripas como las del Coronel, con toda clase de ruidos que la alertaban del hambre que le roía hasta el alma, pero no tenía donde tomar si quiera esa maldita infusión que se estaba imaginado , porque sus deseos de bañarse sin restricciones de ningún tipo la llevaron a una playa rocosa a la que, por su dificultad en los accesos, solía llegar poca gente, y no se le ocurrió que esa soledad implicaría la inexistencia de chiringuitos donde calmar la sed y el hambre.
Una voz interior le decía:
- ¿No querías soledad?, pues aquí la tienes.
Por más que miraba hacia un lado y otro, no veía a nadie, entonces decidió no perder tiempo y darse un baño en aquellas aguas cristalinas y luego cogería el coche y ya vería...
Se quitó la ropa, que dejó con la mochila encima de una roca y se fue metiendo poco a poco en esas aguas que parecían invitarla a sumergirse en ellas.
Conforme el agua iba rozando sus piernas, comenzó a disfrutar de cada centímetro que el mar le ganaba a sus sentidos.
El ir y venir de las olas acariciaban su piel, a la vez que atravesaban con su agradable frescor todos las oquedades sinuosas de su cuerpo.
Fue una experiencia mágica que no sabría decir cuánto duró, lo único que sabía es que el sol caía cuando una pandilla de chicos y chicas jóvenes la estaban reanimando en la orilla, enseguida vinieron unos socorristas a los que oía comentar:
- Ha sido un desmayo, seguramente una insolación o falta de alimento y agua.
Quería hablar, pero no podía articular palabra, de poder hacerlo les hubiera dicho que no tenía hambre, ni sed, ni había tomado el sol, sólo había sentido un enorme placer recorrer su cuerpo, hasta la extenuación y cuando creyó que se le iba la vida, un golpe de mar la sacó a la orilla.
- Seguramente fue una ola quien la sacó - seguían comentando
- Muchacha , hoy has vuelto a nacer.
Ella hizo una mueca de satisfacción, mientras farfullaba unas palabras inteligibles...
Podéis leernos aquí
Estos son los fragmentos:
Elegiré el de García Márquez, de su obra:
"El Coronel no tiene quien le escriba"
EL VAHÍDO
En su mochila sólo llevaba el monedero con las llaves del coche y algún dinero, la crema solar y un libro de García Márquez que le habían prestado. Lo abrió y leyó:
"Mientras que esperaba a que hirviera la infusión, sentado junto a la hornilla de barro cocido en una actitud de confiada e inocente expectativa, el Coronel experimentó la sensación de que nacían hongos y lirios venenosos en sus tripas".
Cerró el libro y pensó al imaginarse la infusión hirviendo que también ella sentía sus tripas como las del Coronel, con toda clase de ruidos que la alertaban del hambre que le roía hasta el alma, pero no tenía donde tomar si quiera esa maldita infusión que se estaba imaginado , porque sus deseos de bañarse sin restricciones de ningún tipo la llevaron a una playa rocosa a la que, por su dificultad en los accesos, solía llegar poca gente, y no se le ocurrió que esa soledad implicaría la inexistencia de chiringuitos donde calmar la sed y el hambre.
Una voz interior le decía:
- ¿No querías soledad?, pues aquí la tienes.
Por más que miraba hacia un lado y otro, no veía a nadie, entonces decidió no perder tiempo y darse un baño en aquellas aguas cristalinas y luego cogería el coche y ya vería...
Se quitó la ropa, que dejó con la mochila encima de una roca y se fue metiendo poco a poco en esas aguas que parecían invitarla a sumergirse en ellas.
Conforme el agua iba rozando sus piernas, comenzó a disfrutar de cada centímetro que el mar le ganaba a sus sentidos.
El ir y venir de las olas acariciaban su piel, a la vez que atravesaban con su agradable frescor todos las oquedades sinuosas de su cuerpo.
Fue una experiencia mágica que no sabría decir cuánto duró, lo único que sabía es que el sol caía cuando una pandilla de chicos y chicas jóvenes la estaban reanimando en la orilla, enseguida vinieron unos socorristas a los que oía comentar:
- Ha sido un desmayo, seguramente una insolación o falta de alimento y agua.
Quería hablar, pero no podía articular palabra, de poder hacerlo les hubiera dicho que no tenía hambre, ni sed, ni había tomado el sol, sólo había sentido un enorme placer recorrer su cuerpo, hasta la extenuación y cuando creyó que se le iba la vida, un golpe de mar la sacó a la orilla.
- Seguramente fue una ola quien la sacó - seguían comentando
- Muchacha , hoy has vuelto a nacer.
Ella hizo una mueca de satisfacción, mientras farfullaba unas palabras inteligibles...
Estupendo fragmento, dan ganas de seguir leyendo
ResponderEliminarEso está bien que cada cual siga elucubrando, para eso algunas veces dejo los finales abiertos.
EliminarUn abrazo.
Me ha gustado mucho... y el final, más.
ResponderEliminar:)
Es que el final es el quid de la cuestión, jajajaja
EliminarHola TRacy. Muy chulo el texto. Vaya, lo mismo la mujer estaba teniendo un orgasmo mental pensando en lo agustito que estaba en el mar y que las olas le besaran y acariciaran todo el cuerpo. Jajajaja, la pobre le fastidiaron el placer de sentir esas aguas tibias :-)
ResponderEliminarAbrazos
... orgasmo mental o real, habría que preguntárselo a ella, pero no creo que esté en circunstancias de respondernos.
EliminarBesos
Pues me ha encantado, leer puede provocar daños colaterales, ya lo creo. Esa mujer de mar, pensando en el avance del agua sobre su cerpo, me ha llegado, la verdda. Muy chulo tu relato
ResponderEliminarUn abrazo y porque nadie se ahogue, nunca.
Me alegra que te haya llegado mi relato.
EliminarY también brindo porque nadie se ahogue nunca ni mental, ni realmente-
Besos
Iba a decir una trivialidad del tipo "¡con lo bien que le queda un bocata a una mochila!", pero al leer ese "hoy has vuelto a nacer" del final y recordando tu entrada anterior, creo que probablemente así lo has sentido.
ResponderEliminarNo hacen falta manos de amante para darnos el mayor placer, aunque tampoco son para despreciarlas, jajaja.
Besos
Jajaja me gusta esa trivialidad del principio.
EliminarComo también me gusta la fras con la que cierras tu comentario, jajajaja
Le has sacado un zumo extraordinario a esa pincelada de García Márquez. Se te da muy bien lo narrativo y tienes larga experiencia en ello. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias MAESTRO!!!
EliminarMe gustó y más con ese final
ResponderEliminarUn beso, amiga
Me alegro mucho que te haya gustado.
EliminarBesos enorrrrrrme.
Hola Tracy !!!
ResponderEliminarPues te ha quedado genial. Es como si el mar te aportara vitalidad ya que nos dejas con un final estupendo y dan ganas de devorar más lectura... Me sorprende cada día muy gratamente, amiga.
Abrazos marinos.
Por supuesto que el mar me aporta vitalidad, simplemente con pensar en él, ya ni te digo si lo contemplo....
EliminarTiene muchas lecturas tu texto, y todas me resultan reflexivas, y es que cuando el mar entra en las historias se escriben con mayúsculas. Precioso y maravilloso. Un abrazo
ResponderEliminarPuedes quedarte con la lectura que más te atraiga, siendo el mar protagonista la lectura que le des nunca fallará.
EliminarAbrazo fuerte.
Muy bonito Tracy, sabes cuando lo estaba leyendo eras tú a quien veía...ese mar y esas ganas de verlo y la pasión que tienes por él... eres tú en su esencia junto a esa inmensa balsa de agua azulada y ese sol recorriendo tu cuerpo ...No sé, te imagino así. Un abrazo y muy feliz viernes.
ResponderEliminar¡Qué bonito , Campi, qué bonito!
EliminarMe gusta que me imagines así, al fin y al cabo me considero hija de sus entrañas en mis remotos orígenes.
Gracias por verbalizarlo, porque así en mis momentos de bajón, que los tengo como cada hijo de vecino, vendré a leer tu comentario y me levantará el ánimo.
Un abrazo lleno de cariño.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿Por qué?
EliminarNo me extraña esa "experiencia mágica", una vez leído tu entrada de ayer. Como decía en mi comentario, "el mar te volvió a enamorar".
ResponderEliminarBesos.
Pues sí,¡y de qué manera...!
EliminarBesazo
Desde luego si se muere hubiera sido una muerte muy dulce, no se hubiera enterado. Muy bueno el relato y muy propio para escribirlo junto al mar.
ResponderEliminarun besazo y a disfrutar, pero sin desmayarse.
mejor que no se muriera ¿no? así puede vivir más experiencias y yo describirlas ¿no te parece?
EliminarUna abrazo marinero.
Me ha encantado.
ResponderEliminarNo sabes como me encanta que te encantara, valga la redundancia, jajajaja
Eliminarsi te dejas llevar, si el placer sensual llena tus poros, entonces tu raciocinio te abandona unas veces para llegar al éxtasis otras para hacerte perder los sentidos y con ello, levantar la guardia .
ResponderEliminarUn bonito relato, fresco y soleado
Buena explicación, se la daré a mi protagonista para que sea consciente de lo que le puede pasar, aunque me temo que con el enganche que parece tener , le dará un poco igual, jajajajaja
EliminarSupongo que ese mar que ha sacado a la chica es el tuyo. Si es que no tiene desperdicio. No me extraña que lo quieras tanto.
ResponderEliminarBesos.
Mi cachito de mar, tiene poca zona rocosa, es playa arenosa y abierta, pero algún roquedo hay, aunque me imagino que esa imagen habrá venido a mí, de otras posibles vidas, jajajaja
EliminarBesos
Muy lindo relato.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Amapola linda.
EliminarBuen final para una gran historia Tracy.
ResponderEliminarBesos.
Sí, cuando lo escribí, me gustó, sobretodo porque está abierto a la imaginación de cada cual.
EliminarEn este mundo estridente y estresante que padecemos, no es fácil llegar a ese estado en el que uno solo es un elemento más de la vida y de la naturaleza, conectando con tanta profundidad que, como en tu relato, puede llevarle a la inconsciencia…
ResponderEliminarSencilla y maravillosamente, precioso. Un placer tu aportación, querida Tracy.
Abrazos enormes, y muy feliz finde 💙
Tus comentarios siempre me hacen reflexionar y me gusta, porque de otra forma no lo haría sobre lo que escribo una y otra vez
EliminarAgradezco tus palabras y te mando un abrazo muy fuerte.
Los grandes placeres siempre implican consecuencias...algunas graves... por suerte esta vez zafó... casi se va al otro mundo con una sonrisa jeje.
ResponderEliminarUn abrazo y muchas gracias por sumarte, Tracy
Gracias a ti por ser tan generosa con tu tiempo para nosotrxs.
EliminarUn beso grande.
Tu manífico aporte da para principio de una novela. Me quedo con ganas de seguir leyéndote Esa mujer tiene mucho por contar. Y espero, de verdad, que lo haga.
ResponderEliminarBesotes, Tracy
Jajajaja no sé si esa mujer tiene tiempo para contar sus peripecias, pero la mujer que lo escribe, le falta tiempo hasta para respirar, de verdad.
EliminarTodo mi cariño para ti con este besazo.
No sé por que pensé que escogerías el fragmento de la infusión.
ResponderEliminarVeo que tu mar te ha inspirado. La espera mereció la pena ¿verdad?
Saludos
fíjate que lo escogí, no por el té, sino por la obra en sí, que me encantó cuando la leí hace tropecientos mil años.
EliminarMuy buen relato Tracy, con inesperado final.
ResponderEliminarEs que con tanta belleza, desde el libro hasta el mar, estaba mas que extasiada.
Un abrazo:)
Pd. a mi también me alegra volver, es que mis musitas se les fue la mano con las vacaciones.
¡Ay las musas...!
EliminarMímalas pero no le des tantas vacaciones pagadas.
Un gran beso de bienvenida.
Una experiencia mágica ¿qué tendrán las olas?
ResponderEliminarBesos.
El mar... ¿qué tendrá el mar?
EliminarUn abrazo, amiga.
Pudo más el mar que el hambre y la sed, pero el mar la satisfizo más que la comida y la infusión... por lo tanto, bien está lo que bien acaba, aunque con ayuda de terceros... que también merecen reconocimiento...
ResponderEliminarCon estos relatos que estáis escribiendo, puede que El Coronel ya tenga quien le escriba..
Abrazo
Jajajaj El Coronel en este jueves ha recibido más escritos que en todo el tiempo que en que estuvo esperando la ansiada carta de sus emolumentos. Un beso
EliminarQue bonito relato, es como algo mágico
ResponderEliminary da para mas, me agrado mucho leerte.
Besitos dulces
Siby
me alegro que lo hayas disfrutado tanto como yo escribiéndolo.
EliminarBesos
soy otro de los que mas le gustó el final... linda propuesta este jueves, si tuviese que elegir me quedaría con mi amado Julio por lo que dice.... saludos
ResponderEliminarSi en el final abierto caben tantas posibilidades como personas lo lean.
EliminarCortázar... es Cortázar...
Ahí está latente el misterio...¿qué pudo pasar? Sólo el mar lo sabia, porque en su inmensa memoria guarda siempre miles de leyendas y aventuras, que a veces las sirenas cuentan a los pescadores...Muy bien contado y el final original y abierto para todos.
ResponderEliminarMi abrazo, Tracy.
lo que pudo pasar está en la mente de cada cual, esa es la grandeza de los finales abiertos.
EliminarUn beso muy grane y feliz madrugá.
Se sintió puro, explícito, invencible... Me encanta el final de El coronel.
ResponderEliminarA mí también.
EliminarMe encantaría saber lo que dijo al final... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Eso lo tienes que adivinar tú ¿qué piensas que dijo?
EliminarNo solo el final es abierto, también el principio da para varias situaciones... Igual no todo parece como es la historia.
ResponderEliminarUna experiencia mística.
Un beso enorme.
... religiosa, como diría J. Iglesias Jr.
EliminarEL MAR, EL MAR, AMO EL MAR, QUE BELLA SENSACÓN EL DE SENTIR SU OLEAJE ESIENDO LENTAMENTE EL CUERPO Y ESA INMENSIDAD TAN INCONTENIBLE, ES REALMENTE INCREÍBLE, UNA MARAVILLA DE LA VIDA Y LA NATURALEZA
ResponderEliminarYo también soy una enamorada del mar, por eso te entiendo.
EliminarFuerte abrazo
Pudo terminar mal esa aventura.
ResponderEliminarUn texto muy fresco y ameno, que invita a seguir leyendo.
Saludos.
Pero terminó bien.
EliminarEn la viada hay que arriesgar para disfrutarla, pero con el "bicho" hay que ser prudente.
Besos
Me ha encantado, en especial el final...es un relato de un ritmo tan perfecto que dan ganas de más...
ResponderEliminarUn besazo