NEO nos propone escribir sobre:
sean del tipo que sean:
molestia, engorro, trastorno, inconveniente, estorbo, fastidio, cansancio, aburrimiento, extravío)
Las situaciones a veces son difíciles, porque tires por donde tires te encontrarás con Ramírez, como se suele decir por aquí .
Si queréis leerlas clikar en su su nombre.
TIERRA , TRÁGAME
"Esto es verídico" como decía aquel humorista, Paco Gandía, que tenía esa coletilla al contar sus chistes.
Nos habían hablado de un pueblo de los alrededores en el que había varios sitios en los que se comía muy bien, especialmente el Cocido. El mejor de todos era : "Casa el Tuerto".
Decidimos ir a visitarlo y darnos en él un homenaje.
Allí nos dirigimos pensando que ese era el nombre verdadero del bar, pero no lo encontrábamos entre los cuatro o cinco que había, muy cerca unos de otros. Ninguno se llamaba así.
Entonces yo, muy lúcida como siempre, no me pareció bien preguntar en un bar, por el nombre de otro y me bajé del coche y busqué a una persona que pareciera del pueblo para preguntarle.
Una señora salía de la casa con una olla enorme, y me dije: Esta es la mía:
- Señora, por favor, me podría decir dónde está el Bar "Casa el Tuerto"?
La señora muy airada que casi se le cae la olla de las manos, me dice:
- "El tuerto" es mi marío y tiene un nombre: fulanito de copas.
Incómoda es poco, me quise morir y antes de decir ¡Tierra trágame!, le di todas la explicaciones posibles y verdaderas para pedirle excusas.
- Estoy hasta el "moño", de que a mi marío le digan el tuerto...
- ¿Sin serlo, no?, ( pa matarme, vamos)
- ¡Claro que lo es!, pero tiene su nombre.
Sólo acerté a decir:
- Lo siento.
Y me dispuse para irme al coche.
- Oiga, ese es bar de mi marío, el que tiene más gente.
Es que, ese "sin serlo, no?", fue el remate del tomate jajaja
ResponderEliminarUn beso
Sí, esa fue la guinda del pastel, jajajajaja
EliminarQué incómodo. Pero si así va gente a comer, igual el apodo es lo de menos :-)
ResponderEliminarUn abrazo, Tracy
¡Claro!.
EliminarAquí en Córdoba hay un Bar que se llama "El nombre es lo de menos"
Lo de "meter la pata" me suena, todos la hemos pifiado alguna vez, pero mi hermana era especialista, tenemos varias batallitas para contarle a sus nietos. La tuya no está mal y supongo que una vez aclarado el cocido os supo a gloria.
ResponderEliminarMereció la pena la metedura de pata , por probar ese cocido.
EliminarAquí en los pueblos (perdón; "ciudad" que se cabrean mis paisanos) como todo hijo de vecino tiene motes quizás no hubiera habido tal problemo 😳.
ResponderEliminarPero si aquello es una aldea, en fín... por mucho nombre que tenga sigue siendo "el tuerto"
EliminarMás claro, agua!!! ;))))
ResponderEliminar¡EA!
EliminarJajajajaaa, peor imposible, jajajaja
ResponderEliminarAl hablar de Paco Gandia y del cocido me ha venido a la cabeza su historia "verídica" del niño que se pone tibio de cocido de garbanzo y que cuando va, al futbol o a los toros con todo el calor, le salian los garbanzos por todas partes. ¿es así?.
ResponderEliminarSaludos
Sí yo también recordé el "sucedío de los garbanzos", jajajajajaj
EliminarA veces hay momentos en los que es mejor no preguntar, pero bueno el nombre que te dio su mujer tampoco es que sea Manolo Pérez ajjajaja. En fin, lo importante es si llegasteis a comeros ese cocido maravilloso. Un besazo.
ResponderEliminarLa mujer me dio su nombre de verdad, pero yo no lo he puesto por si alguien lee la entrada, mantenerle un poco la intimidad. Aunque por aquí lo conoce todo el mundo.
EliminarTe faltó intuición... y ella misma te explicó por qué. Si ya sabías que era el que hacía el mejor cocido, es lógico pensar que fuese el que más gente tuviera.
ResponderEliminarYa sabes: lo de los camiones y restaurantes de carretera.
Besos.
Pues llevas razón, encima de poco lúcida, poco intuitiva. Aquel día me cubrí de gloria y aún peor porque lo de los bares de la carretera y las colas de los camiones comiendo, para mi marido era una religión.
EliminarBesos
jajaja, el bar era conocido por su dueño, y el nombre puesto por la clientela, seguramente, Tracy, un abrazote!
ResponderEliminar... para distinguirlo de los demás.
EliminarTambién es puntería. Una es difícil, pero dos , casi imposible.
ResponderEliminarYa veo que de Paco Gandia sacaron los hermanos con aquello de " basado en hechos reales"
Besosss
¡¡¡Fitetú!!!
Eliminarjajaja qué metida de pata! se animaron después aprobar el cocido? jejee. Un abrazo y muchas gracias por suamrte. Con anécdotas verídicas, vale más!
ResponderEliminar=)
El cocido estaba para chuparse los dedos.
EliminarNo sabes como me he reído, Tracy, los has clavado, un relato para mandar a la TV.
ResponderEliminarAnda... anda... pobre de mí, si me coge la mujer del tuerto.
EliminarMadre mía... Es que a veces es inevitable meter la pata e, intentando arreglarlo, volver a meterla de nuevo. Hace poco yo tuve un momento horrible de esos con un policía, aunque la culpa fue suya, por no identificarse en el momento oportuno. Pude haberlo usado para el relato. no se me ocurrió. La pregunta es:
ResponderEliminar¿Qué tal estuvo el cocido del tuerto? Espero que bueno, por lo menos.
Un placer leerte.
El Cocido ESTUPENDO.
EliminarAhora me has dejado con la curiosidad de lo que te pasó con el policía.
He puesto mi respuesta en el comentarios de otro... ¡HORROR!
EliminarNo pasa nada.
EliminarPerdona he publicado antes de leer el otro comentario tuyo.
Lo siento , pero no tiene importancia.
Me parece que tú puedes borrarlo porque es un comentario tuyo.
Inténtalo
Interesante anécdota. Me vas a permitir que te haga una sugerencia bienintencionada: estoy seguro de que los lectores de tus entradas te agradecerán que aumentes un poco el tamaño de la letra. Perdona mi osadia.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Nada de osadía.
EliminarLos usuarios sois vosotros, voy a intentarlo, a ver si sé.
Este es un "Tierra trágame" en mayúsculas y de manual! Je, je! Y todo porque tenemos la mala costumbre de llamar a ciertas personas con apodos que por otro lado no se merecen y solo sirven para dar disgustos como éste! Je, je! Un abrazote Tracy!
ResponderEliminarEso es más bien cosa de los pueblos pequeños y vamos los "capitolinos" y metemos la pata hasta el corvejón, como diría mi abuela.
EliminarBesos
Muy bueno, arranca una sonrisa al final.
ResponderEliminarA mí ahora me puede arrancar una sonrisa, pero en aquellos momentos, te aseguro que no.
EliminarLos motes en los pueblos tienen un arraigo especial, tanto que antaño, un abogado preguntaba por fulanito y no le daban referencias, hasta que el letrado añadió que poseía la quesería heredada de su abuelo ¡Éxito total, Todo el mundo coreó : "Ah ese es"El Chingui", (me lo contó mi padre).
ResponderEliminarImposible no recordar al inolvidable Paco Gandía y sus "historias verídicas".
Estupenda aportación, comadre,
Besos.
Así es y no tiene importancia, pero a la mujer también la entiendo, estaba hasta la peineta de lo del "tuerto".
Eliminarpues no soy una persona experta en marketing pero, oye, yo creo que si todo el mundo te llama así, hagas tuyo ese nombre, bar el tuerto, y punto .
ResponderEliminarMuy buena la historia.
Es que la gente lo sigue llamando así, pues aprovecha el tirón, pero como le he dicho a Franconetti, también hay que entender a la mujer.
EliminarGracias por venir y comentar.
Una situación realmente incómoda, pero no te voy a negar que me ha arrancado una sonrisa, porque a pesar del enojo la señora estaba felíz de tener otro cliente.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho realmente, un abrazo.
PATRICIA F.
A mí también me arrancó una sonrisa al referirla, pero cuando pasó, ni te cuento lo que me entró.
EliminarNo me parece para tanto la cosa. Las he metido yo mucho más gordas, jajaja.
ResponderEliminarPor eso será que somos tan "amigüitos"
EliminarJajajaja Tracy, menuda metedura de pata. La mujer no me extraña que esté hastag el mono de que lo llamen tuerto, pero tuerto está.🤣😊 Qué bueno. Un abrazo
ResponderEliminarBuen relato. Al final...¿Cómo estaba el cocido del tuerto? Buena semana!!!!
ResponderEliminarPara chuparse los dedos!!!!!!!!
EliminarLa historia tiene su gracia. El apuro debió ser mayúsculo. Es que en los pueblos se conocen todos por motes aunque algunos -como éste- tengan tanto rechazo. Buena aportación. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Lo de loas motes es tremendo en los pueblos, la mujer tendría que haber estado acostumbrada, pero por la honrilla quiso defender a su marido.
EliminarPienso yo.
¿Y cómo se llamaba entonces?
ResponderEliminarSaludos,
J.
Con el nombre y apellido del tuerto. No lo he puesto por respeto al contar la anécdota.
EliminarUna metadura de pata con énfasis. Aunque Bar casa el tuerto sería un mal nombre.
ResponderEliminarPor lo menos, encontraron el lugar.
Un abrazo.
No sé si será buen o mal nombre, pero se están forrando a su costa.
EliminarBesos
Bueno pues valió la pena por comer ese cocido, lo hiciera el tuerto o no. Besos.
ResponderEliminarY tanto al menos al día de hoy.
EliminarJAJAJA! Me has matado, Tracy... Que incomodidad más grande!! Es que, encima, me has recordado una vez que me pasó a mí y a unos familiares algo parecido. Estábamos buscando un pueblo de Mieres llamado "Corigos" y mi madre había entendido cuando le dijeron el nombre "Porigos". Y, yendo para allá, la ves preguntándole a un señor que andaba por ahí. "Oiga, por donde se va a por higos?" Paso mucha vergüenza y nos reímos un montón, pero tú situación es tremendamente peor! Es un "Trágame, tierra" en toda regla.
ResponderEliminarUn aplauso, y un abrazo!
No pues la tuya no se queda atrás, me he reído a más no poder.
EliminarBesos a ti y a tu madre por este buen rato.
El apodo es lo menos importante de cara al negocio. les va bien. Pero usar ese mote no creo qeu sea lo más apropiado. Ahora bien, la situación es embarazosa al cien por cien, y la vuelta de tuerca al preguntar "Sin serlo ¿no?" es el remate.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu aportación, Tracy.
Un fuerte abrazo.
Lo pasé realmente mal.
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